lunes, 2 de diciembre de 2013

LLAMANDO AL NOTARIO

Y ya estamos en Diciembre. Y ni debo de comer turrón porque no debo de desgraciar más la báscula, ni he oído todavía un villancico. 
Aquí en Donosti, al contrario de nuestros vecinos bilbaínos, todavía no hemos encendido las luces por aquello de que la tradición manda encenderlas un poco más entradito el mes, aunque visto lo visto en los últimos años, prácticamente te tienes que convertir en Sherlock Holmes para detectar las luces navideñas.
Y es que nos regimos por tradiciones. Ahora hay que hacer esto y mañana lo otro. ¿Qué pasa si me lio la manta a la cabeza y salgo con una zambomba cantando a la calle?
Pues como mínimo me dirían que no soy euskaldun de pura cepa, ya que la zambomba no es vasca. En cambio, si tocara el txistu…, pues eso ya es otra cosa, haría patria.
El otro día estaba pensando en casa, que por cierto llamé al notario para que certificara que en algún momento de mi vida, he llegado hasta a pensar, y decidí que el oficio de escritor cada día está peor considerado. Antes, prácticamente ser escritor equivalía a pasar hambre, ahora es pasar vergüenza. Y es que en teoría ya cualquiera escribe un libro: David Bisbal, Belén Esteban…
Me los imagino en casa un día, sin ningún photocall que llevarse a sus espaldas, y nunca mejor dicho, y de pronto como a aquel que le da por ir a buscar setas, deciden: -Voy a escribir un libro.- Y para no tener que andar preguntando por ideas, deciden hacerlo sobre su vida.
Lo primero que se le ocurre a este vecino del mundo es que antes de que escribieran su libro, les tendrían que explicar cómo es un libro, cómo se coge con las manos, se abre, e incluso se lee, y dónde se vende.
Bueno, y ahora en serio, en realidad están creando puestos de trabajo, y me imagino que en negro, sino no se me ocurre el por qué se les llama “negros” a los que hacen ese trabajo, que en teoría, además, no existe, porque los famosos dicen que han sido ellos los escritores. Entonces el verdadero escritor del libro cuándo cobra, bajo qué concepto lo hace, y quién le paga. Aunque eso son preguntas que me imagino ni Iker Jimenez me podrá contestar. Y es que por una vez que pienso…Buenos mal que he llamado al notario, porque de lo contrario, nadie me iba a creer.

*FOTO: DE LA RED

domingo, 1 de diciembre de 2013

CON AROMA DE UTOPÍA

Los domingos, este vecino del mundo, se suele levantar sin licencia de armas. Es decir, sin ganas de meterse con nadie, ni que ese nadie se meta con él.
Sin embargo, a las primeras de cambio, desde las páginas del periódico “El mundo”, un “jubilata”, otrora líder de la izquierda, Julio Anguita, y que está promocionando un nuevo libro con aroma a utopía, nos dice que “Tengo una pensión de 1.848 euros, un Seat León y un ordenador. ¿Para qué más?"
En primer lugar, uno se pregunta, todavía intentando desayunar, hasta qué punto, el mismo interpelado, Julio Anquita, estará contento con ese titular a modo de resumen de la entrevista. Porque cogido así, los 1.848 euros es una cifra que no está nada mal, y que para sí la quisieran la mayoría de los futuros contribuyentes, que ni van a tener la oportunidad de cotizar cuarenta años, ni por esas cantidades.
Con respecto al coche, este vecino del mundo siempre se ha visto más como pasajero que como piloto, y no entiende, ni quiere entender, de coches. Solo que para este vecino “león¨” ya es mentar a la “bicha”, al vecino del campo de al lado, por aquello de la rivalidad en los derbis futbolísticos.
Está claro que el Señor Anguita, Don Julio, daba a entender, desde la modestia, que con ese dinero, no mucho, un coche normal, y un simple ordenador, ya era feliz.
Ocurre que, puesta la felicidad en cifras, que siempre está mal,  y muerta y enterrada la utopía, dentro de unos años, y si hay películas de los años sesenta, en las que se ve, como un mismo vecindario compartía prácticamente una televisión para todos, el futuro no le va a ir a la zaga.
Más o menos lo que se ve en la trilogía de “Mad Max”, un mundo en el que se va a luchar por todo, por el carburante, por el agua...
Y es que si algún incauto estaba esperando alguna ayuda, por ejemplo, desde los sindicatos, éstos ya han demostrado con creces que están más que ocupados en pequeños grandes chanchullos. Adorando los gustos patronales, grandes bolsos de marcas, pero demostrando un quiero y no puedo, en el que dan de comer a esclavistas orientales, a aquellos mismos a los que denostan, y convierten el ahorro de no comprar grandes nombres, en chapuza nacional, que les sale casi tan caro y les deja las vergüenzas al descubierto.

*FOTO: DE LA RED

viernes, 29 de noviembre de 2013

SACANDO LA PATITA

Como hoy se estaba promocionando por todas partes el famoso Black Friday americano, un día en el que teoría se rompen los precios en muchos productos, y que siempre es posterior al día de acción de gracias, este vecino se ha pasado por la tienda francesa de las cuatro letras, especializada en libros, cámaras fotográficas y telefonía, y que tiene la por siempre gentileza de cobrarte la bolsa de plástico aunque te hayas gastado, por ejemplo, más de trescientos euros por una impresora.
Por la descripción hecha de esta gran superficie está claro que mi intención lejos estaba de comprar algo, sino solo de ver si se habían maquillado un poco los precios, y a este vecino le ha parecido que los gerifaltes no se habían herniado especialmente a la hora de bajarlos.
Pero la mañana, no por eso, ha dejado de ser clarificadora en algún aspecto. Me explico.
Este vecino se encontraba en la sección de teléfonos libres como el mar, cuando dos personas estaban hablando al lado suyo, y uno de ellos dice:
-Tengo que mirar un teléfono.-Y la otra persona le contesta – ¿Para ti o para tu mujer?
Puede parecer quizás una tontería, pero a este vecino la distinción del “amigo” entre un teléfono depende de para quién sea, le ha parecido bastante extraña, y como hace mucho tiempo se prometió así mismo que antes morirse que quedarse con una duda, aunque siempre con mucha educación, dirigiéndose al “amigo” le ha preguntado aun arriesgo de recibir una mala contestación:
-Perdone, joven, no entiendo mucho de teléfonos móviles. ¿Cuál es la diferencia entre un teléfono para un hombre o una mujer? -. El interpelado, que en ningún momento ha aparentado sentirse molesto, comenta: -Más que nada por los colores del chasis, y que yo no le compraría un teléfono muy potente.-
Como ha debido de ver la cara que este vecino le debía de estar poniendo, termina con esta joya: -Porque para hablar con sus amigas con uno normalito seguro que ya le vale.
Creo que sobran las palabras, y que las cosas nunca ocurren porque sí. Todos más o menos vamos avisando de nuestro comportamiento futuro al sacar la patita cuando menos lo esperamos.

-FOTO: DE LA RED

jueves, 28 de noviembre de 2013

CARNE GRUESA

Este vecino siempre ha sido bastante observador, no del tipo de acordarse de cómo una persona determinada va vestida, pero sí de adquirir un sentimiento de cada evento que va viviendo y luego de analizar el tema. Y últimamente, negocios que habían proliferado como signo inequívoco de la crisis, como si fueran buitres en busca de comida, han comenzado ahora a desaparecer, con lo cual se puede  afirmar que los malos momentos han acabado hasta con la carroña.
Dos negocios de compra-venta de oro que se encontraban muy cerca de casa en Donosti, ya han sido desmontados, como dando a entender que aquel que tenía un diente o una muela de oro, ya se ha deshecho de él, y que el terreno está más yermo que una parcelita en el Sahara.
Y es que hay que darle al magín para poder sobrevivir. De hecho acabo de leer que el gobierno se lo está pensando, y quizás cambie las cuchillas-alambradas, o concertinas, de la frontera de Melilla, por “drones” que anden sobrevolando la zona.
Aprovechando que el Urumea pasa por Donosti (siempre hay que darle un toque euskaldún a cualquier tema, por aquello de que quizás caiga alguna subvención), este vecino del mundo va a intentar hacerse con un metro de concertina porque debe de ser genial para su aplicación culinaria. Tienen que salir una hamburguesas, con carne gruesa, geniales. Porque por mucho que intenten los políticos de turno que comulguemos (ya se sabe que son católicos y practicantes de los de toda la vida) con ruedas de molino, las concertinas (un nombre, por cierto, bastante cruel teniendo en cuenta su fin último) tienen que destrozar todo lo que tocan, por mucho que los miembros del gobierno den a entender que pueden ser tan útiles como las agujas en la acupuntura.
A este vecino del mundo, puestos a imaginar,  no le extrañaría que cualquier día de éstos, nos enteremos de que el Señor Wert ha sido nombrado Concertina mayor del reino, porque nadie mejor que él ha intentado destrozar la cultura en este país.

*FOTO: DE LA RED


miércoles, 27 de noviembre de 2013

LA SUGERENCIA COMO ARTE

Quizás tenga que ver con la época en la que este vecino del mundo se crío. Unos años en los que la Señora Censura, así con mayúsculas,  campaba a sus anchas, y solo se podía sugerir. 
Continuaban triunfando canciones  como aquella en la que a una camarera se le decía echa té, cuando la intención era tumbate. Tiempos en los que se suplía la falta de libertad con la picardía.  
Los bikinis o la ropa interior en las películas de Alfredo Landa nos hacían imaginar un desenfreno que, sin embargo, solo se suponía, y eran mejor que el más bello de los desnudos, porque cada cual se imaginaba uno a la carta.
Quizás por eso ahora, el decir las cosas a las claras linda  con la falta de educación y la sal gruesa.
Este vecino siempre ha sido de la tendencia de que hay que dejar trabajar al cerebro y que no hay que dar las directrices completas de lo que se quiere decir en cualquiera de las artes. Es una manera de implicar a la otra parte, porque este vecino huye de esos artistas en los que el título de su obra es mucho más grande que la obra en sí.
Este vecino nunca olvidará su primera visita al Museo Guggenheim de Bilbao, en el que estaban expuestos dos grande lienzos del artista americano Julian Schnabel; para hacernos una idea, del tamaño de una pantalla de cine cada uno, y aunque solo había unos cuantos trazos de brocha de pintor de paredes, los títulos eran de unas tres o cuatro líneas, con lo cual en lugar de expresarse con su arte, informaba de su intención. Y si algo debe de lograr todo artista que se precie, es no dejar indiferente a aquel que se ponga delante de su obra, porque incluso una fotografía debe sugerir algo más de lo que muestra, para trascender de una mera representación a arte. Incluso este vecino es de la opinión de que siempre es mejor que una obra sugiera rechazo a que deje indiferente.
Todo aquel que comienza una obra  bien sea escrita o dibujada, en cierta manera desnuda su interior ante  aquel que la observe, y parte del arte estriba  en transformar la indiferencia en sentimiento.

*CUADRO: SABOR A JAZZ, AUTOR: PATXIPE


martes, 26 de noviembre de 2013

CUADERNO DE TAREAS

Todavía con el desayuno en la mano, este vecino se ha topado con una de las noticias del día, que en cierta manera le ha transportado al pasado.
El expresidente Zapatero ha presentado un libro, “El dilema. 600 días de vértigo”, en el que habla sobre la crisis económica que le tocó vivir.
Y vosotros, los lectores fieles de este vecino del mundo os preguntaréis el por qué o el cómo esta noticia ha podido retrotraerme al pasado.
La verdad es que ha sido instantáneo, como el café mismo que me estaba intentando tomar y que casi se me cae por la visión.
Me he visto, y le he visto al Señor Zapatero, en mi viejo pupitre de madera, que por su estado debía de ser el primero que se hizo, escribiendo quinientas veces en el cuaderno de tareas “Escucharé, respetaré y haré lo que el señor profesor mande”.
Cuando fallábamos en clase, teníamos un severo correctivo, y la idea se nos tenía que grabar a fuego, al menos quinientas veces.
En cambio hoy en día, el político de turno, en este caso el Señor Zapatero, se va de rositas, y su manera de expiar las culpas es escribir un libro para que le intentemos comprender, y por supuesto, pasando por caja, y engrosando su curriculum para futuribles trabajos.
Llega un momento en que el cajón de “intentar comprender”, del españolito de a pie, está un poquito lleno, es decir que le llega hasta las narices y no se aguanta más.
Este vecino recuerda que hace años, y además ya lo comenté en esta atalaya, cada vez que en mi pueblo al menos, se cerraba una empresa, con la indemnización se abrían tres o cuatro bares. ¡Bien! Pues lo del libro debe de ser la versión jet-set  del bar, y además le servirá a su autor para presuntamente expiar sus penas ante algunas instancias que con el tiempo le ofrecerán un trabajo,  o dicho de otra manera, una excusa para embolsarse sus buenos dineros a fin de mes. Una especie de cementerio de elefantes, pero millonarios.
Es curioso. El cuaderno de tareas se hacía con el fin de leerlo en casa a modo de resumen, para fijar las ideas. Ahora en cambio, el de este señor y el de otros muchos, quieren que los leamos nosotros para limpiar su imagen. Además, pasando por caja, negocio completo.
Y pensar, que una de las bases de nuestra educación era el famoso "portarse bien". El problema es que nunca se nos ocurrió preguntar para quién, y en el caso de este señor está claro que, al menos, para su partido, y como siempre, para los bancos, que para más inri, tanto los unos como los otros, no comprarán su libro, porque además lo recibirán gratis.

*FOTO: DE LA RED

lunes, 25 de noviembre de 2013

MÁS VALE MAÑA QUE FUERZA

Parece que hoy el príncipe de todos los españoles  no debe de estar para muchos chistes. Tras siete horas de espera en el aeropuerto de Torrejón, se ha vuelto a su casa, por problemas en el avión que le iba a llevar, y con él, todo el séquito, empresarios incluidos, a un viaje que tenía como fin abrir mercados en Brasil. Lo más triste de todo esto es que se trataba de uno de los dos aviones oficiales que se supone tienen nuestros representantes políticos.
Esperemos que no fueran a vender aviones, porque el ejemplo entonces sería lamentable.
Al final la huelga más drástica ha sido de dentro del mismo sistema, es curioso.
España está cerrada por reformas desde hace tiempo. ¡Y nada de sonrisas irónicas! Que de la célebre frase atribuida al poeta cubano José Martín, “Tener un hijo, plantar un árbol y escribir un libro”, como símbolo de nuestra trascendencia más allá de nuestra vida,  parece que los españoles, al final, solo nos vamos a quedar con plantar marihuana, y no para asuntos placenteros, sino para hacer trapicheo.
Y es que quien más quien menos no es que tenga problemas a fin de mes, sino que se deberían de inventar meses de quince días, y parece que del poco dinero que queda, los españoles se están gastando algo en preservativos, porque ya han sonado todas las alarmas, y en las últimas proyecciones demográficas se ha llegado a la conclusión de que, de seguir todo igual, para el 2017 va a haber más defunciones que nacimientos en este país.
Quizás eso de que la naturaleza es sabia va a ser verdad, y vamos a desaparecer todos los españoles para que se acabe el problema que tenemos montado. Y una noticia para el todavía gobierno, eso significará que todos sus cambios, recortes y brotes verdes no han servido para nada.
Y antes de terminar por hoy… Para todos aquellos que piensan que la única solución para “molestar” a un gobierno, ayuntamiento, o sociedad en general, es montar una huelga, decirles que están muy equivocados.
Lo mejor es, como ayer en Donosti, organizas un evento deportivo, una maratón en este caso, y durante toda la mañana reina el caos por el centro de la ciudad, y te tienes que poner un chándal por narices, porque los autobuses se convirtieron en un bien en extinción.
Al final va a ser verdad eso de que más vale maña que fuerza.

*FOTO: DE LA RED

sábado, 23 de noviembre de 2013

COSAS DE MAYORES

Ayer se cumplieron cincuenta años del asesinato de John Fitzgerald Kennedy, y este vecino también tiene una pequeña parcela de su memoria dedicada a aquel momento.
Es curioso, pero aunque tenía tan solo siete años, recuerdo un “flash” de aquel día de hace cincuenta años como si fuera hoy.
Veo a mi padre en la cocina, en camiseta después de trabajar, muy serio y preocupado, como no lo había visto nunca, y quizás eso hizo que mis sensores de peligro, archivaran aquellos momentos en mi parcela de “memoria para siempre”.
Aunque luego, la mayoría de los presidentes americanos han pasado a años luz, sin pena ni gloria, para la vida de este vecino, tan solo se acuerda también de Bill Clinton, y no precisamente por su incidente oral en el despacho oval, sino porque este vecino siempre recordará, porque le impactaron, unas imágenes de Clinton niño/adolescente, saludando al entonces Presidente Kennedy, en lo que se pudiera entender, al cabo de muchos años, como una manera de darle el relevo.
Aquellas personas que piensan que los niños “no se enteran de nada”, este vecino considera que están muy confundidos. Un niño a su manera va distinguiendo momentos, a veces por instinto, por ser escenas diferentes a lo que él está acostumbrado para su nivel de consciencia, pero reconoce sobre todo el peligro.
Palabras y momentos que este vecino asocia con su niñez son: Cuba y La bahía de Cochinos; Marilyn Monroe, y su muerte; Gary Cooper, Grace Kelly, y el sputnik.
En los recuerdos de este vecino muy niño, hay un tiovivo que no para de dar vueltas, con un cohete azul, en el  que se monta sintiéndose un héroe. Sin embargo, él y toda su familia no le llaman cohete sino “sputnik”, palabra con sabor ruso, que se ha quedado en un recodo de la historia, 
y que tan solo la recordamos aquellos que vamos coleccionando   décadas.
Y, ayer, fue un buen día para recordar un pasado en blanco y negro, en donde todo era muy grande, quizás porque eramos pequeños, y en el que el mundo de la realidad y de la ficción se mezclaban todavía sin límites muy marcados, pero que si de algo estaba seguro, es que un día conocería todo, y comprendería todo, incluso las cosas de mayores.

* VÍDEO: DE LA RED

viernes, 22 de noviembre de 2013

GATO ENCERRADO A LA DONOSTIARRA

Hoy escribo este post con el mono de trabajo puesto y restos de obra informática en él, ya que como muchos de vosotros sabéis,  tengo otro blog, ese de pintura, mostrando a mis hijos creados y amamantados al óleo. Y como se acercan las fechas navideñas, he pensado remozarlo con un poco de madera, para los marcos, y más ganas e ilusión si todavía se puede, con el fin de que alguno de los Reyes Magos, Papa Noel, o incluso nuestro Olentzero , pase algún encargo.
Este vecino no tiene ningún “negro”, como una Belén Esteban cualquiera, que haga su trabajo mientras se va de fiesta, y así obtener más carnaza para alimentar su vida. Por lo que estos últimos días o me sobran cuadros para ordenar, o me faltan horas.
Menos mal que la vida no hay que tomarla muy en serio, pues ya de primeras, en tu primera cita ante la sociedad que luego va formar parte de tu vida, apareces desnudo y en no muy buenas condiciones, por lo que a partir de ese momento solo puedes mejorar. Con gente que ya desde que eres un tierno infante se asoman a tu coche, sin pedir permiso, ni importarles si estás despierto o no, y empiezan a cogerte parecidos con alguien.
El problema es que luego tú mismo coges esa costumbre, y vas poniéndolo en práctica a lo largo de tu vida, comparando, por ejemplo, a las chicas que vas conociendo, no con tus tías precisamente, sino con esos sueños de papel de revista llamadas "top-models" y, claro, las chicas de carne y hueso pierden siempre por culpa del “fotochop” que ellas no llevan. Además, las mujeres que te rodean, hablan, e incluso se quejan, y las de papel cuché solo sonríen y siempre están divinas.
Y hablando de no tomarse la vida en serio, hoy aparece en uno de los periódicos donostiarras que se va a hacer un nuevo edificio, con dieciséis viviendas, al lado mismo de la lonja del puerto. Eso sí, con forma de cajas de pescado, una encima de otra.
Sinceramente, si fuera el veintiocho de Diciembre, estaría seguro de que es una inocentada, de lo contrario, o pienso de que a alguien, como vulgarmente se dice ahora, “se le ha ido la pinza”, o ésto huele a pelotazo inmobiliario, por mucho de que se le dé un toque pintoresco al edificio.
De todas maneras, será fácil de comprobarlo, porque aquí, en Donosti, si no hay gato encerrado se tardará unos treinta años en ponerse todos de acuerdo, y si se hace rápido, “pelotazo habemus”.
Si esta obra siguiera adelante, este vecino ya tiene otra idea para construir algo que nos daría un toque londinense, sin perder nuestra idiosincrasia: Construir una gran noria, al estilo de la que se construyó en Londres, pero ésta al final del Paseo Nuevo, en la plazoleta que está al frente mismo de la isla de Santa Clara. Eso sí, el “aspa” que soportaría el círculo de la noria, llevaría forma de “lauburu”. Si las cajas de pescado cuelan, la noria también, aunque bien pensado, la idea de las cajas sale ganando, porque el pescado siempre será para el gato que seguro que está encerrado.

*FOTO: DE LA RED

jueves, 21 de noviembre de 2013

APUNTES EN BLANCO Y NEGRO

Al final me he tenido que levantar. Y no porque no tenía más sueño, sino porque un grupo de pingüinos se han puesto juguetones, y ya era imposible conciliar el sueño. ¡Menudo frío!
No sé si a vosotros os pasará como a este vecino, pero parece que veo todo, como en los cincuenta y sesenta en la pantalla, en blanco y negro. Y la verdad es que así se pasa menos envidia, porque, por ejemplo, hasta el jamón de jabugo parece menos apetitoso en su versión bicolor.
En realidad, con eso de los recortes y del célebre “con la que está cayendo”, cada vez hay menos opciones en todo para elegir. En la política, tan simple como que, o estás con el gobierno, o en  contra de él, y lo políticamente correcto.
He observado al mirar por la ventana que, como por arte de birlibirloque, ya están colgados los adornos navideños que el ayuntamiento coloca todos los años, y cada vez con más metros de distancia entre unos y otros.
Día de mucho viento, y por lo tanto los citados adornos se agitan sin descanso, como haciendo ver que otro año más están con nosotros, y que el día que menos pensemos seremos invadidos por ese espíritu navideño, que en muchos casos solo se limita a comprar compulsivamente.
Eso de los adornos está bien, porque por la mañana, al salir de casa te van a recordar los días en los que te encuentras, y que tienes que ser un poco más educado con ese vecino al que no tragas, sencillamente porque él tampoco te traga a ti.
De todas maneras, en épocas de crisis más que hacer la guerra por tu cuenta, te apetece ayudar al de al lado, o incluso al que está un poco más alejado de ti. Sin embargo, lo que no es de ley es hacer un espectáculo de la generosidad, y ya hay algún programa, para más inri de la televisión estatal, en el que se hace espectáculo de la pobreza, poniendo nombres, apellidos y primeros planos.
Este vecino cada vez se acuerda más del “Ustedes son formidables” radiofónico, en el que por unas horas te olvidabas de lo pobre que eras al ayudar a otros que lo eran más que tú. Y por unos minutos, incluso, te mirabas en el espejo para verte la aureola de santo mientras se adivinaba una leve sonrisa de orgullo en tu rostro.
Y mientras, ayer observaba en un programa de televisión, de esos que se asemejan a corrala de barrio con ínfulas de tertulia, que se reían de lo malo que era el anuncio de la lotería de navidad de este año, e incluso intentaban imitar el gesto de Raphael, al final del citado anuncio, mientras nos lanza unas notas que nos recuerdan a los niños de San Ildefonso. Y no se daban cuenta, de que una de las premisas de la publicidad es, no pasar desapercibidos en su campaña, y en el citado programa,  al hablar durante tanto tiempo, estaban demostrando claramente, que el objetivo había sido más que cumplido.

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martes, 19 de noviembre de 2013

DESGRACIAS BAILADAS

Siempre se ha dicho que la música amansa a las fieras, y teniendo en cuenta que el ruedo nacional hace tiempo que se convirtió en circo, en el que hasta los enanos pueden llegar a jugar en la NBA, este vecino siempre ha deseado que se convirtieran en realidad los musicales, y que en un momento dado, a golpe de partitura, todos comenzáramos un mismo baile, con idéntica coreografía.
Tras recapacitar un largo rato, y teniendo en cuenta que al ser “vecino”, y no “vecina”, se ha hecho lo que se ha podido con la supuesta inteligencia, si algún musical se ceñiría al momento actual, éste sería, sin duda, “Oliver”, en el que muchos se  sentirían niño protagonista, y cansados de recibir el mismo vaso de leche todas las mañanas, se atreverían a pedir algo más.
En cuanto a truhanes y ladrones, para completar el casting, habría muchos candidatos.
Antes de comenzar estas líneas, os he incluido uno de los números más divertidos del musical, no he podido encontrarlo traducido al castellano, y lo he puesto con subtítulos en inglés, para que al menos a muchos sea más fácil entender. En esta escena, el viejo Fagin  enseña a Oliver cómo se debe de robar, aunque en España, este vecino esta convencido, de que todos nacemos con ese cursillo ya aprendido.
Quien más quien menos se puede imaginar una academia, con un letrero al fondo que pone “PP”, ¡ojo! no confundir, estas iniciales vienen de “Próspera patronal”, en el que algún viejo profesor con ínfulas de Bárcenas, enseña a aligerar los bolsillos del currito de turno.
¡Vamos! Que en musical o no, te roban igual, pero al menos al bailar haces ejercicio, y son menos las posibilidades de que tengas que pasar por los servicios sanitarios, y de gastar el poco dinero que nos queda.
Y si en “Oliver”, es su abuelo, quien literalmente  le saca de la calle, en nuestros días solo puede ser un golpe de suerte en forma de lotería, primitiva, once, o similares, lo que ya linda con el milagro. De todas maneras, quien se conforme con “liberar” el alma, que no es poco, un buen libro, película o pieza musical, durante un buen rato te puede crear un mundo paralelo, en el que siempre es más fácil vivir.

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lunes, 18 de noviembre de 2013

IN MEMORIAM



Desde hoy la luz no tendrá la misma fuerza, y los vientos nos recordarán sonidos del pasado. Días de juventud en que la intensidad de la luz impactaba en nuestras jóvenes retinas sedientas  de experiencias.
Desde hoy el sonido solo tendrá ecos de antaño. Nos has dejado,  o quizás solo te has anticipado a nuestro último viaje.
El día no podía haber sido otro. Lluvia y frío, porque nos has robado, con tu ausencia, la pasión por vivir. En las fotos quedarán nuestros días de juventud, con sonrisas frescas de jóvenes labios sobre instantáneas ajadas.
No te ha quedado más remedio que dejarnos, aunque sabiendo que no es un “para siempre”, sino un “hasta pronto”, y que nuestro recuerdo es una manera de seguir entre nosotros.
Siempre has estado presente, y por lo tanto, a partir de hoy, el mundo será otro. Ni mejor ni peor, sino diferente. Ni vamos a poder acostumbrarnos a vivir sin ti, ni queremos. Porque no es justo que una persona, todavía joven como tú, tenga que dejarnos en lo mejor de la vida. Ya estaba anunciado, pero no por eso sigue siendo igual de triste, igual de injusto.
Se suele decir que los hombres no hablan de sentimientos, y es que somos así de tontos. Por eso, pensando que todavía no es tarde, te confesaré que la vida contigo, aunque muchas veces en la distancia, fue mejor, y el día a día visto con tu ironía, un poco menos amargo.
No quiero que estas líneas suenen a despedida, porque nunca puedes dejar atrás a alguien que siempre querrás, sino solo a una prueba de fe de que la vida, y la muerte, tienen esperanza, cuando nacen seres como tú, aun a sabiendas de que, aunque se vayan, no nos dejarán nunca.
Estamos muy orgullosos de haberte conocido, y poder haber compartido un poco de tu vida. En tu memoria, y en la nuestra, siempre te recordaremos.

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domingo, 17 de noviembre de 2013

QUE DESCANSE EN PAZ, SI LE DEJAN (...A ESTAS ALTURAS DE LA PELÍCULA)


La película "¿Quién mató a Bambi?" está llena de buenas intenciones, pero que quedan en eso, en intenciones, porque no hay que confundir una película de desmadres, con una película desmadrada.
Se parte de una situación de equívocos, con una idea que puede ser original y refrescante, y se acaba equivocando al personal, en el que al final parece que solo importa una excusa para repartir mamporros, o romper algo.
Con esta película se demuestra que la factura técnica de las películas españolas no tiene por qué envidiar a las americanas, sin embargo desde el punto de vista de este vecino, el guion no está bien apuntalado y es muy enclenque para el metraje de la cinta.
Una plantilla de actores y actrices de la nueva ola del cine español al servicio de un Santiago Amodeo, que por momentos hace algún guiño al cine de Black Edwards, en una transmutación de aquel recordado “guateque” a una fiesta, mezcla de alta sociedad y Sodoma y Gomorra emporrada y en porretas.
Uno se pregunta qué hace una Carmina Barrios, madre de Paco León, tan desaprovechada en su breve aparición, como desaprovechado está tan bien un Pedro Mari Sánchez en  el papel de jefe,  y que en realidad es la razón de todo el argumento.
Una historia de equívocos, que al final solo equivoca al espectador y donde los destrozos llegan a destrozar la propia película.
Este vecino entró a la sala, previo pago claro, con la sana intención de reírse, y tuvo que poner mucho de su parte para hacerlo.
A destacar las interpretaciones de Quim Gutierrez y Julián Villagrán, que han demostrado además de que son buenos actores, de ser inteligentes para sentir como propio un argumento, que ni el propio guionista y director pudo llevar a buen puerto, y que lo más original que tiene es el título.

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sábado, 16 de noviembre de 2013

REIVINDICACIÓN O ENVIDIA

Dentro de muy pocas horas, se va a “celebrar” un partido de fútbol, que aun siendo amistoso, está siendo, sin haber sido jugado todavía, más comentado que cualquier final de un europeo o mundial. Este vecino se refiere al Guinea – España,  y los comentarios, naturalmente, no se refieren a lo meramente deportivo.
De pronto, nos ha entrado la vena reivindicativa y hemos sacado todos, la bandera de los derechos humanos ante una dictadura. Y todo ello le parece excelente a este vecino del mundo. El problema es que si somos reivindicativos hay que serlo siempre, y no solo ante los países pequeños.
¿Alguien dijo algo en su momento cuando el mundial de futbol en Argentina con Videla como Presidente, de un país en el que ya había miles de desaparecidos? Ese mundial nunca se debió de celebrar. Y las escenas de entrega de trofeos ante el dictador argentino, fueron verdaderamente patéticas. Y nunca se ha planteado nada a ningún jugador, ni a los políticos responsables de aquellos países, por participar   entonces.
Y más recientemente, cuando las Olimpiadas de Pekín, ante un gobierno que deja mucho que desear en cuanto a respetar los derechos humanos. Ningún político responsable de su país pestañeo a la hora de mandar a sus deportistas.
Sin embargo, ahora desempolvamos todos la vena reivindicativa y pedimos directamente a los jugadores de la selección una respuesta. A eso solo se le puede llamar “envidia encubierta”, porque ellos, como ganan mucho dinero,  tienen que ser responsables de todo. Y sin embargo, el máximo responsable, que lo es, de la Federación Española de Futbol, el Señor Villar, como dirían en mi pueblo, calla como un muerto.
Si a un jugador de futbol le llama su selección, no le queda más remedio que ir, sino se quiere buscar un problema. Son los altos cargos de la federación los que, aparte de cobrar y figurar, tienen que decidir a qué países hay que ir, y el jugador no necesita meterse en ningún jardín. Además, ¿alguien ha preguntado si quiera cual es la posición de nuestro gobierno no solo ante el partido de hoy, sino sobre nuestras relaciones con ese país?
Lo dicho, a eso, en el fondo, se le llama envidia. Y si los jugadores ganan mucho o poco, tampoco son ellos los responsables, porque no roban, y se supone que en una sociedad en donde impera la oferta y la demanda, si les pagan mucho, será porque lo producen, y si no, tenemos un problema, y no precisamente por el partido de hoy.

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viernes, 15 de noviembre de 2013

ODIÓMETRO

Este mes, por razón de escasez de fondos, me he visto obligado a suspender la visita a mi psicólogo, por lo que no me queda más remedio que haceros partícipe de  unos cuantos “odios”, para compartir  esa pesada carga que llevo a mis espaldas.
Es mejor leer los párrafos siguientes embutido en una bata blanca, y con un bolígrafo en la mano, mientras se mueve éste entre los dedos, sin parar, a modo de preocupación.

Odio, los anuncios con niños dentro, porque no parecen niños sino viejos que todo lo saben y además da la impresión de que te miran desde arriba, cuando no pueden hacerlo, más que nada por una cuestión de centímetros y años entre ellos y nosotros.
Odio, el afán que tiene todo el mundo por decir eso de “yo me enteré primero”. Parece que cuando ha pasado algo, ha debido de ser en un escenario, porque todo el mundo lo estaba viendo.
Odio, el interés que tienen muchas empresas por hacernos creer que toda la gente que están despidiendo, es porque la “cosa” va mal, cuando en realidad están aprovechando las circunstancias para “aligerar” una plantilla que ellos, los jefes, consideran bastante mayor, con vicios adquiridos, y sueldos bastante altos, más que nada por los años que llevan trabajando allí.
Odio, el tener que hablar en los ascensores, porque, de lo contrario, pareces borde, Y…¿si realmente lo eres, no tienes derecho a serlo?
Odio, lo tiquismiquis que se ha vuelto la gente con eso del tabaco. Está bien que no se pueda fumar en muchos sitios, pero de  eso, a que alguien no pueda fumar en plena calle, hay un abismo. O que cada vez que se ve a alguien fumando en una película, se piense que es para hacer publicidad. Ya no hay personajes en el cine, que parezcan creíbles con un cigarro en la mano, como los que antaño interpretaba un Edward G. Robinson, y no te den ganas de decirle que allí no se puede fumar.
Odio, el uso de las redes sociales para insultar a personas famosas, por el mero hecho de serlo.
Odio, que solo nos fijemos en los otros países europeos para aplicar en el nuestro cosas malas, y cuando hay algo bueno, lo obviemos.
Odio, que cuando sacas a tu perro a pasear, o él te saca a ti, porque ya nunca sabes, y cumples todas las normativas municipales, siempre te encuentres a otro perro totalmente a su libre albedrío, suponiendo que lo tenga, que empieza a alterar al tuyo. Y al fondo, muy al fondo, va apareciendo el propietario del otro “chucho” con cara de despistado, y de que la “cosa” no va con él.

*FOTO: DE LA RED


jueves, 14 de noviembre de 2013

LOS NIETOS DE CARPANTA

La gente joven no conocerá a un personaje de los tebeos, ahora denominados comics, de los años cincuenta-sesenta, llamado Carpanta.
No era uno de esos héroes cargado de poderes. Carpanta era un pobre hombre, bueno, eso sí, que en cada historieta intentaba buscarse la vida, y lo mismo que en Asterix y Obelix la última viñeta siempre es dándose un buen festín de jabalí, Carpanta siempre acababa atracándose de pollo, que para la época era lo más parecido a estar en el paraíso.
Este vecino ha hecho esta introducción para referirse a un suceso recientemente vivido, y que le ha dejado mella.
Ayer sobre las ocho de la noche estaba dando un paseo por el centro de Donosti, cuando en una calle de esas que parece estar a trasmano de todo, descubrí a una pareja de jóvenes, chico y chica de no más de veinticinco años, con medio cuerpo metido dentro de un contenedor de basura, inspeccionando cada bolsa.
Lo de la necesidad estaba escrito en sus caras, pues no les importaba ser vistos, de hecho no creo ni que se dieran cuenta de que había alguien más. Solo tenían ojos para buscar.
Y este vecino, tras lo visto, se acordó de aquel héroe-sufridor de otra época, últimos vestigios de la guerra civil y heredero directo de la cartilla de racionamiento. Recordé también que Carpanta vivía debajo de un puente, y llegué a la conclusión de que ahora incluso sería peor, porque Carpanta y los de su generación, no habían conocido lo bueno de la vida, y entonces no hacían comparaciones de lo que fueron y de lo que eran ahora.
Sin embargo, en nuestros días, quien más quien menos ha conocido “las vacas gordas”, y ni se había planteado que el destino tiene curvas muy cerradas que deparan no solo cambios de paisaje, sino de estatus social.
Y para colmo de males, ahora la mayoría de los puentes, en un alarde de técnica, prácticamente no tienen ni base. Y se ha cambiado la seguridad de la piedra, por la frialdad del hierro o del acero, y ya no son ni habitables.
Creímos que Carpanta, afortunadamente, había desaparecido, y solo quedaba en el diccionario como sinónimo de “hambre canina”, pero visto, lo visto, cualquier día de éstos, sino le vemos a él, desgraciadamente conoceremos a sus nietos, con un teléfono móvil en una mano, y en la otra la tarjeta del paro.

*DIBUJO: DE LA RED

miércoles, 13 de noviembre de 2013

LOS CINCO LATINOS POR NAVIDAD

Siempre en estas fechas comienzan a aparecer las primeras pistas de que la Navidad se está acercando.
Ayer comenzaron a recordarnos, en forma de anuncio, el sorteo del 22 de Diciembre, una especie de comienzo no oficial, pero sí oficioso, de la Navidad.
Este año, Loterías y Apuestas del Estado, intentando que nos olvidemos del añorado calvo, al parecer ha echado la casa por la ventana con el anuncio, en un alarde, primero,  de estrellas, nada menos que cinco del cielo artístico español, y segundo de velas.
Tal vez el alarde de  las velas, miles de ellas, es una especie de metáfora con la que el director bilbaino, Pablo Berger, el autor del éxito cinematográfico de la anterior temporada, “Blancanieves”, ha querido describir el estado actual de nuestra sociedad. Aunque verdaderamente, como se diría en el argot “motero”, se ha pasado de frenada, porque con solo “dos velas” hubiera bastado, para describir cómo muchos nos hemos quedado, o nos han dejado. Incluso, a más de uno a oscuras y en la calle.
Claro que, con la presentación a los medios, viene una nota para recordarnos, y es que ese Gran Hermano que es el Estado, nunca da puntada sin hilo, de que la citada entidad lotera, no ha bajado la cantidad dedicada a premios. Pero, como siempre en este país, aun no faltando a la verdad, el caso es que el españolito, o turista que pasaba por aquí, que resulte premiado, tendrá que descontar un veinte por ciento, para Hacienda, que dicen que somos todos,  siempre que el premio sea mayor de 2.500 euros. Con lo cual, el beneficio es menor para aquel que sea premiado.
Con respecto a los artistas nacionales que han sido elegidos para esta “postal anunciante”, cada uno tendrá sus filias y sus fobias, pero sea lo que sea, este vecino piensa que quizás la aparición de Raphael pueda ser un verdadero despropósito, y no se refiere a su nivel artístico. Sino que en cierta manera, un cantante que durante toda su vida ha sido conocido como “El niño”, debería, en todo caso, anunciar el denominado Sorteo de Reyes. Aunque bien pensado, incluso el mismo anuncio valdría para los dos sorteos. Está claro que gastando en tantas velas, tenían que recortar por algún lado…
Y ya para terminar, conviene destacar los juegos de parejas que entre plano y plano nos van proponiendo como representantes del pueblo, que son en definitiva a quienes va dedicado este producto. 

*VíDEO: ANUNCIO DE LA LOTERíA DE NAVIDAD 

martes, 12 de noviembre de 2013

DÍA HISTÓRICO

Ha sido un día histórico. Hoy hemos celebrado la desanexión de nuestro portal en la Avenida Isabel II con el resto de Donosti.
Hace una semana que celebramos el plebiscito, de 96 vecinos, 83 conformes con la desanexión.
Además es fácil para cualquiera que se anime, porque como solo votan los que tuvieron la idea, nuestra comunidad de vecinos en este caso, fue “pan comido". Hubiera sido un poco más complicado si votara la ciudad al completo, pero, eso, parece que no se lleva.
El día de hoy ha estado repleto de emotivos actos. A las nueve de la mañana se ha celebrado, por las escaleras de nuestro edificio, una “kalegira” con txistularis y desfile de autoridades (los representantes de nuestra comunidad).
A las diez de la mañana, tras el citado desfile, hemos ido todos a la parroquia de San José para celebrar la misa mayor, y a continuación, la primera avanzadilla ha comenzado el poteo. Eso sí, en el único bar que pertenece a nuestra comunidad de vecinos, y que además, no hace falta mencionar, que su propietario ha sido el alma de la idea, que hoy ha comenzado a tomar cuerpo.
Este vecino se ha expresado bien, “ha comenzado a tomar cuerpo”, porque no nos conformamos con eso, y dentro de un tiempo aspiramos a que nuestra comunidad llegue a ser un país.
De hecho, tenemos una vecina que es costurera, y ya le hemos encargado que diseñe los trajes de nuestra policía. Y Juan, el del segundo, el arquitecto, ya tiene unas cuantas ideas para el aeropuerto, que se ubicará, claro está, en el ático del edificio.
Más de uno de mis lectores, llevado más por la envidia que por la lógica, se habrá llevado las manos a la cabeza, pero como el tiempo es el máximo juez, este vecino está convencido de que nuestro aeropuerto seguro que tiene más vuelos que el célebre aeropuerto de Castellón, aunque, claro está, el nuestro, al contrario del ya mencionado, no va a ser para las personas, sino para los aviones, aunque al principio quizás nos tengamos que conformar con algún club de ala delta, pero todo se andará. Y además a solo cinco minutos en autobús del “marco incomparable”, y consecuentemente, de todo.
Lo de la televisión, todavía está un poco en el aire, pero al principio prometemos, por aquello de ir poco a poco y sin prisas, solo un canal para nuestros habitantes, y otro por satélite para todos aquellos vecinos, cada vez más, que tuvieron que ir a buscarse el sustento a los más remotos lugares.


Para todo aquel que piense que nuestra hasta ahora comunidad de vecinos, y dentro de poco “país”, se ha pasado un poco en sus aspiraciones, debería de mirar alrededor y calibrar, si en realidad somos los primeros que nos hemos pasado, o desde hace muchos años, con todo tipo de brindis al sol y obras mastodónticas, que al final solo las van a visitar el que tuvo la idea y el que cobró por hacerla, ha habido mucha gente que se ha pasado, y no lo queremos ver, por aquello de que nosotros la tenemos más larga. Y lo peor de todo, es que esta fiebre, porque puede ser contagiosa,  no ha terminado.

*FOTO: DE LA RED

lunes, 11 de noviembre de 2013

VISITE MI BLOG, Y QUE DIOS SE LO PAGUE

Lo que se ha dado en llamar “las nuevas tecnologías”, ha democratizado la comunicación. Todo aquel que se propone, puede abrirse un pequeño hueco en la red, y mostrar su discurso.
Ahora se pueden encontrar blogs de todo tipo, y con toda clase de colorido en cuanto a contenido se refiere. Y es solo el tiempo y los seguidores quien pondrá a cada uno en su lugar.
Dentro de los bloggers, habrá diferentes razones por las que cada uno ha tomado la decisión de hacerse oír, pero eso en realidad debería de formar parte del secreto profesional.
Hay personas que en este nicho han pensado en encontrar un trabajo, y hay otros, como este vecino, que precisamente por perder su trabajo, ha instalado su ventana, para oír y dejarse oír.
Requisito indispensable es la libertad y el decoro. Libertad para oír y ser oído. Y decoro para no hacer a los demás, lo que no quieres que te hagan a ti.
Y dentro de la libertad está el que la gente, los lectores, vengan y se vayan. Nadie les dijo que vinieran, pero un día aparecieron como las palomas en el alfeizar de esta ventana, y poco a poco se les va poniendo su “comida preferida” para que sigan volviendo, pero eso sí, siempre libres para elegir sus idas y venidas.
Ni se pasa lista, ni nos pasamos de listos preguntando el por qué de la ausencia.
De hecho, hay días en que este vecino no deja comida en la ventana, o contenido nuevo en el blog, y esos días, domingos generalmente, aparece más gente que lo que es habitual.
No sé sus nombres, porque el “sistema” no me lo dice, pero conozco su país de origen. Y ya en sí es un regalo el saber que al menos durante unos minutos has supuesto algo para alguien, que quizás está a miles de kilómetros, y que quizás en esos mismos minutos, ha visto la vida desde el mismo ángulo que tú.
Por eso, no parece de recibo, que haya bloggers que por razones de trabajo necesiten un número determinado de visitas, para hacer bulto, e imploren mediante las redes sociales que se visite su blog, diciendo claramente además, el motivo por el que lo hacen, que su jefe tiene que ver tanta cantidad de visitas para que le renueven su contrato. Y en ese mismo momento, estás convirtiendo a los posibles lectores en una ONG de mantenimiento de blogs, y a este vecino eso no le parece presentable, porque si no te renuevan el contrato, en cierta manera, estás haciendo culpable a tus lectores, o mejor dicho, a la falta de ellos.
Y, ante todo, un lector tiene que sentirse libre de decidir, sin ningún chantaje emocional, aunque muchas veces, precisamente, desde el blog “juguemos” con las emociones.

*FOTO: DE LA RED

sábado, 9 de noviembre de 2013

LA DECISIÓN DE FRANK

El piano desgranaba sus últimas notas, como aquel que se despide de un lugar mirando alrededor para fijarlo en su pensamiento, antes de cerrar la puerta por última vez.
Eran sesenta años tocando en el mismo lugar. Toda una vida interpretando su propia banda sonora a modo de trabajo.
Él y su piano habían visto tiempos mejores, en los que el dinero americano iba y venía, como las amistades con los clientes. 
Atrás, muy atrás, había quedado el oropel de la vieja época. Grandes coches con su brillo original, y mucho humo, quizás de lo poco realmente autóctono, y orgullo de un país. Una metáfora de aquella vida. Alegría que no se podía tocar, ni mantener. Una economía que fluctuaba según la llama que encendía, y cuando lo deseaba, el turista americano.
Tras el cambio de régimen, y muy poco a poco, el decorado se fue perdiendo, y ya solo quedaban sus frías y secas paredes. Pero el espectáculo siempre había continuado, y de hecho seguiría a partir de esa noche, pero ya sin él.
El médico le había dicho que el dolor de sus manos iría aumentando mientras que su autoridad sobre las mismas le iría abandonando muy rápidamente.
Frank Álvarez observó su cara por última vez en el piano que había sido su vida. Negro sobre negro, un paisaje oscuro para una vida de luces y sombras, además en este orden, por lo que quizás es más difícil de digerir. La retina de los ojos de su vida, ya se había acostumbrado a un nivel que el tiempo demostró que no era para él. Y la vida en eastmancolor, como aquellas películas, había cambiado a un paisaje de grises, consignas y moldes, donde tenías que cambiar tu forma de pensar y vivir por la que dictaba el único partido vigente.
Bajó la tapa del piano y se levantó por última vez de lo que había sido una parte de su cuerpo, sus cuerdas vocales. Mientras iba abandonando la sala, ya vacía, sintió que todavía había vida para él, en contradicción de lo que le había dicho su médico. Si un traje militar no había acallado su música, una enfermedad podía ser vencida. Y observando la fría sala en penumbra, Frank decidió que no era el final de su concierto, sino solo un descanso, el tiempo necesario para fumarse un cigarrillo americano.

* CUADRO: "PIANOMAN I" DE DONICE BLOODWORTH