martes, 31 de marzo de 2020

NO ES EXCLUYENTE: VASCO Y TIERNO


A medida que me estoy haciendo mayor, o más pequeño, por aquello de que se supone que menguamos, me estoy haciendo también más tierno.
Sí, señores, un vasco que se confiesa tierno. Aunque al decir más tierno, da pie a preguntarse acto seguido, con respecto a qué. Porque si es la primera fase, después de ser de hierro, lo tendría un poco clarinete.

Ahora en serio, reconozco con los años que me he ido ablandando, por eso ya no practico desde hace mucho tiempo, y siempre me he considerado un cinéfilo de pro, lo de ver cualquier tipo de película, porque sufrir por ciertas historias, además de tener que pagar el billete, como diría nuestro filósofo de cabecera, uno de ellos, José Mota, es tontería.

Anda que no me he tragado yo películas, de esas que entonces eran consideradas de “arte y ensayo”, dirigidas por Ingmar Bergman, y con el recientemente fallecido Max Von Sydow dentro. Que se puede decir que era un grandísimo actor, pero que precisamente al verle era más fácil que se te aflojara el esfínter, que la sonrisa.

Películas de esas, por ejemplo, con un final tan abierto que si te adentrabas en la trama en cualquier momento incluso corrías el riesgo de dar con tu espalda, y con ello cerrar el círculo perfecto.

Estos días viajando por los medios me he encontrado una canción que se ha viralizado como perteneciente a La oreja de Van Gogh, pero la misma vocalista del grupo donostiarra, Leire Martinez, lo ha negado. Y en realidad tiene todo el aire de ellos, pero está compuesta por una joven cantante, que algunos la recordarán por haber intervenido hace unos dos años en “Tu cara me suena”. Se llama Lucía Gil, y era, con mucho, la más joven de su edición.

La canción se titula “Volveremos a brindar”. En realidad es una pequeña canción, pero llena de inocencia y buenos deseos. Habla de estos días, de los balcones, de los aplausos, de las buenas intenciones y de esa distancia que tenemos que poner entre todos.

En realidad viene bien para descansar del uso y el abuso que está teniendo esa gran canción que es “Resistiré”, y que a lo mejor, para más inri, no podemos resistirla.

Si todavía no la habéis oído, un consejo, para ellos y ellas, quitaros primero el rímel. Os será más fácil disimular…

*CUADRO: "MARINO VASCO", DE RAMÓN DE ZUBIAURRE





domingo, 29 de marzo de 2020

OTRA VUELTA DE TUERCA



Es curioso. Siempre que hay un cambio horario, como el acaecido esta mismo noche, hacemos, o fingimos una especie de algarabía sobre el particular. Hoy, en cambio, con todo lo que tenemos montado desde hace un mes largo, y tenemos la casa propia, y la metafórica, como tenemos, lo de menos va a ser hacia dónde apuntan las puñeteras manecillas del reloj, que en la mayoría de los casos ya cambian automáticamente.

Si algo tenemos en estos tiempos del coronavirus es horas de darle al magín. Y hoy estaba pensando que si por un momento el coronavirus fuera consciente de la que ha montado, no me cabe la menor duda de que, como mínimo, nos pediría perdón.

Y es que así, a lo tonto, como se diría en mi pueblo, ya se ha acaparado el bicho de todo un año. Y para las mismas tiendas, esas que lo mismo están en Manhattan que en Motrico, famosas a nivel mundial, cómo superan al coronavirus. 

¿Quién anuncia este año un Black Friday sino hay campaña más grande e incluso más black que la del corona y la madre y el padre que lo parieron? Además de qué te va a servir una televisión nueva, por ejemplo, con más pulgadas que la mayor existente en tu barrio, si ya te has visto todas las series del mundo mundial y tus ojos tienen forma de pantalla plana.

Hoy, como domingo que es, echaré de menos un vermut bien cargadito con mis amigos, que por cierto cada vez quedamos menos, y a este ritmo de bajas, el que diga que cambiemos de bar, y el que cierre la puerta tras irnos, va a ser el mismo. Y así no se puede.

A partir de mañana, otra vuelta de tuerca y ya se quedan en casa los que no tengan un trabajo que no sea de los imprescindibles. Y acordándome de las primeras imágenes sobre la influencia del coronavirus en el comportamiento de la peña, peñita, peña, más papel higiénico necesitado en las casas. Será por aquello de que la familia que defeca unida, permanece unida.

*FOTO: DE LA RED

sábado, 28 de marzo de 2020

...EL DE LA TRISTE FIGURA



Lo bueno que tiene el vivir o leer una historia crepuscular es que, entre otras cosas, no necesitas gafas de sol, porque lo único que te puede deslumbrar son los recuerdos. Y ellos, que siempre están en una segunda lectura, nunca te van a cegar porque como se repiten siempre, los ves venir.

Cada vez estoy más convencido que para cuando acabe todo esto, este vecino del mundo ya habrá aprendido a decir “confinamiento”. De todas maneras, como en muchas de las palabras, lo más importante es practicarlas. No es necesario declamarla cada vez que la utilizas ya que no nos dedicamos al noble arte de Talía aunque haya sido su día.

Me han dicho por correo interno, y han sido varios, que últimamente más que irónico estoy …ácido. Es curioso porque nunca he tomado, lo que en mis tiempos al menos, se denominaba como “tripis”. Debe ser que uno ya lo lleva dentro.

De todas maneras, también puede ser cuestión de unificar conceptos. Porque lo que uno puede considerar como ácido, incluso en el humor, otro puede verlo como “…hasta los cojones”, o en su versión femenina, más que feminista, “…hasta los ovarios”, porque hay para todo y todos.

Hoy he oído en la radio que han detenido a unos cuantos que estaban celebrando a escondidas, o al menos lo intentaban, porque les han pillado, la matanza del cerdo. Para redondear este sinsentido, cualquier día nos enteramos de que además eran antitaurinos o de alguna protectora.

Volviendo a lo del confinamiento parece ser más que un rumor que el Gobierno está estudiando uno más drástico, pero está a la espera de resultados. En cualquier momento nos mandan un uniforme de rayas horizontales negras y blancas, con un número diferente para cada uno en la zona del pecho.

Normalmente este vecino del mundo no es de los que se deja llevar por las apariencias, pero en los últimos días la cara de nuestro Presidente, Don Pedro Sánchez, deja mucho que desear, y más de una de las preguntas que se le hacen, sobraría con solo verlo, y lo que es más importante, observarlo. 
De todas maneras, no es de extrañar, con el comportamiento que están teniendo, otra vez, en esta tragedia países como Holanda y Alemania. Un bravo, por cierto, para el primer ministro portugués, António Costa, que le ha cantado las verdades del barquero al gobierno holandés.

Quiero creer, a posteriori, que nuestros políticos no han querido agravar más el tema y lo han dejado para reuniones posteriores.

En casos así, y ésto ya es de mi cosecha personal e intransferible, se debería practicar la llamada “venganza del chinito”, como aquel cocinero mandarín que meaba en la sopa del cliente que no paraba de ofenderle. Utilizaré un metro más de toalla en la playa para que se den cuenta de que sobran, y les va a sonreir con cara de panoli su tía la de Utrecht.

Espero que ninguna asociación de hosteleros me afee la conducta, porque ya estamos, me consta que somos muchos, hartos y cansados de hacer el quijote, el mismo de la triste figura, ante la presunta fuerza del dinero que puedan tener algunas hordas del norte. ¡Hasta el gorro!

*FOTO: DE LA RED

jueves, 26 de marzo de 2020

UNA MERA CUESTIÓN DE ATREZO



Son las ocho de la noche, e iba a comenzar mi post de hoy. Tenía todo preparado, y aunque con eso de todos en casa, y solamente casa, no es habitual este horario para comenzar mi post. De todas maneras, y por una serie de casualidades, todo se ha ido al garete, o al menos el rumbo de lo pensado ha cambiado.

En la sala, la habitación adjunta, parte de la familia estaba viendo la Cadena Alegre, cuando me he dado cuenta de que estaban retransmitiendo, como se suele decir, en pleno directo, los aplausos que la gente está dando y se está dando, creo que a la entrada de un hospital. Pero llamadme raro, antiguo, o todo junto, no me ha gustado nada esa especie de uso y abuso de las buenas intenciones de muchos.

De hecho, solo han pasado diez minutos y los mismos que se hacían eco de la noticia, ahora, como jueves que es, ya están anticipando asuntos que se van a tratar hoy en el programa de Supervivientes.

No nos vamos a rajar las vestiduras a estas alturas de la película, pero  si esa cadena de televisión, y otras, no se dedicaran a vender noticias, habrían puesto una cadena de carnicerías y todo su esfuerzo desembocaría  en muy alargadas ristras de chorizos y salchichas. Quizás, por aquello de que lo que no mata engorda, especialmente al propietario del invento, o más bien del chiringuito.

Convertir todo un tributo a los buenos sentimientos en mero espectáculo tiene mucho de corazón congelado y de no ver más allá de lo que cobras a fin de mes.

Por lo demás, cuando todo eso del coronavirus termine, sacaremos muchas conclusiones. Y personalmente ya puedo ir adelantando una.
Conviene, los que ya hace tiempo que comenzamos a caminar por la senda de los sesenta, que cuidemos nuestra forma física, porque ya ha quedado nítido que a partir de los setenta ya te consideran  “prescindible”, y te conviertes en carne de cañón. En caso de duda, o de amontonamiento de enfermos en centros hospitalarios tendrás la sensación de que los buitres cada vez sobrevuelan más cerca de tu cabeza.

Te pasas estudiando hasta pasados los veinticinco años, con cincuenta y cuatro gentilmente tu empresa te manda con un ERE a la calle. Y ahora, viene el famoso coronavirus, y las mentes pensantes disponen que a partir de los setenta puedes ser prescindible, pero seguro, seguro, que no tienen nada contra ti.

Hace ya mucho tiempo, cuando nació mi hija, y al ir a cumplimentar sus papeles en el juzgado, me descubrí esperando delante de tres puertas con sendos letreros en ellas: NACIMIENTOS, BODAS, DEFUNCIONES. Y en realidad eso puede ser la fría autopsia, como todas lo son, de lo que es la vida. Lo demás, una mera cuestión de atrezo.

*FOTO: DE LA RED


miércoles, 25 de marzo de 2020

MUTIS POR EL FORO, PERO AL REVÉS...


Los que me seguís ya sabéis que por costumbre siempre dejo una especie de cinturón de seguridad entre una noticia y mi respuesta, si es que la hay, para que me dé tiempo a que se me enfríe la boca en el caso de que en el fragor de la batalla se me calentara previamente, y luego me arrepintiera de dar una opinión que solo aportara el  dar mas leña al fuego.

Hace dos horas que me he enterado del cáncer que padece Dani Rovira, concretamente linfoma de Hodgkin, y que él mismo lo ha reconocido para evitar especulaciones, junto a una foto en la que se ve/intuye su primera quimio. Ha aprovechado el mismo momento, se las sabe todas, y a la larga la verdad siempre es el camino más corto, para reconocer que lo va a pasar con sus tres perretes y con Clara Lago que es su compañera de vida. Y no alargar cualquier tipo de especulación sobre ese otro tema.

Siempre he estado convencido que si algo ocurrió para que lo dejaran, simplemente es mi opinión, no fue cosa de tres sino de tres millones, de simpatizantes que como mínimo pueden tener. Y que no podían vivir su vida con tranquilidad, sino tener que soportar nuestro minuto de gloria, nuestros tres millones de minutos de gloria.

Y es que en el diccionario que tengo yo en casa, si busco el significado de “pareja” aparece la foto de ambos mirándose. Y ya se sabe que muchas veces una simple mirada es el mejor de los discursos.

Ahora sería conveniente que todos les dejáramos tranquilos y que no hiciéramos nada para cobrarnos nuestro minuto con ellos. Porque basándonos en el cálculo de lo ya comentado, tres millones de seguidores, a un minuto por cada uno, les tomaría cinco años, casi seis, en atendernos. Y, como se decía antes, no es plan.

Dani, ahora tienes que ensartar el mejor de tus monólogos, y en eso eres genial, para ganárselo a la vida. Y nosotros para variar, y como homenaje a todo un artista en lo tuyo, deberíamos hacer mutis por el foro. 

*FOTO: DE LA RED

martes, 24 de marzo de 2020

LOAS A LAS COSAS PEQUEÑAS


Otros veinte años así, que veinte años no es nada, y ya tenemos otro tango, el tango-virus.

Personalmente este vecino del mundo lleva unos años de “bichitos” que debería hacérmelo mirar, porque en agosto del 18, del 2018, me entró una ameba, una Acanthamoeba en el ojo, y tras un año de dimes y diretes con el bicho, la cosa acabó en septiembre del 19, 2019, en separación dura y rotunda, es decir, con un ojo de pega en una cajita muy molona.

Lo importante, aunque no lo parezca, es el humor, nunca se sabe si el tuyo o el mío, si del que mira o del que lo sufre, pero siempre el humor.

Ayer oyendo la radio, debí de coger, como dirían en Sudamérica, mala onda, porque todo lo que oí era como para alejarte de todo objeto cortante, porque ya se respira ambiente de que no va a ser suficiente con pagar los pedidos de todo lo necesario para atender y curar el coronavirus. Sino que se respiraba en los comentarios ambiente de trapicheo. Que si mi país tiene más dinero que el tuyo, y yo te voy a hacer más pedidos, y por tanto mi dinero es mejor.

Ya me perdonaréis por la comparación, pero con la única intención de dejar nítida mi posición, cuando se empieza a hablar del tamaño del miembro, el amor desaparece y lo mismo debe de pasar al hablar de salvar al paciente, o cómo te pago lo que te pido.

Siempre se ha dicho que muchas veces antes de encontrar algo podrido el mismo hedor te va guiando, y quizás en el caso del coronavirus el paso del tiempo va dejando a la vista corrupciones que han ido deteriorando poco a poco nuestro sistema de salud que se supone que siempre ha sido uno de los mejores del mundo. A lo mejor más de uno, o una, a un paso  de ser ingresado, se cuestiona lo que en un momento dado pudo hacer en su paso por la política, y no hizo, o incluso, para más inri, ayudó a degradar en lugar de estarse quieto.


Quizás para lo que nos puede servir esta reclusión forzosa es para hacer loas a las cosas pequeñas, a detalles: sacar el perro a pasear, ir a hacer las compras del día… Además con la sensación de que tienes/debes disfrutarlas como ese único chute que vas a tener ese día, y cuya sensación tiene que durarte hasta la siguiente, que a ciencia cierta no sabes cuándo será.

Ya lo ha escrto más de uno estos días, “éramos tan felices, y no lo sabíamos”. Porque siempre nos enseñan en los diferentes medios de comunicación, posibles deseos a la carta, y a ser posible, por aquello del precio, “etiqueta negra”.

De todas maneras, el bichito, al menos por ahora, tampoco ha conseguido igualarnos, asunto que más de uno está empeñado en demostrar, porque hay quien se divierte por Instagram dando pequeños conciertos, e incluso divagando sobre el coronavirus mientras posa en su bañera con pétalos sobre la espuma, y otros que intentan ayudar a su vecina de toda la vida, que ya va por los noventa, y con la familia lejos de ella.

Hay historias que ya nacen con banda sonora, y otras que solo serán registradas en la memoria de quienes las forjaron… y que durarán como todas las historias, mientras vivan los que las crearon, e incluso los que las compartieron y simpatizaron con ellas.

*FOTO: DE LA RED

domingo, 22 de marzo de 2020

TIEMPOS PEORES



Ya se nos está poniendo cara de trabajador a relevos, porque te despiertas sin saber si es de día o de noche, ni qué día de la semana es, porque ya estamos optando por la filosofía de “más de lo mismo”, especialmente si no trabajas porque ya eres “un jubilata”, aunque no hayas llegado a los todavía oficiales sesenta y cinco años.

Hoy me he sonrojado mentalmente, si es que eso es posible, al pillarme, yo mismo, in fraganti pensando en algo que no debo en estos días de espíritu cuasi cuartelario.

Como si estuviera teniendo pensamientos lascivos me he sorprendido soñando despierto en lo que haré cuando pueda, como si estuviera pensando en colarme en un paraíso prohibido. Cuando en realidad solo era ir al Corte Inglés y mirarme una cazadora para mejores días. "La cosa", la famosa cosa, se está poniendo muy mal cuando flaquean hasta los sueños, cuando te autocensuras una ensoñación por pornográficamente salida de tono.

Quizás, lo más triste de todo esto es que si caes en el intento, o caen los tuyos, en el combate de la vida, no te puedas despedir, no está legalmente, o lo que sea, contemplado. Siempre se ha dicho que la muerte iguala a ricos y pobres, pero me imagino que los primeros tendrán más posibilidades de seguir la pista de los que se van, eso seguro.

Las más de mil trescientas camas preparadas en el IFEMA de Madrid, dan una imagen más de guerra que de esperanza, aunque en realidad desde hace días ya es una batalla declarada al virus que nos ataca.

Es domingo, y podéis comprobar el nivel de mi estado de ánimo. Al final tiene razón nuestro Presidente, Pedro Sánchez, recordándonos machaconamente en su discurso de ayer por la noche, de que vienen incluso tiempos peores. Lo triste será que no vengan ni tiempos.

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sábado, 21 de marzo de 2020

TIEMPOS DE RUNNERS ESCAPISTAS Y ALMOHADAS PELIRROJAS


Una de las imágenes de ayer fue la de esa runner, para más inri, a la carrera, en Donosti por cierto, que desafiando la prohibición salió a correr y acabó detenida y abroncada por los vecinos.

En un asunto tan claro sigo flipando con todos esos que empiezan su discurso con un "sí, pero no…"

Si te saltas lo establecido lo suyo sería decir eso de me han pillado con el carrito del helado y me tengo que atener a las consecuencias, pero no seguir con “por mis mismísimos que yo lo hago una vez y mil más, simplemente, porque yo soy mi mejor amigo”.

Por otro lado de cosas, como alquilar el perro del vecino para sacarle a pasear se ha puesto más caro que un kilo de las auténticas angulas, ya he preparado una horita de música, más o menos, con éxitos de ayer y siempre, y a partir de hoy hay que mover el esqueleto. Más que nada para que el esqueleto no quede secuestrado  por hordas de grasa, que pueden ser tan enemigas como el coronavirus.

Como La Nuri, mi sufrida, no está dispuesta a hacer prácticamente de contorsionista en bailes de salón, y la comprendo, ya he vestido a la almohada  con un aparente vestido color champagne y una peluca pelirroja en una especie de trasunto de Mia Farrow en la versión que protagonizó con Robert Redford, de “El gran Gatsby”, y en el que él acababa peor que su posterior pareja en la vida real, Woody Allen. Y es que muchos siempre han apuntado inequívocas maneras...

Esta noche, y prácticamente entre sueños, se me ha planteado una gran pregunta: ¿Respetamos el status vigente, si ensueños viajamos, por ejemplo, por preciosos atardeceres, o corremos el riesgo de acabar como la runner donostiarra, esposados e increpados más que Felipe VI tras su último mini-discurso? Juraría que me he despertado con un bosquejo de cacerolada al fondo...

Vamos a salir del coronavirus como las antiguas estrellas de cine, que antes de triunfar en la pantalla habían tenido trabajos de todo tipo. Pero, ya se sabe, que lo importante, en este caso, es salir.

*FOTO: DE LA RED

viernes, 20 de marzo de 2020

LA SECUELA DE LA SECUELA



Estoy convencido, y lo he comentado hoy en casa, que no nos vamos a ir de rositas de ésto, y que va a haber un antes y un después. Y es que no se puede poner nuestras vidas patas arriba y que quede todo en un “pues ya no me acuerdo”.

Quizás nos habíamos convertido todos en bastante egoístas.  Todavía ayer, día del padre, han sido muchas las familias, en Bilbao, por citar un ejemplo, que han intentado poner rumbo a su segunda residencia, pasando de todo lo que se ha dicho (más que recomendaciones), para no poner en juego nuestras vidas, propias y ajenas.

Este vecino del mundo está convencido que tendremos para unos cuarenta días de reclusión, y en claro homenaje a Sabina, y sus 500 noches. Y es que la soledad, y más por la noche, cunde mucho.  

Psicológicamente no nos va a reconocer ni el padre que nos proyectó, la madre siempre es otro tema.

Los mismos políticos ya no saben ni qué senda seguir, porque en los manuales de sus partidos, si buscas “coronavirus” no aparece nada.
Los separatistas catalanes que siempre juegan a tener todas las respuestas precocinadas, tampoco saben qué hacer, salvo protestar por todo, aunque eso signifique decir lo contrario de hace cinco minutos.
Y es que nos habíamos instalado en la secuela de la secuela, y como diría un gracioso, ahora no cuela.

Con el agravante de que,  tal como estamos, no te puedes escudar en la soledad de tu casa. Porque, aunque seas un mindundi anónimo, te piden que des tu opinión para una emisora cualquiera en directo y por Skype. Y como no tienes claro qué decir sobre la soledad de tu aburrimiento, solo estas preocupado por qué lugar de la casa enseñar. Los cuarenta metros de tu hogar, bien colocados, pueden dar para mucho, al menos desde el punto de vista de tus conocidos, para ponerte a parir.

Cada día tengo más claro, que si hay un después del coronavirus, a muy pocos les puede importar.

*FOTO: DE LA RED

jueves, 19 de marzo de 2020

EN TIEMPOS DE CORONAVIRUS...



Hoy por aquello de darme ánimos ya he cantado, me he cantado, tres veces el “Resistiré”, y ya no tengo tan claro si resistiré una cuarta. Y es que como ya estamos cansados de oír en los comunicados del gobierno, "la cosa es impredecible, y cambia de un día para otro".

Ya me veo que mañana me despierto con un bombo de seis meses, y mi pareja me dice que le acaban de despedir. La cosa no es que pinte mal, sino que va mal.

Ayer nuestros vecinos nos sorprendieron con una insistente y afinadísima cacerolada en el mismo momento en que Felipe VI hablaba por la televisión. Estuve a punto de pedirles por favor que se manifestaran un poco más bajo que no le podía oir, y que, cosas de los actos reflejos, en cualquier momento tendríamos noticias de la Pedroche, su vestido, y su marido.

Hace días comprobé que en tiempos de coronavirus cualquier cosa es posible, como en una especie de nuevo “amanece que no es poco”: primeros carteles de cualquier espectáculo, ahora en el paro y sin cobrar haciendo audiciones desde su balcón, incluso con música en directo. Como es el caso de Ruth Lorenzo que se arrancó desde su balcón con varios temas. En estos casos, además, normalmente cantas lo que te pide el corazón, no las ventas de tu disco en promoción, que curiosamente siempre se dice que es el mejor de toda tu carrera...

Sinceramente, con respecto al discurso del rey, me defraudó que no hablará sobre su coronavirus particular, su padre y esos millones de apariencia saudí. Dicen que no tiene nada que ver con los otros asuntos, y que sería mezclar churras con merinas. Pero ocurre que fue él mismo quien lo desveló  hace pocos días, en esta misma vorágine.

Lo más triste,  y que me ha dado mucho qué pensar, es que al terminar el discurso, y de manera natural, sin ironía ninguna, lo juro, me imaginé, arrastrado por los sentimientos y lo que veía, el siguiente movimiento de nuestro rey, al oír el “corten” de su discurso: 
-Leti, prepara la mesa, que estas cosas me dan mucha hambre.

Demasiado campechano para no alimentar más recuerdos...

*FOTO: DE LA RED.



miércoles, 18 de marzo de 2020

¿PUEDEN LOS ANDROIDES REALES SOÑAR...?



Ya se están haciendo chistes. Es que nos lo han puesto a huevo. Eso de que no es lo mismo el coronavirus que el virus de la corona.

Ya sabéis que este vecino del mundo es de por sí muy mal “pensao”. Y eso de que el rey supiera hace un año las andanzas del emerito que le parió, y nosotros nos hayamos enterado ahora, cuando estamos encerraditos en nuestra hipoteca o en la de otros, canta más que un fiambre en pleno mes de agosto.

Pareciera que una catástrofe, o cada uno la catalogue como quiera, se tapa con otra. La verdad es que, al final de todo, la vida de nuestro rey, y depende cómo se cuente, puede ser más triste que una novela de Charles Dickens, o incluso en forma de un vodevil barato. En la aparente calma chicha de la nobleza en sus más altas instancias, nadie se estaba quieto : La casa de los líos..  

Junto con sus parientes británicos, ambas casas presuntamente se han movido con ganas. Y si no que se lo pregunten al Príncipe Charles durante los días de su boda  con su primera esposa, que no primera mujer…

El amor, entre personas, o al dinero, no respeta compartimento estanco que lo pueda contener, y al final arrasa con todo.

Hoy os voy a dejar una pregunta honoris causa, o para no ser contestada, a modo de deberes para estos días de confinamiento.

Lo mismo que nosotros al atardecer salimos al balcón, o simulacro, para aplaudir a los que creemos que se están batiendo el cobre en la lucha contra el virus, ¿a quién puede aplaudir nuestra corona al atardecer desde algún mirador del Palacio de la Zarzuela? O envolviendo la pregunta en tintes de ciencia ficción: ¿Pueden los androides reales soñar con unas pantuflas eléctricas?

*FOTO: DE LA RED

martes, 17 de marzo de 2020

QUE ME LO VEO VENIR...



Que me lo veo venir. Si los plazos se habían acortado, y ahora una cosa que se repite en dos años, es decir, en dos veces, ya es tradición, lo de aplaudir en los balcones por la noche puede acabar como el rosario de la famosa Aurora.

El ritual del balconing del coronavirus se va a convertir en lo que en los años sesenta y setenta en la radio se conocía como “discos dedicados” y ya se han comenzado a oír canciones como “Resistiré”, “Color esperanza", y en lugares cercanos, donostiarras, “Txoria txori”, y la tamborrada. Al margen de que ya han surgido hasta disc-jockeys de balcón e incluso deportistas jugando al ping-pong de ventana a ventana.



Que me lo veo venir. Que nuestro momento de gloria va ser también nuestro cadalso, y antes moriremos de una pulmonía doble, como las que se cogían antes (porque aquello sí que eran pulmonías, oiga) ganada en nuestro balcón a fuerza de aplausos y de exaltación espiritual por todo lo que se menee.

Y en el fondo, todo ésto no deja de ser “ver los toros desde la barrera”, o pan y circo.

En lo que nos dejan de dirigir unos, nos dirigimos nosotros mismos, pero siempre en unión. Porque si algún día, Dios no lo quiera, nos damos cuenta de que somos tontos, lo seremos pero todos, para que nadie hable.

Pero que conste que lo de los festejos en los balcones no deja de ser otra forma de la verbena pura y dura. Y es que cada uno hace lo que sabe. 

En cualquier momento, y eso que ahora están fuera de juego, se nos unen los de la pérfida Albión, en su versión de Magaluf, y como su primer ministro, Boris Johnson, ya cuenta de antemano con que va a haber muchísimas bajas, su último show antes de lanzarse a los bordes de cualquier piscina, puede ser una especie de actuación samurai pasados por cerveza en cantidades ingentes.

Esto del coronavirus todavía nos va a traer grandes sorpresas, que sean buenas ya es otra cosa…

*FOTO: DE LA RED

lunes, 16 de marzo de 2020

CONFINADOS PERO FELICES



Estoy convencido que el sistema de internet, o como quiera que se diga en pretencioso, peta en cualquier momento.

No puede ser que todo el que no tenga que ir a trabajar, e incluso trabajando, esté conectado a la red de redes, y ésta no sufra sobrecarga, por lo menos de chorradas, porque no nos va a dar a todos, de un momento a otro, para elucubrar como si fuéramos un personaje de Shakespeare en busca de honra, o de país, o de ambas cosas.

Por de pronto yo ya he comprado por la red, para entrar en situación de la época que estamos atravesando, un disfraz de preso, de esos de los de toda la vida, con rayas blancas y negras. No he pedido la bola, no, aunque me la podían mandar también, con cadenas y grilletes, todo incluido, porque, la verdad, la veía muy pequeña para todo un coronavirus.

Siempre lo he dicho, se puede creer en cualquier cosa, por ejemplo en Star Wars, o para los de mi "degeneración", en “La guerra de las galaxias”, siempre que se cuiden los detalles, y a mi la bolita de preso no me parecía nada seria. Incluso, bien pensado, ya de preso me puedo unir a un pedazo de papel, a una factura, o a una hipoteca, que eso sí que une de por vida, a la tuya y a la de tus hijos.

Se nos ha dicho que tenemos que estar así, confinados en nuestras casas, un mínimo de dos semanas, pero este vecino del mundo está convencido que en dos semanas no se le da la vuelta a esto. Comenzamos por las noches aplaudiendo al sistema de salud, pero no se sabe cómo acabaremos, incluso intentando prender fuego a nuestra sombra...

Nos va a venir la primavera y con ella los deseos de todo, encerrados y más secos que la mojama. Pero eso sí, ya puestos, confinados pero felices. Mojama de atún con almendras, que alguna almendrita ya he visto yo por aquí. 

Como ya he dicho antes, cuidando siempre los detalles…

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sábado, 14 de marzo de 2020

MAQUILLANDO VERGÜENZAS



Creo que ya lo he comentado aquí alguna vez. Soy un gran seguidor de Boris Izaguirre y su columna semanal, los sábados, en El País, por aquello de que siempre está en un lugar diferente, y que como el panorama que le rodea, hoy habla de una cosa y mañana de otra, pero siempre con un toque de clase y de cierto aroma a jet lag.

Hoy haciendo guardia en casa, y tras leerle, me estaba preguntando, si en los ambientes que frecuenta Don Boris, también caerán rendidos al coronavirus. Por lógica sí, pero me imagino que en su versión más “posh” (elegante). Nada vinculado con China, sino algo proveniente por ejemplo de Mónaco. Ya se sabe que la corona en Mónaco siempre ha estado más que cuestionada.

Nosotros, nuestra España en cambio, en momentos donde queda al descubierto nuestras prioridades, demostramos que lo que más nos preocupa es la retaguardia. Única manera de explicar esa gran preocupación por el papel higiénico y de terminar con sus existencias.

La experiencia demuestra que siempre hay alguna Universidad rara, de esas perdidas en algún lugar desconocido hasta entonces, que siempre se descuelga, especialmente en verano, con algún estudio de esos muy raros que te hace cuestionar cómo puede haber alguien que se pueda hacer esa pregunta.

¿Para cuándo un estudio de la preocupación que tenemos los españoles con el papel higiénico en momentos en que pudiéramos correr riesgo de desaparecer?

Si ayer me hacía eco de esos madrileños que han tomado al asalto las tierras valencianas, y lo enfocaba en Gandía, horas después nos enterábamos de que el Señor Aznar y su esposa, o la Señora Botella y su esposo, también emprendían su éxodo particular, estos a Guadalmina, en Marbella. Que todavía hay clases, y más si fueran verdad lo que las malas lenguas contaron en su momento sobre pisos municipales  que fueron vendidos en Madrid a fondos buitres

Pero ya se sabe que la gente siempre es muy mal hablada y pensada, especialmente si les quitan la vivienda y no les queda… ni para limpiarse el trasero. 

Por eso sigo sin comprender esa obsesión por algo tan superfluo como un papel que solo maquilla vergüenzas pero nunca otorga patente de corso para cualquier tropelía, y sino que se lo pregunten a los Aznar Botella.

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viernes, 13 de marzo de 2020

A UN PASO DE LA GLORIA



Lo entiendo. Lo que tenemos por delante, y hablo muy en serio, es una especie de hibernación de todos y cada uno de nosotros, por unas dos semanas, una especie de auto-test, como un ordenador cualquiera, en el que todos nos pusiéramos de acuerdo a la vez, para que el bichito, ese COVID-19 de marras, se pasee por nuestra zona de confort, no vea nada, se aburra, y a otro tema.

Lo que ocurre es que muchos no han entendido el mensaje, y han confundido una suspensión del cole por dos semanas con los niños dando la tabarra, con unas vacaciones improvisadas, y han cogido, muchos de ellos, las llaves del piso de Gandía y … para allá que nos vamos.

¡No es broma! Se dice que en Gandía tienen un mosqueo muy importante, porque lo único que han hecho esos inconscientes es aumentar las probabilidades de que Gandía ahora esté con más fuerza como objetivo del enemigo a batir.

Me imagino a Don Pepe Isbert como alcalde del pueblo de Gandía diciéndoles a los gandienses: “Como alcalde vuestro que soy os debo una explicación…

Y es que en todo lo que ocurre en España, siempre hay un punto donde la realidad se mezcla con la ficción, y hagamos lo que hagamos siempre estamos a un paso de la gloria, o de que suene la cadena de nuestro váter particular, y nos recordemos como ídolos de barro con tendencia a caer hacia adelante, en lugar de dar un paso y convertirnos en héroes.

Y como hubiera dicho mi madre y sus verdades rotundas: Somos como somos, y no hay tu tía...

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miércoles, 11 de marzo de 2020

... QUE NO SALGA NADIE...



Pues sí, va a ser difícil olvidar por solo un momento el concepto “coronavirus”. 

De todas maneras y para tomárnoslo con humor, este vecino propone que desde este momento adoptemos como himno de cabecera, durante muchos días, o mientras dure todo esto al menos, esa canción tan sanferminera que dice “…y ha dicho el alcalde que no salga nadie, que no anden con bromas, que hay muy mal ganao, riau Riau…” Y es que a todo un bicho como ese ya tan famoso, “coronavirus”, se le podrá confrontar otro  de unos quinientos kilos y unos cuernos que  no son “honoris causa”, sino de verdad de la buena.

Pues eso, que Pedro Sánchez, el alcalde, como el de la canción, de nuestro municipio llamado España, ha dicho que no salga nadie y que no andemos con bromas. 

En realidad, todas las medidas que ya se han dado no pueden prevenir nada, sino que más bien hacen que vayamos pasando todos por la enfermería de la plaza, pero más lentamente. El fin último, y me parece lógico, es que nuestro sistema sanitario, y en eso los americanos, los hijos de Trump, nos tienen que tener mucha envidia, no se colapse enfermando todos a la vez.

Como en aquel famoso chiste, y no lo voy a contar ahora porque estaría fuera de tono incluso en este blog, lo importante es ORGANIZARSE. Y como ponerse enfermo por estricto orden alfabético va a ser imposible, lo importante es que nos distanciemos en el tiempo lo máximo posible.

Más de un yerno y nuera díscolos, o asesinos en serio, utilizaran la estratagema de que el gobierno ha hecho bien en suspender los viajes del Imserso para que así se hagan cuidadores non-stop de sus nietos, y así los padres de las criaturas, no pierdan horas de trabajo ya que los suyos no se pueden realizar desde sus casas vía digital y cual…

Tengo un amigo, de bar, filósofo de txikito en ristre, que ayer me preguntaba si veo peligrar el Olentzero del próximo Diciembre. Como a este vecino le gusta bacilar, pero serio, siempre serio, tras unos segundos haciendo que estaba sopesando la cuestión, le contesté, quizás demasiado secamente, y acordandome de todos aquellos que están dejando limpios los supermercados: Creo sinceramente que el fin del mundo tiene una fecha mucho más corta. 

Tras mirarme fijamente por si iba en serio o en broma, cogió su txikito, y antes de desaparecer por completo el vino de su vaso, la campanilla, la de su gaznate, ya estaba recibiéndolo con un tintineo un tanto fúnebre esta vez. Un minuto después, Txomin, mi amigo de barra, ya había desaparecido. Espero verlo antes de las próximas navidades… será una buena señal, para los supervivientes al menos.

*FOTO: DE LA RED

sábado, 7 de marzo de 2020

PALABRAS PARA UNA IMAGEN



Surfeando por las redes, en realidad por una de sus playas llamada "Twitter" me he encontrado con esta fotografía. Al principio no los había reconocido, y es que el tiempo es implacable con todos. 

Son los actores protagonistas de la recordada “Regreso al futuro”, y un auténtico editorial en sí mismo de lo que queda realmente de aquel recuerdo, o del esqueleto del mismo.

Algún gracioso, entre los que se encuentra este vecino del mundo (nunca dijimos que fueramos perfectos) diría que es toda una metáfora de lo que pides por internet tras haber visto la película, y lo que realmente recibes.

Siguiendo la pista de la foto, y a modo de pagar por unos primeros pensamientos despiadados, descubro que la  misma es de hace unos dos días, ya que Michael J. Fox y Christopher Lloyd han sorprendido a todos los seguidores de la saga de películas, y de sus redes sociales, con una instantánea que se tomaron juntos durante el torneo de póquer que como cada año organiza la Michael J. Fox Foundation en un intento de recaudar fondos en su lucha contra el mal de Parkinson, que en su momento atacó al actor y punto de origen de su lucha por la citada enfermedad.

Es de destacar, analizando la foto, el cariño y ternura que se desprende de ella y especialmente de las maneras y rostros de  los viajeros del Delorean casi 35 años después. Parece que los sentimientos no amarillean y sobreviven a los años y cambios de época.

Tal como transcurren las cosas hoy en día, la instantánea ya ha generado miles de “likes” y comentarios. Los actores, de 58 y 81 años, y sus respectivos personajes de Marty McFly y el doctor Emmett, hace tiempo que entraron en el Olimpo de nuestros corazones y ya no necesitarán más ningún Delorean para viajar, sino simplemente el cariño de todos nosotros, que se renueva, por ejemplo, cada vez que volvemos a vivir sus aventuras o con instantaneas como la actual. 

Detrás de cada película que se precie debe de haber un origen, un punto de realidad que ancle la ficción a unos sentimientos que son el armazón de todo y que sostengan una gran mentira para hacerla toda una verdad.

*FOTO: DE LA RED

viernes, 6 de marzo de 2020

DOBLE LECTURA



El tweet que envió ayer Rafael Alonso por la tarde con su correspondiente foto ilustrativa es una bicoca para cualquier periodista o bloguero porque es un autentico editorial en sí mismo.

Su texto decía:
“Lo de q los Ministros vengan al Senado con la camiseta del pijama, el pelo alborotado y recién levantados de la siesta.... como q no lo veo.”

El Señor Alonso parece tan pagado de sí mismo, que ni por un segundo  se le ha pasado por su mente que todo puede tener doble lectura, y en especial ese conjunto de texto y foto, porque el texto se nota que rezuma ironía, pero la foto no es que rezume sino que está hundida en el más absoluto sectarismo y orgullo de clase.

Y es que el Partido Popular siempre ha sido más de signos externos que ir al meollo de lo que el pueblo pide. Son más de Ciudad de las artes y las ciencias, de la Ciudad de la luz, visita papal, circuito de Formula 1 en la mitad de Valencia, y de aeropuertos sin aviones, con sus batacazos correspondientes. 

Siempre he pensado que en cualquier momento nos plantan una pirámide a todo lujo de detalles, edificada a imagen de su faraón correspondiente en pleno centro de España, porque todo lo demás, si nos descuidamos, lo pueden dejar como un desierto.

Ahora en Madrid  en lugar de arreglar las cosas que pueden ir mal, juegan a maquillarla con artificios varios.  Y ya han comenzado a decir que quieren instalar una noria que quitará el hipo al London Eye.  

Un consejo, en cualquier invento que diseñe e inaugure el Partido Popular siempre será mejor no ir el primero por aquello de evitar actuar como conejillo de indias. Con tanto regalo por aquí, descuento y aumento de presupuesto por allí, la noria, o lo que sea, puede acabar a cientos de metros de donde comenzó.

El Señor Rafael Hernando se afilió a su partido con 22 años, es Licenciado en Derecho, desde entonces  se ha dedicado plenamente a su partido, y a labores de estado. Lo que más de uno definiría como "chupar del bote".

Manuel Castells es un sociólogo, economista y profesor universitario español, ministro de Universidades del Gobierno de España desde 2020, catedrático, autor de 26 libros, coautor o editor de otros 22, doctor honoris causa por 18 universidades europeas y profesor invitado en 17 de las más prestigiosas del mundo, entre ellas las de Oxford y Cambridge y el Massachusetts Institute of Technology.

Por cierto, a destacar que la camiseta que lleva el ministro no la ha elegido sin más, ya que lleva la leyenda "equal rights", que viene bien a modo de recordatorio por la fecha que se avecina, 8 de marzo... Cuando el sabio señala la luna, el tonto mira al dedo.

Siempre se ha dicho que la ignorancia es muy osada, y la foto adjuntada por el mismísimo Señor Hernando, con su doble, o triple, lectura, lo atestigua. 


*FOTO: SE ADJUNTA EN EL TWEET DEL SR. HERNANDO.