Ahora resulta que Julián Muñoz presenta también una petición de indulto, como en su momento lo hicieron el expresidente balear Jaume Matas y el expresidente del Sevilla José María del Nido, sin olvidar a el torero Ortega Cano, aunque digamos que éste es harina de otro costal.
Al final resultará que el despacho donde se reciban este tipo de solicitudes se va a convertir en un lugar de estrés, y es que no es para menos. Deben de tener las mesas repletas de expedientes esperando que el gobierno de turno, como en los circos romanos ponga el pulgar hacia arriba y perdone a unos cuantos.
Cada época tiene su moda. Hace unos años fue la época del pelotazo, momentos en que las vacas y los cerdos gordos, antes de ir a pastar a Suiza pastaban por lugares como Marbella, Baleares y el mismo Madrid. Y mucho de aquel ganado se transformó en un gran stock de chorizos, de los cuales unos cuantos están a la sombra, como todo buen fiambre que se precie, y otros en vías de estarlo.
Ahora es la moda de intentar dar pena, especialmente por razones de salud, y es que eso de delinquir, aunque sea presuntamente, debe de estresár mucho. Eso sí, nadie devuelve nada, y aunque aparentemente el dinero sustraído nunca aparecerá, en algún lugar debe de estar, o en su defecto, transformado en adquisiciones de bienes de algún tipo.
Esperemos que este gobierno además de dedicarse ahora a bajar el I.V.A., y el dejar quieta la futura ley del aborto, porque se acercan las elecciones europeas, no le dé por liarse la manta a la cabeza, y como si estuviera en el sorteo de la lotería de navidad, empiece a repartir indultos, por aquello de hoy por ti y mañana por mi.
Siempre se nos ha enseñado que la ley es para cumplirla. Pasarse de listo, y pensar aquello de que a mí no me van a pillar, tiene sus riesgos, y hay que pagar por ellos. Ya se sabe aquello de “a las duras y a las maduras”.
Hay excusas para todo, y eso bien lo saben los abogados que hoy te pueden demostrar que Dios no existe, y mañana decirte, con pruebas naturalmente, todo lo contrario, dependiendo de la parte que les va a pagar. Por eso, una vez que la justicia ha dictado sentencia, a cada cerdo, aquellos que pastaban por Marbella, Baleares, Madrid…, les llega su San Martín.
*FOTO: DE LA RED