miércoles, 3 de febrero de 2021

¿QUIÉN SERÁ?


 No sé vosotros, pero llevo una temporada en que un día sí y el otro también, recibo llamadas telefónicas, en que me brindan ayudas de todo tipo, sin ni siquiera haberlo pedido.

Acabo de recibir una, a las seis de la tarde, en que poniéndome como muleta Travel Club, se interesaba por mi “cuenta de la luz”, así literal. Me ofrecía el oro y el moro, como se dice vulgarmente, para velar de que no siguieran abusando de mi buena fe…

Después de más de seis décadas en este planeta, uno ya sabe cómo va la película, e incluso la mayoría de las películas que te pueden contar durante tu vida. Y antes de que te pongan mirando para Cuenca, perdón de antemano por esta ciudad contra la que no tengo nada, y me saquen dinero de una manera u otra, prefiero cortarlos por lo sano.

Este mundo, en el que antes de que primara lo políticamente correcto, se decía que era “una merienda de negros” y ahora no se puede decir nada sin que se ofenda algún colectivo, el más tonto hace relojes de madera, y además le funcionan. Al menos el tiempo necesario para que alguien sea el “paganini”.  

Hace ya muchos años que se acabó el que te llamaran a la puerta para ofrecerte desde libros a alfombras, hasta directamente ponerte la mano a modo de petición con cara de pena.

Y es que el teléfono no tiene la mirilla que tiene la puerta, y que te hace componer una opinión sobre si debes o no abrir la puerta. Porque ver nueve cifras, o las que sean, que te están llamando, lo único que consiguen, en el mejor de los casos, es crearte interés en una especie de ruleta rusa que puede ser mortal.

Hace ya mucho tiempo, en mi prehistoria, me di cuenta de que si me llamaban “caballero”, malo, siempre peligraba mi cartera. Y desde entonces ahí seguimos, en la lucha diaria.

*FOTO: DE LA RED

 


martes, 2 de febrero de 2021

LOS PEORES ENEMIGOS...

 

Unas recientes declaraciones de Reyes Maroto, Ministra de Industria, Comercio y Turismo,  para Onda Cero, asegurando que "...quieren tener todo preparado para que en Semana Santa se pueda empezar a viajar de una manera segura… “ ha dejado clarísimo uno de los métodos, el de la zanahoria atada a un palo, utilizado por nuestro Gobierno.

No hace falta aclarar que cuando hablo de “nuestro Gobierno” incluyo también a todo gobierno autonómico, y a los diferentes partidos. No se salva nadie.

El problema de darnos cuenta del método de la zanahoria, es que inmediatamente percibimos también de que nos tratan como a un rebaño de ovejas, que formamos la mayoría de los españoles de buena fe, y a los que entre otras cosas, nos pueden llevar al matadero, como lo están haciendo, teniendo como muleta un futuro casi próximo, en teoría, esplendoroso.

Pero ya se sabe…, al final nos pasa como en aquel viejo chiste, un optimista crónico, que preguntado por su vida sexual, la describía diciendo que “Follo casi todos los días. Casi los lunes, casi los martes…”

Y es que hay muchas maneras de ver la vida, entre ellas la de vivir rodeados de voces en off, que te hacen ver siempre las supuestas luces al final del túnel, y así intentar obviar la oscuridad en que estamos metidos.

Hace ya un tiempo que os dije, que había quitado al alcance de mi vista, todo objeto cortante para así poner a salvo mi integridad y la de mis venas. 

Ahora acabo de decidir que también voy a tener que proteger con bandas esponjadas todo tipo de aristas para evitar darme cabezazos. ¿El motivo? Esa Presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que se ha descolgado con un “diferente” orden de prioridades (camareros, profesores, cajeras y periodistas) para cuando pueda vacunar masivamente.

No puedo negar que si algún día necesito a la mejor publicista, intentaré ficharla para el puesto. Eso, si acepta trabajar siempre con gafas de sol.

Y es que sus ojos siempre serán su peor enemigo…

*FOTO: DE LA RED

lunes, 1 de febrero de 2021

LA REINA DEL NOSEQUÉ

 


Desde que hemos aprendido a conjugar el verbo “vacunar” hay una especie de carrera entre los que tienen un gramo de poder para hacerlo, que si te cruzas con ellos en el momento de tomar su decisión, te pueden hasta arrollar.

Luego nos quejamos que el calendario de vacunación se está retrasando con los dimes y diretes de  las farmaceúticas. Si todo hubiera ido miel sobre hojuelas en lo programado, a saber si hubiera quedado algún frasco para ser puesto en el orden autorizado tras la carrera del siglo de los sinvergonzones...

La mayoría de los tertulianos, en los foros de opinión, se muestran entre sorprendidos y cabreados. En lo de cabreados les doy la razón, pero en lo de sorprendidos, no, en una España todavía con olor a cortijo y en el que en las fiestas de los pueblos  la hija de él” se pone por delante, por ejemplo, a la hora de ser nombrada, “bella” o “reina” del “nosequé”.

En un país en el que todavía está muy presente el famoso “el que tiene padrino se bautiza”, más de un obispo, por ejemplo, ha demostrado que tiene más fe en su poder en la tierra, que en el poder de su Dios, al menos, con respecto a la pandemia. Y que ellos, esos miembros de la Iglesia con prisas por vacunarse, en lo último que están pensado es que sus feligreses van en un barco en los que ellos son su capitán y que en caso de peligro de hundimiento ellos debieran de dar ejemplo de cumplir con las normas que se han establecido, al menos para no ir a su infierno.

Esta pandemia, como cualquier guerra, está sacando lo peor de nosotros. Con el agravante de que los pillados en esta carrera por la vacuna, además se siguen preocupando por su imagen, y nos dan excusas de lo más peregrinas a modo de un Pinocho desaforadamente mentiroso. Es una manera indirecta de demostrarnos cómo ven al resto de los que comparten con ellos el paso por este mundo: Se nos caen los mocos mientras nos chupamos el dedo.

¡De vergüenza!

*FOTOGRAMA: PINOCHO

martes, 12 de enero de 2021

EGOÍSMO SOBRE PAISAJE EN BLANCO

 Últimamente los españoles nos estamos especializando en coger un tema y no parar hasta agotarlo, al tema y a nosotros con él. De hecho en estos doce días que ya han pasado del año nuevo, todavía prácticamente un bebé, no paramos del blablablá.

Ahora estamos con la gran nevada para arriba y para abajo. Si se pudiera haber hecho más o menos, o incluso haber empaquetado al blanco elemento según caía y venderlo con un lacito rosa.

Quizás el gran desacierto ocurrió el mismo viernes, al dejar que la  gente trabajara por la tarde, y consecuentemente luego se les hiciera tarde para regresar a sus casas, quedando muchos de ellos tirados en las diversas carreteras de circunvalación, y con grave peligro para sus vidas.

Pero con este tema como con la mayoría siempre fallamos en lo mismo: ¿Quién le pone el cascabel al gato? ¿Quién toma la decisión y con ella la responsabilidad?

A nosotros, a todos, se nos da muy bien el hablar como si fuéramos en un ascensor, a ser posible que no sea el del Empire State Building, por aquello de que probablemente intentando llenar el silencio de ese momento, acabaríamos con todos nuestros argumentos, como armas de fogueo, antes de llegar al final.

Siempre se ha dicho eso de que cada español es un entrenador de futbol que sabe, por supuesto, mucho más que el “oficial”. Pues ahora todos somos, ya nacemos incluso con el carnet, de tertulianos. Sabemos de todo, y dominamos todos los temas. Y así se ha demostrado con nuestro comportamiento, haciendo lo que nos sale del mismísimo, bajo la excusa de que no nieva todos los días.

Lo mismo ocurre con nuestros políticos, que mas bien están actuando las veinticuatro horas como tertulianos, esparciendo la propaganda oficial de cada momento.

Muchas veces da la impresión de que antes de salir de sus casas por la mañana, reciben unos cuantos folios por el correspondiente correo electrónico, y así luego van coincidiendo en frases enteras como si fuera el estribillo de la canción que ese día toca en cada partido.

Ya para acabar, decir que lo mejor que he oído estos días sobre la gran nevada, y el comportamiento de la gente desoyendo los “consejos” de sus políticos, se refería concretamente a los madrileños, pero es extrapolable al resto de los españoles:

Si un día en lugar de una gran nevada, hay un tsunami, pese a las advertencias, la gente saldrá a nadar”.

Lo suscribo.

*FOTO:  DE LA RED

 

sábado, 2 de enero de 2021

ÚLTIMAS Y PRIMERAS VOLUNTADES...


 Comienzo el año cabreado.  En la madrugada del día 2 de Enero he perdido un vuelo a Mallorca. He llegado tarde por minutos, y lo que es peor, he visto como el aparato tomaba vuelo con mi familia dentro.

Ha sido en sueños, pero es todavía mucho peor. Porque allí no existe la nueva normalidad ni saben de pandemias ni de “confinamiento” que según  La Fundéu, Fundación del español urgente,  por su parte, la ha elegido su palabra del 2020. Era una de las palabras más claras de los últimos años, por obvia, en un año nada obvio, sino descarado y hasta insoportable.

El primer día del año me lo he pasado en casa intentando abandonar en cualquier esquina el pedal agarrado en la Nochevieja, y con las manos preparadas para hacer aspavientos por si alguien a mi alrededor hablaba un poco más alto. 

No ha hecho falta las precauciones porque siguiendo la estela de la noche anterior, la última del año, sigo más solo que Iñaki Urdangarín cuando estaba en la cárcel. Que él, al menos, ha terminado el año con buenas noticias, y le modifican, a mejor, sus condiciones penitenciaras.

Bien pensado, yo también tengo buenas noticias. En Nochevieja he inaugurado mis viajes por Skype en la modalidad de ebrio hasta las cejas. Iba a decir que el sufridor, pero como iba tan pedo como yo, o incluso más, lo de sufridor le viene grandísimo, es mi único amigo sobreviviente junto con este vecino del mundo de nuestra cuadrilla original.

Lo de mi pedo, mi castaña, mi cogorza, mi merluza, tampoco tiene mucho que comentar, ni ponerme cerca de Baco como alumno aventajado. Al no beber alcohol normalmente, la melopea la he debido de coger al agarrar el corcho de la botella de cava para extirparlo. A no ser que en las borracheras también haya una variante británica que contagie también muy rápidamente.  Pero creo que no va a ser el caso.

Antes de terminar quiero pedir perdón a mis vecinos que sobre la una de la madrugada de Nochevieja, me hayan tenido que sufrir a voz en grito mis conversaciones con mi amigo diciéndole a él y a su pareja, lo mucho que les quiero. Ellos también están en Donosti, pero cuando te pones por Skype ya partes de que Internet tiene que ver mucho con “La guerra de las galaxias”. Es como si ocuparas una nave espacial que te va a teletransportar, y uno ignora los recovecos que tiene el ciberespacio. 

*FOTO: DE LA RED

 

lunes, 28 de diciembre de 2020

EN LA ESPALDA DE LA LÓGICA


 Hoy sí que se puede utilizar el verbo “ulular” para describir lo que el viento está haciendo sobre el tejado de mi casa. Y no es nada metafórico.

Es uno de los peligros que pueden ocurrir si te despiertas en la mitad de la noche y recuerdas, lamentablemente, que la última colada todavía está sin tender,  y recuerdas también que aunque suene a título de película, desgraciadamente no es ninguna película que te has montado, y estás solo en casa también por Navidad, aunque no seas Macaulay Culkin ni hayas tenido una adolescencia cuando menos complicada…

Las pocas luces navideñas que el ayuntamiento donostiarra destina cada año, al menos en mi barrio, se mueven como locas entre la lluvia que cae como sino hubiera un mañana.

Por esas cosas que no tienen sentido, mi mente me recuerda ahora mismo, que ya estamos en el día de los inocentes. Siempre que recuerdo ese día, por cierto, en mi mente aparece el consabido muñequito de papel pegado a una espalda, que hasta ahora al menos nunca ha sido la mía.

Bastante se encarga ya el destino por su cuenta de gastarse bromas el resto del año, de las que por supuesto sólo se ríe él.

Este año lo de la pandemia ha sido bastante pesado y un mucho reiterativo. Y a ese carro se han apuntado para pegar el muñequito con saña en la espalda de la lógica los negacionistas, y un Miguel Bosé llegando a imitarse a sí mismo pero de una manera desaforada.

No me había fijado hasta ahora la tristeza con un punto de añoranza que se puede desprender de una calle solitaria en la mitad de una noche, con la lluvia como castigo convirtiendo en espejo lo que hasta hace poco era asfalto.

En momentos como éste es comprensible que en cualquier instante puedas descubrir una puerta que te dirija a la poesía, y ya nunca veas el mundo de la misma manera. No tiene antídoto, ni hace falta. 

*Foto: F.E. Pérez Ruiz-Poveda


domingo, 27 de diciembre de 2020

PÁJAROS DE VOCABULARIO...

 

Tengo un primo, Koldo, que dice cosas como “Hace un frío del Caravaggio” convirtiendo así, una más que posible ordinariez en puro arte. Ya le tengo dicho hace mucho tiempo que se debería de meter en política. Porque la mayoría de los partidos necesitan gente que nunca aterriza entre los suyos, que siempre está por las ramas, como pájaros de vocabulario.

Expresiones como distancia social y la nueva realidad, se han consagrado este año en un diccionario entre pandémico y de camuflaje, que te da una de cal y veinte de arena, para que mires a los lados donde se encuentra su muleta, sin nunca dejarte mirar al frente donde es más que probable que se encuentre la verdad. Sin poder coger un poco de aire para saber cuál es el timo, lo malo, si la cal, la arena, o la cordura que te intentan arrebatar.

Hoy mismo, si nos fijamos en todos los medios de comunicación, ya han convertido un reparto, más que mísero todavía, de vacunas en un reality show, más que digno en la Cadena alegre, anacrónico en todas las demás.

Nos enteraremos, sin preguntar nosotros nada, de sus nombres, edad, estado civil, y de sus dimes y diretes vitales hasta el día de hoy, su clímax, y a poder ser, de eso se trata, el nuestro. ¡Vamos! Que no ocurrirá el famoso y anhelado “edredoning” entre ellos, más que nada porque hay que mantener esa dichosa “distancia social”…

Los colegas aventajados de Koldo han logrado convertir esta guerra que nos ha tocado vivir en una continua visita a un parque temático, en la que no nos damos cuenta los demás, solo al que le toca en cada momento, que los heridos y muertos son de verdad y para siempre.

Mientras, hacemos cola para la siguiente barraca de la feria.

Y es que… Antes muerto… que sin PCR, no nos queda otra. 

*FOTO: DE LA RED

sábado, 26 de diciembre de 2020

ASUNTOS QUE TRAEN COLA...

 Hay personas que cogen el rábano por las hojas y quienes creen que sus gustos son los gustos de todos.

El día de la Lotería de Navidad había entrado un momento en Twitter para publicitar este blog, cuando de pronto alguien al hablar presuntamente en nombre de todos, se erigió en el ombligo momentáneo del "pájaro azul", preguntándose el por qué si a nadie le gusta la fruta escarchada, en el roscón de reyes los fabricantes se empeñan en seguir poniéndolo.

Estuve a punto de decir que a mí sí me gustaba, pero como soy consciente de cómo está el patio de las redes sociales, evité que alguien me agrediera con fake news creadas exprofeso para romperme la cerámica de mi honor. Y como se dice en “Lo que el viento se llevó”, una vez que eso se rompe, por muy bien que lo pegues siempre se notará la rotura.

Estaba claro que al ombligo tampoco le había tocado la lotería y quería tirar sus presuntas pedreas a dar posiblemente en el ojo de cualquiera que moviera su opinión con el derecho que por supuesto le asiste.

Parecido les pasa a muchos políticos que confunden sus deseos con los de su electorado.  Y ni todos los de izquierdas perdemos el sueño por la república, ni entonamos “Galapagar, mon amour”.

En política los Reyes Magos, Santa o el Olentzero, entre otros, como autónomos que deben ser, solo vienen en las elecciones. Y ya hay bastante carbón acumulado para repartir. Y que luego nadie se queje de que las izq¡uierdas ya no llegan al mínimo para seguir mandando. Como decía aquel  anuncio de la Dirección General de Tráfico: Las imprudencias se pagan.

Por lo demás, estos días y con el frío que hace me acuerdo mucho de las llamadas colas del hambre, y de esos hogares que llevan meses sin electricidad, y con lo que es peor, sin ningún atisbo de que la cosa mejore… ¿Feliz Navidad?

*FOTO: DE LA RED

viernes, 25 de diciembre de 2020

EFECTOS DE UNA NOCHEBUENA...

 

He visto por decimonovena vez “Love actually” y el personaje interpretado por Laura Linney sigue sin ligarse definitivamente al buenorro de la oficina (el actor Rodrigo Santoro).

Algunas veces las películas se parecen demasiado a la realidad y no se pueden maquillar ni con efectos especiales alcohólicos aunque sea Navidad. Y es que hay momentos en que la cabeza todavía no está para exactitudes de dónde o cuándo.

Por lo demás, en el mensaje del Rey, éste ha dicho lo que tenía que decir pero “sin discos dedicados”, y mucho me temo que muchos, los de siempre, le van a volver a crucificar, confundiendo la Navidad con la Semana Santa.

Tengo un primo que hoy pasaba la noche, por diversos motivos, en solitario, como este vecino, pero en diferente ciudad, que os conozco… Y es tan estricto, tan estricto, que cada veinte minutos habría las ventanas. Esperemos que en el peor de los casos no se muera de pulmonía…

Pensaba que nunca llegaría a decir esto, pero lo que es justo es justo, y he comenzado a ver el programa de Raphael, por curiosidad, y me he quedado enganchado hasta el final. Ha sido un recital, con invitados (a dar lo máximo de ellos), que por su delicatessen quizás hubiera tenido que ir, de alguna manera, dentro de “Masterchef”.

Son algo más de las tres de la mañana, y los donostiarras al menos, se lo han puesto fácil a Olentzero y a Santa Claus. En la mayoría de las casas ya solo quedan unas luces de colores intermitentes que dan pistas de que “no hay moros en la costa”. Esperando que no haya nadie defensor de lo políticamente correcto que se mosquee por esta expresión, antes al menos, totalmente coloquial.

Para la despedida, me voy con el deseo de que en mi casa al menos, ya que no va a venir ni el Olentzero ni otro colega de diferentes latitudes, dentro de unas horas, cuando despierte, no falte nada, porque en ese caso pudiera significar que este vecino fuera cleptómano, y sinceramente, ya con ser persona de riesgo tengo el cupo más que lleno...

*FOTO: DE LA RED

jueves, 24 de diciembre de 2020

UNA NOCHE BUENA DE VERDAD...


 ¡La Nochebuena ya está aquí!

En unas horas nos reuniremos, los que podamos, para celebrar, no hace falta repetirlo hasta la saciedad, unas fiestas diferentes.

Personalmente ya he hablado seriamente conmigo mismo para llevarme bien, al menos por una noche. Por lo tanto, mi microburbuja familiar ya está resuelta.

Hay que verlo desde el lado positivo, el único que hay que contemplar, y esta noche en mi casa no habrá ni guerra fría, ni caliente, para conseguir el mando de la televisión. Y como se dice llanamente: Veré lo que me dé la gana, y hasta cuando me dé la realísima.

Con respecto a el rey y su discurso por mucha crisis de la institución que se diga, lo que está claro es que va a ser uno de los años en que más expectativas se han creado al respecto. Aunque mucho me temo que a Felipe VI le va a pasar lo mismo que le ocurría a mi tío Jose, cuando llegaba tarde  y en mal estado a casa: Dijera lo que dijera, y si podía articular palabra o no, su futuro era muy jodido.

Lo de la vacuna, al parecer, y así es la cruda realidad, va para muy largo. En los tres primeros meses y en todo el territorio nacional se espera, en el mejor de los casos, haber vacunado a  unos dos millones de personas. No es poca gente, pero a la velocidad que presuntamente está mutando el desquiciado virus, no sabremos si la vacuna seguirá siendo tal, o un mero componente del kit de “Medicina de la Señorita Pepis”.

Se diría que continuando con la pedrea  de la Lotería, esta semana tenemos diez mil vacunas, que como decía aquel anuncio: “son juegos para compartir”.

Personalmente, os dejo, que tengo que ir preparando el escenario de esta noche, y sé que soy muy criticón, incluso conmigo mismo:

Que la noche, Nochebuena, y el Día de Navidad nos sean propicios a todos. Un beso muy fuerte.

*COMPOSICIÓN: DE LA RED Y PATXIPE

lunes, 21 de diciembre de 2020

DESEOS ANTE UN COMIENZO

 
Hoy es Santo Tomás, al menos en el calendario. En algunos sitios día de txistorra, talo  y sidra. Auque como casi todo este año, más "honoris causa" que nunca . 
¡Ya es Navidad!, y … yo con estos pelos.

Si a medida que vas cumpliendo años, los 365 días respectivos cada vez parecen pasar a más velocidad, lo de este año ha sido lo de una gélida película de Hitchcock y el más negro David Fincher juntos.

Suspense a raudales, y más cambios de guion que en Casablanca, e incluso recibiendo nuestros respectivos guiones, generalmente en los diversos informativos de radio  y televisión, momentos antes de que el futuro se nos haga presente.

Mañana mismo es el día de la Lotería de Navidad. Mi instinto me dice que me quede como estoy. Y es que parece un mal momento hasta para dar un paso adelante incluso para recoger un premio, no digamos entonces para convertirse en héroe.

Y es que enfrente nuestro está ese virus que nos trae en un verdadero sinvivir porque, entre otras cosas, no se le ve. Y solo se siente cuando ya deja víctimas tras él.

Ayer escuché en un informativo de la radio, que según diversos estudios hay evidencias de que el Covid-19, tras pasarlo, te puede envejecer el cerebro diez años, e incluso mermar tu coeficiente intelectual.

Y nuestros políticos, mientras, dejando puertas abiertas como la de los “allegados” para que la gente se siga moviendo a cualquier lado, y eso sí, sigan los comercios de todo tipo abiertos aunque los clientes cada vez sean menos…Y es que como hubiera dicho Arturo Pérez-Reverte en sus tiempos de reportero de guerra: "cada vez disparan más cerca".

Mi intención más que evidente al iniciar este post era felicitar por estas fechas tan especiales. Pero enseguida se me calienta la boca, bueno, en este caso las manos frente al teclado, ante la miopía, e incluso ceguera, de más de uno que solo piensa en su negocio, o en el negocio de sus votantes, y por ende, en el suyo propio. Y lo demás le importa menos que a nuestros políticos la Ética.

Lo dicho ya en la tarjeta navideña que encabeza este post, salida del corazón: 

¡Feliz Navidad! Y una próspera vacuna nueva…

*COMPOSICIÓN GRÁFICA: PATXIPE

 

sábado, 19 de diciembre de 2020

DÍAS DE MUCHA INTUICIÓN...



 ¡Lo sabía! Mi intuición, las pocas veces que me visita (que para eso soy un hombre de lo más normal; con más fallos, eso dicen ellas de todos, que una escopeta de feria), era acertada.

He puesto más marcha, cercana a la paranoia, a las luces, y ahora sus ramas son otras. Me ha parecido, incluso, que me sonreía. Aunque, por supuesto, soy más que consciente, que cada cierto tiempo necesitará relax, los dos lo necesitaremos, incluso penumbra.

Le he elegido el mejor emplazamiento de la casa, a la entrada de la sala, y junto al pasillo, pequeño… Y es que el espacio, los metros cuadrados, en Donosti al menos, se venden en joyerias, que junto con las tiendas delicatessen, siempre están en el Olimpo de los precios.

Es el primer año que me acompaña. Nuestra relación, como la de muchos ahora, comenzó vía internet. Vi su foto por casualidad, como ocurre en muchas grandes decisiones, y supe que era él a quien había estado buscando de un modo casi platónico.

Unas Navidades diferentes, a la fuerza, como la horca, necesitan compañías diferentes.  Preferiblemente que no te recuerden en nada al pasado. Y no convertir la tristeza, la melancolía, la añoranza, en ingredientes que puedan estropear cualquier plato, incluso cualquier momento, al compararlos con ese “El Dorado” que se esconde en los recovecos de la memoria.

*FOTO: F.E. PEREZ RUIZ-POVEDA

jueves, 17 de diciembre de 2020

POR NAVIDAD...

 

Qué verdad es esa de “vuelve a casa por Navidad”…

A mí personalmente ya me están volviendo, y no es broma, desde hace aproximadamente, una semana, unas dos veces al día, y no falla. Y a poder ser, cuando estás a punto de sucumbir al aroma embriagador de una siesta bien ganada, que ya vislumbras más allá de tus párpados, que cada vez pesan más, y ese sofá que parece se está volviendo mantequilla pura, y te hace resbalar más y más…  Y te pone mirando a tu Cuenca particular, que ya lo sabes, tú mejor que nadie, está más allá de ese techo donde todos los sueños son posibles.

Y a mí personalmente también, esas operadoras telefónicas, a las que me estaba refiriendo, tan inasequibles a tus problemas el resto del año, me llaman por ese teléfono fijo, que siempre te juras que lo vas a quitar porque ya no te llama nadie por él, pero al final no lo haces, quizás porque te recuerda al ayer, y a ese punto nostálgico-masoquista que todos tenemos.

En esas llamadas navideñas, por eso te fastidian y las intentas evitar, sabes que te van a ofrecer el oro y el moro, para luego decepcionarte como siempre, en una nueva versión de “prometer hasta meter, y una vez metido…

Para que luego digan, que en la vida no todo es sexo…

No lo será, pero se parece bastante cuando te sientes jodido, y para más inri, ni siquiera te puedes echar el cigarrillo de después... Más que nada porque nunca has fumado. ¡Raro que eres! Como bien se encargaba de decírtelo la que ahora es, y lo será para toda la eternidad, tu ex.

*FOTO: DE LA RED


 

martes, 15 de diciembre de 2020

UN INAPETENTE, PARA SERVIRLE

No sé a vosotros pero a este vecino del mundo el “corona”, ya le trato como de la familia porque está las veinticuatro horas con nosotros, me está dejando: de profesión inapetente prácticamente de todo.  Pero eso sí, algo bueno tenía que tener, a modo de un buen limpiador, está dejando todo nítido. Con las ideas clarísimas, si todavía tenía alguna duda, de cómo es la sociedad que nos rodea, y por supuesto, aquí no se escapa nadie, conmigo dentro, con nosotros dentro.

Una sociedad cada día más políticamente correcta, demasiado políticamente correcta, pero a la postre con sólo una idea que es ya una religión: ¿Qué hay de lo mío?

Nos pasamos una parte del día bajo la propaganda de que la culpa es nuestra por no tomar medidas profilácticas adecuadas, y la otra parte, bajo la propaganda también, de que somos los únicos que podemos salvar la economía del barrio, aunque durante mucho tiempo se olvidaron de él (creando verdaderas ciudades-tienda en la periferia).

Ahora es uno de esos momentos en los que todos apelan al corazón, pero no olvides, que junto a él, junto al corazón, la mayoría de las veces está la cartera.  Y entre viaje al corazón y viaje al corazón, la cartera siempre está en peligro.

Una de las curiosidades de esta pandemia es que pudiendo ser contagiado en cualquier sitio, si te aproximas gremio a gremio, todos coinciden, el suyo es uno de los más seguros, porque cumplen las más estrictas normas de seguridad.

Al final el ciudadano de a pie se tendrá que convertir en gremio también para hacerse más seguro, e intentar que al final y medio de reojo los demás gremios no den a entender que la culpa es del cliente, que anda como loco…

Aunque sería entendible que siendo el horno y el bollo, el sujeto activo y el pasivo a un mismo tiempo,  no nos llegue la camisa al …trasero, y andemos con él siempre a la vista.

El lector habrá notado que hoy no hemos mencionado al político de turno, de cualquier condición. Y es que lo mismo que ellos, confirmado, no tienen alma, este vecino del mundo no tiene Almax para su estomago, ni ganas de indignarse cada día un poco más.

Ya lo dijo Bécquer: ...qué solos se quedan los muertos.

*FOTO: DE LA RED

martes, 1 de diciembre de 2020

LA OTRA TRINCHERA

 

Aunque ya quedan pocos días para abandonar este maldito año, acabamos de entrar, sin anestesia, en un diciembre todavía por escribir, pero que tal como están las cosas, con muchas posibilidades de afrontar más absurdeces que nunca por parte de nuestros políticos y tertulianos de todo tipo de pelaje.

Si no solo no nos ponemos de acuerdo en la cantidad de personas que van a integrar las unidades tipo para celebrar las cenas navideñas, variando entre seis y diez personas, ahora y haciendo uso de nuestra picaresca, nos deberemos de poner de acuerdo en las características de los componentes de cada grupo.

Ya hay autonomías que están pidiendo que no se cuenten como “personas” a los menores de catorce años.

Personalmente este vecino del mundo pediría que tampoco se contasen a los "cuñaos", a los gorrones (que un día llaman a tu puerta, y para cuando cierras descubres que ya tienes a dos dentro, y si son de diferente sexo además en muy poco tiempo tienes un barrio de gorrones en tu pasillo,  y si dices algo es que eres un egoista), a los abuelos, que como además al día siguiente tendrán que cuidar de sus nietos, cenarán los primeros para así irse enseguida a la cama, ya que los padres tendrán que solventar los excesos alcohólicos,  y muy posiblemente otros, provenientes de hablar más de la cuenta, y no estarán para muchas luces, navideñas o no.

Al final, y si seguimos las directrices de nuestros pastores oficiales, los políticos con mando en plaza, corremos más que el riesgo de sufrir de esquizofrenia.

Y es que tenemos que portarnos bien, no salir, cumplir las normas establecidas hoy, mañana no se sabe si habrá otras, pero al mismo tiempo hay que consumir de todo y en todas partes que oficialmente estén abiertas, por aquello de mantener la economía del barrio.

Personalmente, este vecino ya se ha hecho una especie de tatuaje en su mente, para que así no se le borre, ni se lo intenten borrar:

Por mucho que nos vacunen cuanto antes, tengo más que asumido, que como mínimo no habrá que alejarse de nuestras respectivas trincheras no antes de septiembre.

Eso sí, hagas lo que hagas, si algo sale mal, la culpa siempre será tuya por no comportarte como se esperaba que lo hicieras. Porque nuestros, ya mencionados pastores oficiales, en todos estos meses, han dicho de todo sin importar contradicciones. Y en algún momento, obviamente, algo habrán acertado que les sirva de medalla para la foto oficial.

Nosotros, bastante tendremos con haber sobrevivido al COVID-19, y a esta España, que es más nuestra que nunca porque está sin pagar, que si no ya se la hubieran quedado los bancos y los partidos políticos, como siempre.

*FOTO: DE LA RED

 

 

lunes, 23 de noviembre de 2020

CUESTIÓN DE COMPLEMENTOS...

 

Como si de Pedro Sánchez y de su gobierno se tratara, este vecino del mundo aprovechando el fin de semana, que le pillaba en casa, como el resto de la semana, e incluso del mes, ,se ha reunido consigo mismo y ha decidido que hasta que no se vacune del Covid sea cuando sea, no va a asistir ni a ágapes, ni vacaciones fuera de casa.

Me imagino que esta decisión será como lo de dejar de fumar, porque este vecino del mundo nunca ha fumado, y si sirve para algo, por lo menos será para sentir lo largo que se hace cuando hay renuncias por medio.

Pues sí, este blogger se va a encerrar en su casita no solo hasta vacunarse si no a la espera de cómo evoluciona todo. 

Está un poco harto de que cada vez que se suba una loma y se mire desde la cima, luego nos pongamos a imaginar que estamos en la Sodoma y Gomorra de las terrazas y vermucitos varios. Y así hasta la siguiente ola, y además con el reproche de que todo ésto ha ocurrido por culpa del ciudadano, ya que cada propietario de negocio jura que la culpa no la tienen ellos. Que a la Covid no le gustan los complementos, peluquería o el negocio que sea.

Por cierto, y antes de terminar, decir que las manifestaciones de ayer en honor o por culpa de La Celaá salieron la mar de bonitas, incluso pintureras, con esos globitos y todo tipo de posters bien pegados en los vehículos, y en la mayoría de los casos guardando hasta simetrías. 

A este vecino del mundo ni le atañe en cuestión de hijos, ni de nietos, pero solo se debería de recordar que se está amenazando con que en autonomías que no las llevan partidos en sintonía con el gobierno central no se van a llevar a cabo las reformas.

Solo recordar, también hablando de complementos, que dependiendo de qué tipo de gorra te pongas, sea txapela, barretina, parpusa, o alguna otra, dependiendo de qué actitud tomes sobre resoluciones que no te gusten, te pueden acusar hasta de sedición.

Más de uno también debería de decidir quedarse reunido consigo mismo, y en el rincón de pensar, hasta después de las vacunas, e incluso hasta que pase el último cura de la procesión... 

*FOTO: DE LA RED

domingo, 22 de noviembre de 2020

UN NUEVO SUPERHÉROE...

 

Algunas veces viene bien el ser anónimo, o al menos no tener el poder de decidir por el resto del mundo. Me acabo de despertar, temprano, demasiado temprano quizás, y al leer los periódicos del día se nos recuerda que la vacunación contra el Covid, en el mejor de los casos, comenzará en enero, y no será obligatoria.

 Y la pregunta viene sola: ¿Si tú fueras uno de los superhéroes esos, como el que está casado con la Pataky, que viene del Olimpo de España, le obligarías a vacunarse?

Teniendo en cuenta que este vecino del mundo defenderá siempre el ADN de ser de izquierdas, debe de decir que está en cada uno decidir su fin último, aunque entremedias pudiera ocurrir algún fuego amigo…

Por eso comenzaba diciendo que algunas veces, quizás la mayoría, viene bien el ser anónimo, o al menos no tener que ponerse las mallas de superhéroe, y decidir por el bien de la humanidad. Por eso, lo de ser un Superpataky lo dejamos para un Chris Hemsworth cualquiera.

Con respecto a la otra pregunta que en cierta manera sería el reverso de obligar a todos, como pudiera ser: ¿Serías el primero en ponerte la vacuna?

En mi caso, y teniendo en cuenta que para ponerme la vacuna de la gripe he tenido que llamar yo, porque parece que mi existencia no debe de ser una urgencia nacional, sería muy rara la circunstancia, tanto que hasta sonaría sospechoso, el que tuviera que ser el primero. Pero entre eso,  y el no tomar la vacuna, está claro que doy el paso. Mejor, en este caso, ser un cobarde vacunado.

Está claro que este año no va a ser olvidado tan fácilmente, entre otras cosas porque se han resquebrajado todo tipo de negocios, incluido el del cine, que dicho sea de paso es la galaxia en la que habitan …los superhéroes. Aunque por esas cosas que tiene la vida, este año, y especialmente desde España, que en ese tipo de asuntos somos más que miopes, hemos descubierto la extrema importancia que tiene la ciencia y esos seres hasta ahora más que anónimos, y sin mallas: los científicos. 

*FOTO: DE LA RED

viernes, 20 de noviembre de 2020

OTRO TIPO DE JUSTICIA...

 

Las imágenes ayer en televisión de un Rudy Giuliani totalmente entregado a la causa, y a los millones de Trump, intentando destapar un presunto fraude electoral, o lo que en nuestro cortijo patrio bautizaríamos como un “pucherazo” de los de toda la vida, en realidad fue el más claro ejemplo de justicia divina en su modalidad de “salir el tiro por la culata”.

Rudy Giuliani, el otrora alcalde de Nueva York, estaba tan volcado en demostrar lo indemostrable a los presentes, en una especie de rueda de prensa, que unos chorretones provocados por el sudor y un mal tinte dieron al traste con presuntamente una gran sucesión de mentiras, y sin él quererlo, entró con gran fuerza, y por derecho propio, en lo que en el mundo del arte se hubiera considerado como una “performance”.

Las imágenes de un Giuliani derritiéndose bajo la tensión de la situación, a cualquier amante del cine le recordaron inmediatamente a esa compleja película, “Muerte en Venecia”, de un Luchino Visconti en estado de gracia, y a una gran interpretación por lo que no dice, pero que siente a gritos, de un Dirk Bogarde derritiéndose por dentro y por fuera por el deseo de un lindo efebo.

Giuliani ayer fue una auténtica metáfora con patas de lo que en realidad está pasando con su jefe, que una votación democrática ha reaccionado a toda una legislatura de velar primero por sí mismo, y luego por solo una parte del electorado.

A partir de ahora cada vez que salga Donald Trump en televisión, bastaría con acompañarle de la música de Gustav Mahler que acompaña al desmoronamiento de toda una época que retrata la película.

Nunca ha habido una justicia tan rápida  y eficaz que la provocada en teoría por una inocente mancha de tinte, y que a partir de ahora se debería de utilizar a modo de polígrafo o máquina de la verdad. No falla. 

*FOTO: DE LA RED

 

jueves, 19 de noviembre de 2020

LLEVANDO LA VOZ CANTANTE...

 

Yo ya llevo un tiempo hablando solo en casa, y por cierto ni se me caen los anillos ni reniego de ello; al contrario, muchas veces me propongo yo mismo temas de los que hablar. Eso sí, he decidido que en vista de que la Navidad se acerca, y por aquello de que a la fuerza ahorcan, me voy a obligar este año a cantarme algún villancico.

La gran duda es si me voy a asignar un villancico determinado, queda descartado de todas todas el de María Carey, por el más que evidente peligro de que se me altere la glucosa, o realmente me sorprenda con alguno de los clásicos de Bing Crosby e incluso me supere haciendo hasta los coros de las Andrews Sisters.

De todas maneras, habrá que andar con cuidado, y hablándome, como dirían los clásicos, muy quedo, porque como habrá limite de comensales, que se estima en unos cuatro, no sea que esa noche me convierta en un Carlos Latre sin licencia,  y vengan las autoridades competentes bajo la sospecha de que tengo al Orfeón Donostiarra dentro del armario.

Teniendo en cuenta lo surrealista que ha sido todo este año, lo de menos será que uno se hable, porque tal como está el patio, no se puede descartar ningún puente tendido, aunque sea con uno mismo. Esperemos que no me digan lo mismo que se decía con la autosatisfacción personal en tiempos de Franco, que te amenazaban con una ceguera permanente. Y es que ya sabréis, los que me seguís permanentemente, que este vecino no está como para perder más visión de la jugada…

Ya para terminar, esperemos, porque podía ser peor, que en cualquiera de las cenas de Navidad no me posea la voz del “cuñao” intentando demostrarme que soy un mindundi, y tenga que dejar de beber alcohol para ver si de esa manera el “cuñi” se calla. 

*FOTO: DE LA RED

martes, 17 de noviembre de 2020

CON ESTOS MIMBRES...

Tal como se están poniendo las cosas (ayer los de la vacuna Moderna hablaron de ella diciendo que tiene un 95 por cierto de eficiencia y su logística es más asequible que la de Pfizer) el año que viene nos lo vamos a pasar, en lugar de como en aquella canción que decía “de bochinche en bochinche”, de vacuna en vacuna.

El verano que viene en lugar de la canción del verano hablaremos de la vacuna del verano, y en el chiringuito de la playa, más pintado tras los respectivos cierres que una viuda en busca de novio, habrá otro tipo de friquis, aquellos que dicen que como no se fiaban, ellos previo pago de su bolsillo, ¡será por dinero!, se han tomado cinco o seis vacunas diferentes. Porque ellos, eso siguen diciendo, no podían más con la dictadura de las mascarillas.

Eso no sé si será el sueño de una noche de verano, o intentar blanquear éste negro presente, con los mimbres del humor, que ya se sabe que es una cosa muy seria. Que por cierto, en esta España que siempre ha sido más de reírse de los demás, que de mirarse en el espejo, y aunque sea guiñándose un ojo de complicidad, visualizarse en una viñeta con los tontos del día, o del minuto.  Y es que sesenta segundos dan para mucho, y te puedes sacar los colores varias veces seguidas, ya que el ridículo, como la vida misma, siempre es mejor en color que en blanco y negro.

Por lo demás, ahora los políticos de marras están intentando conjugar el verbo “Bildu”, cada uno desde las normas gramaticales que su madre patria le ha dado.  Y como ya se sabe, todo es cuestión de acento, más o menos grave, y de necesidad de aprobar no solo unas cuentas, sino asuntos que el tiempo parece haber desatado aún más…

*FOTO: DE LA RED