viernes, 22 de mayo de 2015

CUANDO LOS PROBLEMAS TRASCIENDEN...


Vaya por delante que este vecino del mundo nunca ha sido partidario de comprar en el tipo de tiendas que ya desde hace tiempo denominamos como “chinos”, porque evidentemente para vender productos muy baratos, aunque no sean de marcas conocidas, el trasfondo del que pueden provenir no parece ser el más conveniente. Y más desde que tenemos imágenes en nuestra retina de gentes en aparente estado de esclavitud no solo en India, por ejemplo, sino en más de un polígono no muy alejado de nosotros.

Pero, como se suele decir, a la fuerza ahorcan, y las finanzas  de este vecino del mundo llevan unos años que no es que fluctúen, sino que como el plomo de un buzo van directamente al fondo. Por eso ayer se vio forzado a comprar unos pocos objetos en una de esas tiendas, y es probable que en su interior, y teniendo en cuenta todo lo anterior, haya sentido, en cierta forma, culpabilidad, y esa puede ser la razón del por qué esta noche ha soñado lo que ha soñado.

Como me imagino que a la mayoría le pasará lo mismo, al despertarme no he recordado todo el sueño, solo diferentes puntos, quizás inconexos, pero que a pesar de todo pueden ser clarificadores.

En un momento dado me he encontrado en un lugar que en seguida mi subconsciente ha identificado como El Cielo. Todo blanco e impoluto aparentemente, solo aparentemente, porque al poco tiempo me he dado cuenta de que el mantenimiento distaba mucho de ser el óptimo.

Debajo de las nubecillas que lo cubrían todo, había una especie de gran soporte, de gran andamio, hecho de madera, blanca también para que quedara oculto por la neblina, pero al fijarme bien el material estaba todo descascarillado. En cuanto entablé conversación con otros inquilinos como yo que llevaban más tiempo, aunque eso del tiempo en el cielo es todavía más relativo que en la Tierra, enseguida me dijeron que el mantenimiento de “aquello” iba de mal en peor. Al llegar a este punto me explicaron que muy en contra de lo que se cree en la Tierra, hay más de un cielo; en cada galaxia uno o varios, dependiendo de la extensión de la citada galaxia. 

Aunque siempre se ha dicho que Dios está en todas partes, últimamente no llegaba a todo, y había tenido que “privatizar” “ese” cielo. La compañía encargada de seguir con la explotación, se supone que algún Dios menor, distaba mucho de seguir con lo previsto en el contrato y, por ejemplo, los ángeles que siempre habían interpretado la banda sonora del cielo en un directo, naturalmente, inmaculado, una mezcla de liras y trompetas triunfadoras, habían sido sustituidas por unos altavoces de lo más rústico, de esos de los años sesenta con forma de “trompetilla”, y que el gris de origen había sido trasmutado en un blanco barato. Por supuesto, los ángeles habían ido al paro, y como nunca se había dado el caso de quedarse en el paro, en el cielo no había subsidio de desempleo, por favor, que no se entere Rajoy. Y Dios, quizás con cargo de conciencia, y teniendo en cuenta de que su conciencia siempre ha sido mucho más grande que la nuestra, y por lo tanto ha tenido que sufrir, y mucho, se ha hecho cargo de ellos y los ha llevado a los otros cielos que él todavía regenta.

Sin embargo, lo peor parece que todavía está por venir. Se rumorea que eso de la eternidad está en entredicho, y que como mínimo los inquilinos que llevan menos tiempo, tendrán que hacer algunas tareas para aligerar gastos de mantenimiento, y seguir con aquello. Que ya no basta con haber sido bueno, ni rezado, ni no haber tenido ningún mal pensamiento, que en el cielo se ha vivido  por encima de las posibilidades, y que aquello va a cambiar sí o sí.


El vecino del mundo se ha despertado con la piel perlada de sudor, y con la gran tristeza de que, quizás, no se pueda ni confiar en el más allá para ser felices. Lo que es peor, a medida que han pasado las horas, se ha ido planteando de que si fuera verdad su sueño, de dónde vendrían los que ahora tenían la concesión del cielo, que a lo mejor no eran Dioses menores, como se rumoreaba, porque si eran dirigentes venidos de nuestro mundo, como parecía probable, estábamos, más que perdidos, aniquilados.

*FOTO: DE LA RED

miércoles, 20 de mayo de 2015

LA OTRA CARA DEL MISMO LUGAR, O EL "EFECTO LUNA"




En primer lugar, y aunque no necesite ninguna justificación,  he de confesaros que este vecino ha creído conveniente disfrutar de estos dos días anteriores en silencio, el mismo silencio que hoy precisamente van a crear muchos músicos y personas relacionadas con la música, al cesar su actividad durante veinticuatro horas,  para protestar  por el famoso, a su pesar, I.V.A. cultural, con la diferencia de que lo de este vecino era, en parte, motivado por trasladarse a Torrevieja durante unos cuantos días. Como el viaje lo he realizado en autobús, muchas horas, más de las deseadas, me he sentido una especie de  Phileas Fogg a la española, es decir, con nada de presupuesto.

Es la primera vez que vengo en esta época del año, y no tiene nada que ver, eso me gusta, con el ambiente que se respira en pleno Agosto. Tras varios paseos y consiguientes conversaciones conmigo mismo,  he sentido una especie de subidón al comprobar que soy de los más jóvenes "veraneantes", en un turismo que todavía es, en su mayoría, de la denominada "tercera edad", y parece que el destino me esté haciendo la pelota, es una sensación muy extraña. Además, el tiempo me regala un viento que parece prometer una lluvia inminente, pero que como muchas promesas, y más en estos días preelectorales, no se cumplen.

Es tal el cambio, por otra parte obviamente esperado, que me he acordado de mi niñez.

Al ser mi padre de Azpeitia, ilustre villa por otra parte, solíamos ir todos los años a disfrutar de las fiestas de San Ignacio, el 31 de Julio. Y  claro, para mí durante muchos años decir “Azpeitia”, era hablar de un pueblo en constante fiesta, lleno de ruido, gente, y se supone que alegría. Hasta que ya de mayorcito tuve que ir al mismo sitio, ya no recuerdo por qué, en un día normal y corriente. Y el pueblo en el que siempre había alegría, bullicio, y mucha, mucha, gente, como si fuera un decorado de Disney víctima de un hechizo, se había convertido en otra cosa. Ya era un pueblo normal.

Y ahora, Torrevieja, es una ciudad normal, y eso me gusta, y mucho, porque aunque es un lugar que vive todo el año del turismo, parece que ahora no tenemos un foco que nos señala todo el rato. Da la sensación de que vamos, y espero que se me entienda, de incógnito. Incluso a esa gente que a cien metros “canta” a guiri, ahora nadie le molesta dándole publicidad de cualquier tipo mientras le señalan un punto al que debe ir.

Por cierto, sería un punto a pensar, si es necesaria tanta publicidad de todo tipo, en el contexto del turista que ya está en el lugar elegido, y al que parece, visto desde el mismo lugar pero ahora con mucha más tranquilidad, le están instando, más que sugiriendo, lo que debe de hacer.

Es un paralelismo total con estos días electorales en los que nos ofrecen el oro y el moro, y sabes de antemano que te están mintiendo a la cara, y para ello además, y una vez más, están utilizando nuestro dinero.

No quiero acabar, sin darle un tirón de orejas al todavía Presidente del gobierno, Señor Rajoy, para recordarle que pese a sus palabras ayer en Pamplona, preguntando retóricamente que quién se acuerda ya de la prima de riesgo y del paro, todavía hay muchísimas personas que están no solo en el paro, sino en el ostracismo más aislado, unos porque son jóvenes, otros porque han sido tildados de “mayores”, y tampoco hay que olvidar a esos, ancianos la mayoría, que han sido timados por una entidad bancaria a la que creían amiga.

Espero sinceramente que la salida de pata de banco del Señor Presidente sea la gota que colme el vaso, que haga que su partido no vuelva a saborear las mieles del éxito, y que él, el mismísimo Señor Rajoy, descubra, cuando le bajen de la poltrona, que siempre hay otra cara de ese mundo en el que él creía vivir, una especie de "efecto luna", su cara oculta,  como a este vecino le ocurrió en su momento con Azpeitia, y ahora con Torrevieja.

*FOTO: DE LA RED


domingo, 17 de mayo de 2015

LA REAL SOCIEDAD, EN LOS ALEDAÑOS DEL CIELO


El que ésto escribe se suele caracterizar, cree él, por sus opiniones y comentarios más bien ponderados. Por eso normalmente utiliza lo que llama " los diez minutos de seguridad", que consisten en realidad en esperar a que cese el cabreo que le domina, y a ver las cosas un poco más fríamente.

Sin embargo, aviso, hoy el vecino está en pleno, pleno, cabreo y no quiere que se le enfríe ni la boca, ni las manos para escribir, ni la opinión.

Este vecino, las veces que ha venido al caso, siempre se ha declarado seguidor de los colores txuri urdin, lo cual, por otra parte no le convierte en ciego con la trayectoria y el proceder de los jugadores. Y por eso hoy ya ha rebasado el límite, la gota no del vaso, sino de la inundación.

Dirán, los plumillas y “entendidos” de siempre, que la Real Sociedad hoy no se jugaba nada contra el Granada, pero el hecho es que hoy precisamente le podía haber hecho un gran favor al Eíbar, al intentar parar al equipo andaluz  en su escalada de supervivencia en la primera división.

Este vecino, por supuesto, y vaya por delante, que no tiene nada en contra ni del equipo granadino, ni de los granadinos en general. Lo que quería es ayudar al Eibar, y facilitarle su salvación.

Este vecino del mundo no es de Eibar, sino de Elgóibar, a apenas 6 kilómetros del anterior, y con el que siempre se ha mantenido una eterna rivalidad vecinal. Pero como en los sitios bien avenidos, los de un pueblo se pueden meter con los del otro, y viceversa, pero que no venga un tercero y se meta con ellos, porque la cosa se puede liar.
¡Y la cosa se ha liado! Este vecino estaba convencido que la Real Sociedad iba a frenar la escalada del Granada, pero se ha equivocado. Han perdido, hemos perdido, un 0-3 apabullante. 

Bien pensado ha sido una memez creer que un equipo que es "el rey de las excusas" iba a plantar cara por un equipo, muy chiquitito, muy chiquitito, pero vecino al fin. Si la Real Sociedad normalmente no lucha por ellos mismos, es de ilusos, luchar por un tercero aunque sea de aquí al lado.

Este blogger siempre ha estado convencido de que los mismos jugadores, y los que rodean al equipo, se pasan más tiempo perfilando las excusas para el día después del partido que en preparar tácticas.
Y la cosa no es de ahora solo, sino que por supuesto de años atrás. En el equipo txuri urdin han vivido mejor que bien jugadores que en otros equipos de primera división no hubieran tenido cabida, pero por aquello de ser de la cantera, por ejemplo, eran intocables.

No vale dar la campanada ganando a equipos grandes (Barcelona, Real Madrid…) , hay que batirse el cobre siempre. Y luego los periodistas tampoco ayudan, porque prefieren llevarse bien con ellos y tenerlos en sus programas, que decir la verdad. Este año, por ejemplo, otro más, los jugadores se han tocado los pies vilmente. Lo triste es pensar que si esto pasa todos los años, y lo permitimos, signifique que, en el fondo, es el equipo que nos merecemos.

La verdad es que fijándonos en el devenir de las obras en la ciudad y del comportamiento de los partidos políticos en el ayuntamiento, al final será bien ganado eso de que es el equipo que nos merecemos.

En comparación con los “vecinos”, los bilbaínos, las obras entre una y otra ciudad no tienen color ni en envergadura, ni en rapidez en la ejecución, y no es solo que las altas instancias de los partidos políticos, por uno u otro motivo, ayuden más a los del Botxo, que también, sino que nosotros mismos no nos hacemos valer y nos pasamos los días discutiendo si son “galgos o podencos”, cuando está claro que lo importante es que son perros y ayudan a cazar.

Cada vez que hay un problema, creamos  una comisión a favor y otra en contra, y no los meses, sino que los años pasan y pasan. Con el añadido de que si hoy estás en la oposición dices una cosa, y si estás al mando, otra muy distinta.


Y al final de temporada, estaremos contentos con nuestro jugadores, porque quieren los colores txuri urdin. ¿Cómo no los van a querer si viven como el altísimo? Alguno contestará que en otros equipos podrían ganar más, eso es seguro, pero también estarían sometidos a mayor presión, y

*ILUSTRACIÓN: DE LA RED

sábado, 16 de mayo de 2015

¿CAMBIANDO POR EVOLUCIÓN?



¿Os habéis vuelto a pensar alguna vez lo que ocurriría si algún familiar, que falleciera hace, por un decir, unos veinte años, volviera en nuestros días?

Pues a lo mejor se volvía al más allá más pronto que tarde. Y además este vecino tiene una gran duda, no sabe si hemos cambiado por evolución,  o nos han cambiado, y ya perdonaréis la expresión, más que por evolución, por cojones. Y es que quizás no hay que fijarse ni en internet, ni en los móviles, que han ido apareciendo, como mencionábamos antes, por lo que se denomina como evolución de sistemas pasados, sino en esas ganas, vaya usted a saber de quién, que ha entrado de adoptar las maneras más que del vecino, del habitante, casi, de las antípodas.

Esas ansias de llamarlo todo en inglés, y de inventarnos maneras cosmopolitas, cuando en lo más íntimo, y debemos de reconocerlo, nosotros somos de mercadillo y de tortilla de patatas, y no de “the mall” o “the kidney pie”. Quizás, nuestro problema es que no sabemos querernos nosotros mismos. Además, está comprobado, cuando compras algo que viene en inglés, es más caro, y luego, al final, en la letra pequeña, te enteras de que se hizo en el pueblo de al lado.

Los que ya tenemos una cierta edad y peinan canas, aquellos que tienen la suerte de tener todavía pelo, se acordarán de ese “artefacto” llamado “fiambrera” y que ha alimentado a millones de españolitos entre curro y curro.
Bueno, pues la mayoría se ha modernizado y ahora utiliza el famoso “taper”, que en realidad el nombre completo original es marca registrada, “Tupperware”, y la mayoría nos referimos a él con el mismo nombre que el auténtico, aunque el nuestro haya salido del chino de al lado de casa. Y ésto ya es harina de otro costal,  cambiar la tienda de toda la vida, que seguro que ha tenido que cerrar, porque no podía competir con los precios del “chino” que primero se puso al lado de ella, y luego directamente compró la tienda que ya había cerrado.  

Y la mayoría llama a “eso” modernizarse, cuando en realidad sería perder la identidad, y acercarnos a una manera de vivir que no es la nuestra. Pero como decía mi madre, con esas frases tan lapidarias que utilizan las madres: -Culo veo, culo quiero.


Sí, como decíamos antes, hemos cambiado de la querida y olvidada “fiambrera” al “tupperware”, pero el trabajo sigue siendo “trabajo” y no “job”, y además es más, con perdón, jodido y con menos derechos que cuando usábamos la fiambrera. Quizás, precisamente, por la tiranía de esos mismos que quieren que utilicemos su lengua y sus costumbres, pero que nunca, nunca, nos considerarán como iguales.

*FOTO: DE LA RED

viernes, 15 de mayo de 2015

LA VIDA DENTRO DE UN BUZÓN, O LA AMENAZA DE LOS MILLONARIOS


Si la vida fuera un número circense, ya podemos estar tranquilos, porque para este fin de semana, al menos, ya nos han puesto la red, ya hay partidos de fútbol. Porque estos días donde la sombra de una posible huelga de futbolistas ha rondado por todo tipo de medios de comunicación, daba la sensación de que nos iban a cortar el oxígeno, y la humanidad, al menos la española, esa que besa de verdad, se iba a quedar sin respiración.

Así, a primera vista, parecía que, por una vez, y rizando el rizo, la clase millonaria amenazaba con una huelga, aunque luego en todos los medios de comunicación, que en ese momento se convertían en abogados defensores, se nos recordaba, una y otra vez, que la mayoría de los futbolistas ni son millonarios, ni tienen la vida resuelta. Aunque al final, también se dice que en el fondo lo que primaba era que, presuntamente, los gerifaltes de la federación lo que no quieren es rendir cuentas al fisco, como al parecer lo han estado haciendo hasta ahora. Y como ocurre en la mayoría de huelgas que se precien de serlo, unos ponen la cara, en este caso los futbolistas, y otros cardan la lana, recordando siempre, siempre, que al parecer la sombra de Villar es alargada.

Si tienes alguna duda de que la vida es algo más que futbol, abre el buzón, el tuyo, y allí encontrarás la verdad: publicidad de todo tipo, y facturas, muchas facturas. Esa es la cruda realidad. Y ahora, sin que este vecino del mundo se intente poner filosófico, ha llegado a la conclusión de que incluso en un buzón se puede encontrar ese famoso círculo vital, que nos cantaban en “El rey león”, porque la publicidad de hoy se convierte en las facturas del mañana.

Eso de ejercer de “blogger” (porque lo de “bloguero” siempre me suena más a vendedor de globos, y los globos se sienten y sufren, pero no se deben de vender), me ha hecho ver la vida como si leyera un libro, y estuviera todo el tiempo fijándome en el sujeto, el verbo y el predicado; haciendo siempre comentarios de texto de lo que estoy leyendo, en este caso viviendo.

Y la vida debe de ser como un buen vaso de vino, que no hace falta mirarlo, sino solo beberlo y sentirlo como baja. Porque, y volviendo al principio, si la vida te la tomas como un partido de fútbol, siempre hay ganadores y perdedores, y la vida simplemente es para vivirla, porque la partida al final siempre la vas a perder, pero puedes ir ganando pequeñas experiencias y grandes amigos, que al final, es de lo que se trata.

*FOTO: DE LA RED


jueves, 14 de mayo de 2015

LA SOMBRA DE LA LOCURA



Este vecino del mundo lleva años teniendo problemas para dormir. Se pasa todo el día cansado porque por la noche duerme muy mal. Y algunas veces, le da la sensación de que la realidad puede incluso llegar a ser un sueño, cuando no una pesadilla.

Por eso ayer al enterarse de que Kim Jong-un, cabeza suprema de Corea del Norte había acabado con el Ministro de Defensa , Hyon Yong-chol, "por desobedecerle algunas órdenes, y por la gravísima ofensa de dormirse durante un desfile militar", pensó que era uno de esos momentos que no sabe si es realidad o un mal sueño. Porque puestos a matar, Kim Jong-un ha preferido, como si de producir una película se tratara, “echar la casa por la ventana” rodando una superproducción, elevando el paroxismo al cubo,  y le fusiló poniéndole delante de un cañón antiaéreo, con lo que es probable que acabara hasta con las huellas del crimen realizado.

Para este vecino del mundo, lo sucedido ya es rizar el rizo de la violencia llevada a la locura extrema, vía batir un record a lo Guinness de cómo matar más muerto. Es como si ayer al trio lalalá formado por Rajoy, Aguirre y Cifuentes, en lugar de dar un paseo en bici para promocionar su candidatura a Madrid, les excitara darse un paseo en sendos cazas del ejército español a lo Top Gun, terminando la exhibición con un salto de doble tirabuzón al salir despedidos de las cabinas de los pilotos mientras los tres aviones se estrellan fuera de la Comunidad Madrileña, y ellos llegan sanos y salvos a la Rivera del Manzanares. ¿Una locura? Para algunos, para otros seguro que un toque de genialidad, sin coste alguno,  o lo que viene siendo, pagado por todos.

Hace apenas unos minutos, este vecino le ha oído por la radio, al Señor Fabra, en la Cadena Ser, unas declaraciones en las que decía que si algo han hecho mal en la Comunidad Valenciana, que lo reconoce, ya han pagado por ello. Este vecino cree entender que se refiere a un cierto escarnio, porque que sepamos no se ha devuelto ningún dinero de lo mucho que presuntamente se ha dilapidado en esa comunidad, ni está a la sombra de una cárcel por un porroncito de años ningún político de pedigrí.

Es como si ahora nos enteráramos que Kim Jong-un, factótum de Corea del Norte a lo Gangnam Style, hubiera declarado: Lo siento mucho. Me he equivocado. No volverá a ocurrir.

¿Nos suena a algo? Naturalmente. Todo ahora ya tiene un toque déjà vu. Lo mismo que, desgraciadamente, fusilar a alguien, aunque se intente innovar, matándole más muerto.


Espero poder despertarme pronto porque el mundo es una pesadilla a la que desgraciadamente nos estamos acostumbrando todos.

*FOTO: DE LA RED

miércoles, 13 de mayo de 2015

DERECHO AL PATALEO



Debe de ser los años, pero este vecino en lugar de ser más tolerante, se siente todo lo contrario, rotundamente crítico, por no decir algo más grave, con todo aquello que, como diría un mejicano, “le toca la vaina”.

Y es que, hoy, nada más conectar con los periódicos digitales a uno le noquean imágenes como la del Señor Rajoy y las Señoras Aguirre y Cifuentes jugando a “Verano azul” mientras se desplazan por “su Madrid” en bicicleta, en una imagen electoral rotundamente edulcorada. 

Algo parecido se debe de sentir si al abrir la puerta de casa te arremetiera uno de esos grandes camiones metalizados americanos, y cuya  chimenea, durante el incidente, te entrara por el trasero.

Ni que decir tiene que el subconsciente tiene una especie de autodefensa, para equiparar el golpe, y me los he imaginado con unas alforjas, sobre las ruedas traseras, rebosantes de sobres al lado de una señal de tráfico que indica el camino a Suiza.

Algún asesor valiente debería recordar a cualquier político de cualquier partido, que la mejor campaña electoral se debería de lidiar durante todo el mandato, haciendo lo mejor para el votante y no para sus compañeros de grupo, familias, y lobbys de todo tipo.

¿Este vecino tiene muy mala leche? Es posible, pero es lo que tiene aparecer todos los días en los medios de comunicación, que entras una y otra vez en las casas de los demás habitantes de este país, sin ser invitado y sin tener en cuenta las circunstancias del que va a recibir visitas inesperadas en cualquier momento y lugar.

Así, al margen de los políticos, que ya tocan la vaina por definición,y a vuela pluma, uno ya está bastante harto de personas como Pablo Alborán y los preparativos de su gira española, y de ese aire entre introspectivo, buen hijo que cualquier madre deseara, y unas canciones que si no eres fan, fan, te invitan al bostezo más descarado. Y es que, precisamente también hoy, tenía un rato libre mientras viajaba en el autobús, y al darle al “Instagram” de mi móvil, el Señor Alborán se ha colado raudo y veloz,  y con él, imágenes de todo tipo. No hace falta decir que este vecino no le tiene agregado ni como favorito ni nada. Es como si sin haberle pedido un baile, no es que me haya dado un beso, sino que me he sentido violentado.

Uno sigue estando, también, muy, muy harto de Carlos Baute. esa imagen de príncipe de Disney saturada por el Photoshop, que al casarse ha redondeado la imagen de una pareja superalmibarada  las veinticuatro horas del día, y que si eres feliz, ten por seguro que solo llegarás a ser la mitad de feliz que ellos.

Por cierto, y ya soltando bilis sin remisión, ¿alguien se ha fijado que cada vez que a algún famoso le encasquetan un presunto hijo, y ellos lo niegan o se hacen los suecos,  éste es clavadito a él, como ha ocurrido en los casos de Julio Iglesias, Manuel Benitez “El Cordobés, y Carlos Baute?


Es como si el destino les recordara a los famosos que no solo hay que hablar para promocionar algo. Que metidos en faena, nunca hay que ponerse de perfil ante las noticias menos halagüeñas, por 
aquello de “somos o no somos”.

Quizás a más de uno que visita esta atalaya de vez en cuando, le habrá sorprendido este ataque a granel, pero no a los que visitan este mirador asiduamente, porque si algo tenemos aquí por bandera, es el derecho al pataleo.

*FOTO: DE LA RED

lunes, 11 de mayo de 2015

SÍNDROME DE LA MANZANA CARAMELIZADA



Con la cantidad de síndromes que existen, y que nos vamos enterando con cuentagotas, este vecino está convencido que tiene que existir el síndrome de la manzana caramelizada, y que tanto le atañe.

La famosa “manzana caramelizada”, una simple manzana disfrazada de una especie de capa, al más puro estilo “caperucita roja”, y que formaba parte de todas las ferias que visitó, o le obligaron a visitar, cuando era niño. ¡Pues bien! Aclaremos el tema, este vecino es uno de los que nunca ha comido una manzana caramelizada. Primero, porque me decían, cada vez que la pedía, que eso era para más mayores, y luego que era para niños. Y así pasó la famosa manzanita por mi vida, y así pasan muchas cosas por nuestras vidas, poniendo, nosotros, u otros allegados, todo tipo de excusas para no catar o ser catados, iba a decir en “la viña del Señor”, pero en este caso será en “el manzanal del Señor”.

Primero son los padres que te ponen, más que manzanas caramelizadas, zanahorias delante de ti para que hagas  lo que ellos quieren, o que no lo hagas; y luego ya van siendo, a lo largo de tu vida, todos los que te van rodeando. Esa chica que te vuelve loco, y lo sabe, y que quiere que comulgues con ruedas de molino, o con el molino entero,  a cambio de que en un futuro, y como dirían los clásicos, te dé su honra. Ese banco que te promete el oro y el moro si vas ingresando el fruto de tu sudor, el dinero, y no el sudor mismo,  y que luego siempre hay una letra pequeña, que complica que te comas la manzana caramelizada en debidas condiciones.

Siempre en vacaciones en Torrevieja visitamos algún día las ferias, las que están junto al puerto, y siempre se me van los ojos a esa manzana, que he llegado a pensar que siempre es la misma, y que ya, ahora, solo por fastidiar, nunca comeré. Por dos razones: porque no quiero, y porque no me da la gana. Además soy de la opinión de que cada cosa a su tiempo, y ahora me importarían, y de hecho me importan otras cosas más, y no necesariamente “cosas” materiales. Un abrazo, una sonrisa, e incluso un poco de comprensión, se me hacen ahora no necesarias sino imprescindibles.


Quien más quien menos cuando está en casa se pone cómodo, bien sea en zapatillas y pijama, por ejemplo. Pues ya que estás en esta vida, y sin pedirnos opinión, que el tránsito sea lo más cómodo posible para todos. Debería haber un cartel en todos lados que advirtiera “Prohibido cuchillos y dobles intenciones”.


*FOTO: DE LA RED

domingo, 10 de mayo de 2015

El EDÉN VIAJA EN TRAILER


La noche de ayer, sábado 9 de Mayo, no tenía en principio nada especial que hacer, salvo que son las fiestas patronales en uno de los pueblos adoptivos, Ortuella, de este vecino del mundo, y le apetecía, lo que antiguamente se denominaba como “darse un garbeo”, huyendo del cotilleo y discusiones políticas que llenan ese día la llamada parrilla televisiva.

Como mi sufrida, La Nuri, no estaba por la labor, opté por ejercer de Gary Cooper en “Sólo ante el peligro”, y directamente me dirigí a la plaza del ayuntamiento en la que se anunciaba un grupo de esos que no te suenan, pero que sabes que es una de esas bandas profesionales que campan por España, y cuyo sonido en la mayoría de los casos dista poco del original; una apuesta bastante segura.


Este vecino nunca se ha considerado ni una piedra, ni un ñoño, pero lo de ayer nunca le había ocurrido. Cuando llegué, serían las doce menos cuarto, y como me aseguraron los que allí estaban, la orquesta comenzó según lo estipulado, a las once en punto, luego el espectáculo ya llevaba unos cuarenta y cinco minutos. A los pocos minutos, entre la música, luces, colorido, y experiencia, uno no sabe si vital, me entraron unas inevitables ganas de llorar. No, no estaba triste, era algo diferente, una especie de paréntesis, o burbuja, se creó en torno a mí, y debía de sentirme muy bien, porque no quería que aquello se me pasara. Y no pasó. 

Como un campeón, entre bachatas, ritmo latinos en general, grandes éxitos, y momentos, especialmente al final, de rock bastante duro, la opción, tiempo y lugar, se hicieron especiales. Si el cielo existe debe de ser muy parecido a  lo que este vecino del mundo sintió ayer. Y además fue totalmente consciente del esfuerzo, y problema si no sale bien, en el que se meten muchos grupos.

Orquesta Nueva Banda”, un grupo asturiano, que por lo que se ve, con este nuevo espectáculo están celebrando su decimoquinto aniversario, ha tirado lo que vulgarmente se conoce como la casa por la ventana, y se mueve con un tráiler que a la postre será directamente el escenario. Por lo que una vez llegan al sitio en el que van a actuar, ya está todo prácticamente montado, luces, decorados, tres grandes pantallas en las que en cada canción se crea un mundo diferente, incluso cuentan con dos ascensores en la mitad del escenario, especial para ser usado en canciones románticas que hacen levitar entre nubes de amor, y solo tienen que dar rienda a esa fuerza hidráulica, y marchosa, que mostraron hasta las tres de la mañana.

Son nueve artistas, que se nota que no lo hacen solo por dinero. Viven de ello, al menos lo intentarán, pero seguro que viven por ello. Si alguien quiere conocer sus nombres e historias, se puede dirigir a su página web (http://www.orquestanuevabanda.com/). No, evidentemente el que esto escribe no va a ganar nada con ello, pero se suele decir que es de bien nacidos ser agradecidos,  y el momento que ayer viví difícilmente se me va a olvidar, además, ni quiero, ya que si el Edén existe, se parecerá bastante. Porque seguro que ese lugar, el Edén, donde quiera que esté, antes de entrar lo decoran cada uno de sus habitantes a su manera. No me pregunten cómo, pero quizá son diferentes cabinas, como las que estaban ayer en la mitad del escenario, y que llegaron muy cerquita de ese cielo nublado y enamorado que aparecía en las pantallas.

Espero que el ayuntamiento de Ortuella  repita el año que viene contratación, lo que hay que hacer cuando se acierta, como fue ayer el caso. Nunca vi la plaza ni tan llena a las tres de la madrugada, ni tan entregada a ese rock reivindicativo que a esas hora sonaba. 

Por cierto, para esos espectadores, que este vecino denomina como “verdulianos”, y que se preguntan si había mujeres en el espectáculo. De los nueve artistas, porque lo son, que componen el grupo, hay una mujer, muy joven, y con una gran voz. Es guapísima, pero eso debería de sobrar, porque de sus compañeros seguro que no les interesa si lo son o no.

Si en algún momento se enteran que “Orquesta Nueva Banda” está cerca de ustedes, vayan, porque incluso creerán ver, en un momento dado, al mismísimo Michael Jackson.


*FOTOS: F.E. PEREZ RUIZ-POVEDA

sábado, 9 de mayo de 2015

LOST IN TRANSLATION, O LA PELÍCULA QUE NOS CUENTAN



Muchos de los goles que nos han metido a la sociedad española de ahora, vienen motivados por el famoso “en Europa se lleva esto” o “en Europa se lleva lo otro”, y así nos han dejado, que no nos conoce ni la madre que nos parió.

Sin embargo, si hay algo totalmente “spanish way”,  o a la española,  es la noche después a  unas elecciones a lo que sea. En el resto de Europa, gana uno y los demás la palman bien palmada, en España no, en España aparentemente ganan todos. El que gana, porque gana, y los demás porque nos cuentan milongas, milongas que tragamos.

Los británicos acaban de tener unas elecciones, que por cierto, todo tipo de estudios ni se han enterado de por dónde iba a ir la fiesta. Ha habido un partido, no hace falta señalarlo porque todos lo sabemos, que en contra de todas las encuestas ha ganado, y tres que han perdido sonoramente.  Pues en el momento de rendir cuentas a sus votantes, esas tres cabezas visibles han dimitido esa misma noche. En España ese verbo, dimitir, no existe.

Es como el título de aquella película de Sofia Coppola, ”Lost in translation” que viene a ser algo así como “Cosas que se pierden en la traducción”, y en España no solo varía el horario desde el Reino Unido a aquí, sino que en esa hora de diferencia, se pierden muchos usos y costumbres.

En el Reino Unido tienes, por decirlo de alguna manera, tu responsable político de cabecera, al que puedes acceder para mostrar tu malestar o tu pensamiento, en España el mundo de la política y el del ciudadano de a pie son dos mundos paralelos que no se tocan prácticamente nunca. Por eso este vecino está hasta el gorro de esa expresión de  “en Europa es costumbre…” porque siempre que se lanzan este tipo de globos sondas, mi amigo Genaro, en la tasca de la cuadrilla, diría que “date por follao” .

Nadie quiere hacerlo, pero es que Europa manda, Europa quiere. Ahora resulta que Europa es el coco, y nosotros somos Caperucita que nos han puesto “rojos” de tantos palos que nos han dado.

En Europa se lleva “dimitir” y eso no se debe de perder ni en la traducción, ni con la hora de diferencia, ni en nuestro pensamiento.


Ya no nos vale ese famoso “las cosas son así”, porque hasta hace poco las cosas en España eran de una manera, y ahora con el famoso “en Europa es costumbre” ya no nos conoce ni la madre que nos parió. Pero tenemos que luchar para que no se pierdan en la traducción hechos que nos favorecen, o que nos cuenten otra "película", ya que al político de turno no le conviene recordar, como el famoso “dimitir”, que si pudieran, cualquier día lo quitaban del diccionario.

*FOTO: DE LA RED

jueves, 7 de mayo de 2015

AITOR MAZO, AMIGO HONORIS CAUSA



Me acabo de enterar, y no daba crédito, de la muerte del actor Aitor Mazo.

No, no le conocía personalmente, pero Aitor era una de esas personas a las que siempre he considerado como amigo Honoris Causa.

Ser amigo honoris causa no es ser una eminencia en nada, sino ser una de esas personas que siendo conocidas a nivel público, sientes por él algo que trasciende a lo general y te ha llegado a lo más íntimo. Podrías decir, sin mentir, que es de tu familia. Y Aitor Mazo es uno, de los pocos, Honoris Causa, como me ocurría con Álex Angulo.  Y en menos de un año se nos han ido los dos. ¡Qué injusta es la vida, y la muerte!.


El Señor Aitor Mazo no ha sido de papeles protagonistas, sino que incluso con breves apariciones dejaba su impronta como lo hizo en “15 años y un día”, de Gracia Querejeta, en la que con su breve aparición como el vecino con perro, sugería mucho más de lo que tenía en el texto.
Que le conozcan como el cura de “Ocho apellidos vascos” quizás es un poco injusto, por su papel de aparente pequeñez, en comparación con la amplitud de la misma trayectoria de su carrera. Pero quien conozca el día a día de los vascos, su retrato de cura de derechas de toda la vida, es una composición redonda, una extraña mezcla de humor y cariño.

Este vecino se comenzó a fijar en él, y ya entonces llevaba años en el negocio de los cómicos, al ser uno de los presentadores de un programa de varias autonomías, llamado “Olé tus vídeos”, con vídeos mandados por los televidentes, y entre sus compañeros recuerdo que también estaba Ximo Rovira.

Si algo tiene Aitor Mazo, porque todavía su muerte se antoja como imposible, es algo clave en la figura de un actor: verdad, y humanidad. Lo mismo ha encarnado personajes buenos, como malos, pero una característica suya ha sido llenarlos de mucha coña. Dotado de un físico imponente, en cuanto a aparente envergadura, en cualquier momento pudo ser acusado de ladrón, porque escena en la que aparecía, escena que robaba con indiscutible facilidad.

También ha intervenido en otros éxitos cinematográficos del cine español como “Airbag”, y “La comunidad”. Como bilbaíno de nacimiento, el cine vasco tampoco le ha sido ajeno, siendo además por esas cosas que tiene el destino, su primera película (“Lauaxeta”) y la última “Lasa y Zabala” de su filmografía.

El bueno de Aitor Mazo siempre ha servido para dar empaque a un proyecto, ya que al leer su nombre en los créditos, te daba sensación de seguridad. Esa misma seguridad que hemos perdido hoy al enterarnos de su fallecimiento.

Este vecino del mundo no sabe si es verdad eso de que siempre se van los mejores, porque al final nos iremos todos, pero al menos, y desde un punto egoísta, el Señor Aitor Mazo ha sido muy importante. Lo dicho, un amigo Honoris Causa que hoy se ha doctorado en eternidad, una historia por la que ha fichado para siempre, o para nunca.


Descanse en paz Don Aitor Mazo. Siempre te recordaremos con mucho, mucho, cariño, el mismo que has depositado en cada uno de tus trabajos.


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miércoles, 6 de mayo de 2015

DE NOTICIAS VASELINA Y POSTUREO


Afgano, mi bichón frisé, tiene la mala costumbre de comer hierbas, y muchas veces le producen vómitos. A este vecino del mundo algunas veces le ocurre algo similar, no con hierbas, evidentemente, sino que leer algunas noticias, le hacen brotar lo malo que lleva dentro. Hoy, por ejemplo, ha leído en el periódico, que tres de cada diez vascos no consiguen ahorrar nada a final de mes. Solo ya le falta conocer a los otros dos de su terna, para preguntarles si ellos llegan a final de mes. Porque verdaderamente, esa es realmente la madre del cordero, llegar a final de mes.  Y  es que uno puede no ahorrar porque tiene la mano muy suelta, y como se suele decir “vive al día”.  Aunque es más que probable, que eso ya ha pasado a la historia. Porque aquel que por elección vivía al día, habrá aprendido de experiencia ajena, o como se suele decir, habrá visto las orejas al lobo, y ahora guardará por si acaso.

Quizás, y haciendo un símil con el sexo, nos están metiendo las noticias, las malas noticias, con vaselina, y probablemente la noticia real pudiera ser algo así como que “tres de cada diez vascos que trabajan no llegan a final de mes”.

A nadie se nos escapa que en periodo electoral o próximo, se inflan las cifras positivas, e incluso aunque estemos en época de crisis, si nos descuidamos nos cuentan que seguimos atando los perros con longaniza,  porque aquello de que nacer con el pan debajo del brazo ya no cuela.

De todas maneras, en el ambiente todavía se nota, como dirían los modernos, un mucho de “postureo”, se intenta seguir alternando aunque sea con litronas, y los bares y restaurantes hacen amagos de bajar precios con el pintxo-pote (tapa y vino, o zurito), o con el plato del día.


Precisamente ayer este vecino comprobó en un bar, que ofertaba a bombo y platillo, y nunca mejor dicho, plato del día con vino y postre por siete euros. Postureo por parte de la patronal de que bajan precios, porque siete euros por un plato no es alarde de nada, y postureo por parte del consumidor que si quiere vender su imagen de no sufrir ningún cambio en sus costumbres, lo puede seguir haciendo, pero en el pueblo de este vecino a eso le llaman “engañabobos”.

Esas tres personas del estudio con el que hemos comenzado, nunca más van a llegar a poder ahorrar, porque no se pueden sacar peras de un olmo que entre gobierno, oposición, banqueros y empresarios, nos han plantado. Están inventando el ganar menos y el gastar más, y si eso hubiera sido posible hace mucho que se hubiera logrado.

Seamos claros, esos tres del estudio no es que no ahorren porque no quieren, sino porque como decía mi padre hablando de la época del hambre, las están pasando putas. Basta ya de noticias vaselina. Si estamos en época de recortes no conviene gastar en vaselina tampoco, porque a la postre la realidad es la que es, y cederemos, en todos los aspectos, lo que tengamos que ceder. Pero que no nos vendan un futuro acordeón, que se anche y que se estreche a conveniencia de épocas electorales.

Solo se es virgen una vez, y a nosotros, obviando nombres, el destino, ese “algo” tan abstracto,  nunca nos ha hecho el amor, si no que nos ha jodido.

Lo dicho, y ya perdonarán, algunas veces a este vecino del mundo le pasa como  a su perro, hay cosas que le sientan mal, y suelta todo lo que lleva dentro. 


*FOTO: DE LA RED




martes, 5 de mayo de 2015

EL ESPÍRITU DE CHANQUETE Y LOS CUARENTA CÉNTIMOS DE LA VERGÜENZA


Del barco de Chanquete no nos moverán”, eso es lo que me viene en momentos de rebeldía, y eso que a este vecino del mundo “Verano azul” ya le vino con unos veinticinco años, ya talludito, pero cuando uno está irritado, lo importante quizás no es lo que se dice en sí, sino que se diga algo, sea lo que sea, para liberar tensiones.

Y está mañana lo he tenido que decir otra vez, “Del barco de Chanquete no nos moverán”, al oír la historia de una vallisoletana, Pilar Sánchez, enferma de cáncer, cuyo caso fue derivado de su hospital en Valladolid, al Hospital Clínico de Salamanca, ya que en esa ciudad era el único lugar de su autonomía, Castilla y León, en el que practicaban ese tipo de operación.

La intervención quirúrgica tuvo lugar en septiembre del 2014, y ahora, tras haber solicitado la ayuda que la  Junta de Castilla y León, suele dar en estos casos por el desplazamiento, comida y alojamiento, han recibido lo que se supone es lo estipulado: 40 céntimos.

Es de comprender el estado de cabreo tanto de la mujer en cuestión, como de su marido, Teodoro Lozano, que tras decir que eso es indignante, ha añadido, algo que además es lógico: “Para ésto es mejor que no nos paguen”.

La citada cantidad, esos 40 céntimos, es totalmente descriptiva en sí misma de unas entidades sin nada, no solo de humanidad, sino de lógica, ya que al realizar los trámites subsiguientes, seguro que éstos han costado más que la cantidad final, lo cual es un verdadero sin sentido.

Y en la ficción televisiva de Chanquete, si algo afloraban eran los buenos sentimientos, y eso que siempre se ha dado en llamar “valores”, que por lo que se ve  ahora, y como está desapareciendo, como se decía antes, dinero a tutiplén, los valores se habrán ido en el mismo saco, pensando quizás que deben de ser una especie de bonos del tesoro.

Por eso, hoy mejor que nunca el grito “Del barco de Chanquete no nos moverán” debe de ser una especie de recordatorio de todo lo que hemos ido perdiendo en muy poco tiempo, y que a nuestros padres tanto les costó conseguir,

Lo triste de los cuarenta céntimos es el comprobar lo seguros que se encuentran los que están en el lado de la ley, y de lo políticamente correcto. Y que solo mueven el trasero cuando son ellos los afectados.


Quizás lo absurdo del banco de Chanquete, y su fuerza al mismo tiempo, es ese desubique  de aquello para lo que estaba destinado, el mar, teniendo que conformarse con un pequeño prado. Lo mismo ocurre ahora, que aquellos a los que se les vota para que realicen un buen trabajo para todos, y en un momento dado puedan ser nuestros salvadores, lleguen a ser nuestros verdugos, no quizás con armas letales, sino con su falta de empatía. Porque todavía hay personas que no saben distinguir entre lo correcto, o legal, y lo justo.


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lunes, 4 de mayo de 2015

PASEAR COMO COARTADA



Siempre me ha gustado pasear, pero últimamente estoy llegando a pensar que hacerlo tiene un punto de egoísmo, de coartada, de pretexto, e incluso de disculpa.

Pasear puede ser huir de los problemas, o ver la gente pasar pero no comprometerse con nadie. Mi madre, que siempre ha sido una pragmática, diría que es no depositar el huevo en ninguna parte. Para ella el huevo siempre ha sido, aunque quizás conscientemente no lo ha sabido, “la verdad”. Porque la verdad, como el huevo, tiene un mucho de frágil, y de incómodo, el huevo se supone que al ponerlo, y la verdad al defenderla.

Pasear es jugar con todos y con nadie. Tiene, y quizás visto precisamente en estos días, un tufillo a campaña electoral, de promoción, y como dice el dicho, mucho de abarcar y poco apretar.

Pasear en un atardecer, puede ser jugar con las luces del teatro del mundo, diciendo que en los atardeceres ves lo mismo pero de otra manera. Lo que en el cine sería un “remake” pero lleno de efectos especiales.

Como en todo lo dudoso, ahora al paseo se le promociona con buena prensa. "Es bueno para la salud porque andar significa masajear la planta de los pies, y con ello, todo el cuerpo". Pero yo no paseo por bondades medicinales, que nunca vienen mal por otra parte, sino como decía mi tía Tina desde que era pequeño: -Este niño no puede parar ni aunque se le ate.

Y quizás mi tía, sin saberlo, tenía un mucho de psicóloga. En la acepción de la palabra “atar” va implícito el “para siempre”. Por eso nunca he entendido, por ejemplo, el tatuaje. Esa manía de ponerse en el cuerpo, pero de otra manera, “yo estuve allí”. O “en aquel tiempo mi cuerpo estaba invadido por un sentimiento de…”.  

Lo importante es sentir, conocer, andar, y nunca explicar,  porque en el peor de los casos van a pensar que es para dar envidia, y en el mejor, no te van a comprender.

Pasear, desde un punto de vista cinematográfico, puede ser vivir una road movie, película de carretera, pero a la española, es decir con un pequeño presupuesto y escenarios cercanos.


Recordando el chiste de Jaimito, pasear tiene mucho de hacer el amor, en el concepto de “conocer gente”, pero muy de pasada. Y quizás, en el fondo, muy en el fondo, está el que uno ya tiene suficientes problemas, y no necesita cargar con los de los demás, pero sí sacar los propios a airear, primero para que no huelan, y segundo porque quizás, con los traslados, vuelvas a casa con alguno menos, y nunca con más.


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domingo, 3 de mayo de 2015

AQUELLOS DÍAS DE LA MADRE


¿Pues qué queréis que os diga? A este vecino del mundo el concepto “día de la madre” siempre le conduce, sino a la tristeza, sí al menos al melancolismo.

El día de la madre tiene aroma a tiempos pasados, a eso tan manido y a veces tan verdad de que cualquier tiempo pasado fue mejor. A que eras el rey de la casa antes de que te destronaran, no por propia abdicación, sino por un renacuajo que vino sin avisar y normalmente sin ser pedido, y que a medida que iba creciendo ibas comprobando que quería tus juguetes y que, además, te los rompía, con el amparo de una madre que con una sonrisa en los labios te decía, como única defensa de esa sabandija de cuatro patas, que era más pequeño que tú.

Este vecino del mundo recuerda que antiguamente, hace unos cincuenta años, el día de la madre era el 8 de Diciembre. Y quizás, por aquello de ir separando unos gastos que apenas dos semanas después serian álgidos, se pasó a celebrarlo en otra época del calendario donde las ganancias, para los empresarios naturalmente, eran entonces menores.

Al recrear aquella época, en la mente aparecen una radio con una impresionante luz verde, y que hoy sería el equivalente a los mejores efectos especiales,  grande, porque era un  mueble, e incrustada en el armario blanco de la cocina. Una radio que acaparaba los mejores momentos de la jornada, con aquellos discos dedicados, en ese día naturalmente a una madre, que visto con ojos de hoy se auto-regalaba canciones de Antonio Machín, Los Xey; o para hacernos reír, uno de esos discos de Gila contando entre llamada y llamada una guerra que debía de ser más divertida que la que alguna vez oías entre susurros en casa. Recuerdos de aquel tío al que le faltaba un brazo, y que nunca te respondían dónde lo había perdido. Siempre me pareció curioso lo de “perder un brazo”, porque comprobaba el mío y no se podía soltar. El brazo de mi tío sí debía de pertenecer a la guerra de Gila, junto con lo de los espías vestidos de lagarteranas.


Decir día de la madre, en aquellos recuerdos de finales de los cincuenta, tenía un inequívoco olor a castañas, cocidas en el estilo materno, o compradas del horno con forma de máquina de tren, del caramelero de la plaza. Y sabor a turrón, porque en nuestra casa era la inauguración de la temporada de un producto netamente navideño, y que en ese día se vestía especialmente de mazapán, y de lo que hoy conocemos como Pan de Cádiz.
                                                                                                 

El día de la madre siempre es una puerta al pasado, y enarbolar la bandera del recuerdo, de esa madre que ahora ya anciana, fue a los ojos de sus hijos, la mujer más guapa, e importante, del mundo.

*ILUSTRACIÓN: DE LA RED

sábado, 2 de mayo de 2015

ESQUINAS LIBRES DE COLCHONES



Sin intentar hacer un chiste de la situación, en momentos de crisis económica es más que previsible quedarse sin Monedero, y ésto es lo que le ha pasado a Podemos. Y los que antes ponían el acento en Venezuela, ahora lo ponen en las desavenencias en un partido recién nacido, y que por el mero hecho de estar,  ha puesto nerviosos a muchos.

Se podrá hablar, y en abundancia, de que una cosa es la teoría y otra llevar una idea, un nuevo partido, a la práctica, pero eso es el juego de la vida en sí, teoría y práctica, o el famoso prueba y error.

Este vecino del mundo está totalmente convencido que por el mero hecho de que Podemos haya nacido, ya el juego electoral ha cambiado, y esos intentos de regenerar fachadas de PSOE y PP es un claro ejemplo de ello. Lo que ocurre es que con limpiar la cara de un partido no es suficiente a tenor de cómo está el patio de choriceo, corrupción e ideario más que trasnochado.

Y es que cuando se hinchan las venas  de los políticos de turno y se les sube la tensión, aflora toda su verdad. Como le ha ocurrido, hace pocos días, a la Señora Aguirre al intentar prometer, aunque nadie se lo pidiera, al menos a la vista de la opinión pública, dejar las calles madrileñas limpias de todo aquello que puede “azorar” la vista de un turista. Y es que confundir la potestad en un ayuntamiento y aquel antiguo, pero al parecer eterno, “la calle es mía”, es frecuente.

En realidad, y bien pensado, la calle tiene que ser para el que la trabaja, y si alguien lo hace, son esas personas que por diversas circunstancias se han visto avocadas a vivir en ella, por mucho que lleven colchón o no. Y lo del colchón no es un tema baladí, ya que al tener que rectificar sus primeras declaraciones, Doña Esperanza dijo que ella no se metía con los que lo han perdido todo y están abocados a vivir sin techo, sino a los  que están en la calle con los colchones, y luego mezcla a “mafias” callejeras en el tema.


La duda que le entra a este vecino es si la Señora Aguirre parte de que los bancos se deben de quedar con las casas al completo, incluido mobiliario y ajuar, y quizás le cabree el comprobar de que algunos en ese naufragio que supone un desahucio, literalmente, salven los muebles.

Y volviendo a Monedero, este vecino ve con buenos ojos que cada uno tenga su Pepito Grillo, o su piedra en el zapato que le recuerde lo que quería ser, y lo que es. Y quizás Podemos haya actuado como un Monedero con los demás partidos, y ahora, ellos mismos, se tengan que replantear también muchas cosas.

Más de uno se habrá dado cuenta de que este vecino del mundo no ha mencionado para nada a CIUDADANOS, y es que cuando un partido es tan parecido a otro, PP, pero cargado con buenas intenciones y aires renovadores, desde la atalaya de la que “vigilamos” el día a día, atisbamos con seguridad, de que en el futuro, al PP le vendrá bien Ciudadanos, aunque eso suponga remover la máscara de un partido lleno de más luz que la que se desprenden de sus ideas.

A poco tiempo de unas elecciones, que aparezcan estudios de voto, que siguen dando, esta vez con la ayuda de Ciudadanos, la alcaldía de Madrid al PP, este vecino no sabe si es descorazonador, pero cuando menos es comprobar que tenemos lo que nos merecemos y que luego no debemos ir llorando por las esquinas, esas mismas que quieren que estén libres de colchones.

Este vecino por su lado, está poniendo en este mismo momento un póster de Monedero en la puerta de su habitación. No, no está enamorado de él, sino que quiere acordarse, al comenzar cada nuevo día, de lo que fue el ideario de juventud, para no apartarse mucho, y en su caso recuperar rumbo, de dónde quiso llegar.


*FOTO: DE LA RED