A medida que me estoy haciendo mayor, o más pequeño, por
aquello de que se supone que menguamos, me estoy haciendo también más tierno.
Sí, señores, un vasco que se confiesa tierno. Aunque al
decir más tierno, da pie a preguntarse acto seguido, con respecto a qué. Porque
si es la primera fase, después de ser de hierro, lo tendría un poco clarinete.
Ahora en serio, reconozco con los años que me he ido
ablandando, por eso ya no practico desde hace mucho tiempo, y siempre me he
considerado un cinéfilo de pro, lo de ver cualquier tipo de película, porque
sufrir por ciertas historias, además de tener que pagar el billete, como diría
nuestro filósofo de cabecera, uno de ellos, José Mota, es tontería.
Anda que no me he tragado yo películas, de esas que entonces
eran consideradas de “arte y ensayo”, dirigidas por Ingmar
Bergman, y con el recientemente fallecido Max Von Sydow dentro. Que se puede
decir que era un grandísimo actor, pero que precisamente al verle era más fácil
que se te aflojara el esfínter, que la sonrisa.
Películas de esas, por ejemplo, con un final tan abierto
que si te adentrabas en la trama en cualquier momento incluso corrías el riesgo
de dar con tu espalda, y con ello cerrar el círculo perfecto.
Estos días viajando por los medios me he encontrado una
canción que se ha viralizado como perteneciente a La oreja de Van Gogh, pero la
misma vocalista del grupo donostiarra, Leire Martinez, lo ha negado. Y en
realidad tiene todo el aire de ellos, pero está compuesta por una joven
cantante, que algunos la recordarán por haber intervenido hace unos
dos años en “Tu cara me suena”. Se llama Lucía Gil, y era, con mucho, la más
joven de su edición.
La canción se titula “Volveremos a brindar”. En realidad es
una pequeña canción, pero llena de inocencia y buenos deseos. Habla de estos
días, de los balcones, de los aplausos, de las buenas intenciones y de esa
distancia que tenemos que poner entre todos.
En realidad viene bien para descansar del uso y el abuso
que está teniendo esa gran canción que es “Resistiré”, y que a lo mejor, para
más inri, no podemos resistirla.
Si todavía no la habéis oído, un consejo, para ellos y
ellas, quitaros primero el rímel. Os será más fácil disimular…
*CUADRO: "MARINO VASCO", DE RAMÓN DE ZUBIAURRE