miércoles, 19 de febrero de 2020

EL DESGOBIERNO VASCO



Lo del ya conocido como “caso Zaldibar” es como hubiera dicho un filósofo de tasca, para mear y no echar ni gota. Tras trece días del corrimiento de tierras en un vertedero cercano a todo, seguimos echándonos los trastos a la cabeza los unos a los otros.

Del “todo controlado” hemos pasado al descontrol más absoluto, por mucho que se nos diga lo contrario con dicción de ecos de sotana por parte del lehendakari. Por cierto, no se a vosotros, pero a este vecino del mundo la voz de Urkullu siempre le ha recordado la versión masculina de esa voz que nos recordaba “su tabaco, gracias” tras pedirlo en la máquina dispensadora correspondiente.

Espero, sinceramente, que nunca el Señor Urkullu me felicite por mi cumpleaños, porque con ese tono que tiene a púlpito, estaría convencido de que seguro que son los prolegómenos a mis exequias.

Este caso, desgraciadamente, hace tiempo que tomó tintes de humor negro, y junto con las recomendaciones de no airear las casas, y no hacer deporte al aire libre, se les olvidó decir lo más importante: que respiremos, pero poquito.

Hoy nos despierta el Diario Vasco con un titular en portada:
“El vertedero de Zaldibar presentó 23 faltas en la última inspección, «ninguna grave»” Sinceramente, un verdadero dislate. Solo les ha faltado decir que todo fue “casi perfecto”.

Tiene toda la pinta de que el caso Zaldibar tiene mucho de Juan Palomo, “yo me lo guiso, yo me lo como”, y ha llegado un momento en que la cosa se les ha ido de las manos. 23 faltas, 23 copos de nieve, que rodando, rodando, se han ido transformando en el desastre perfecto. Si es que un desastre puede entrar en la perfección.

No sé si puede ser de juzgado de guardia que tras dos semanas, los dos trabajadores del vertedero sigan desaparecidos. Lo que sí sé, y no me cabe la menor duda, es que al menos alguien del desgobierno vasco, en este caso, debería sonrojarse hasta adquirir un morado perfecto.

Siempre, al menos lo hemos pensado, hemos tenido la suerte de nacer en el mejor lugar del mundo, y ser la admiración del mismo, pero esta vez al menos se nos ha ido la mano, la misma que utilizamos para acariciarnos el lomo y hacer la “V” de victoria.

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lunes, 10 de febrero de 2020

¿PREPARADOS PARA EL BAILE?



Si algo no he nacido, y lo he tenido claro desde el principio, ha sido valiente. Es más, soy de los que esperan lo peor, y muchas veces, la mayoría, tiene la desgracia de acertar. No, no soy pesimista. Como en el chiste, me considero un optimista pero bien informado, nada más.

La noche del 10 de Noviembre pasado, sobre las diez de la noche, salía de mi mesa electoral. Me había tocado, por cuarta vez en mi vida, ser vocal de unos comicios en los que en realidad, tenían que haber atado en las patas de las mesas electorales, a los que nos habían llevado a aquella situación, es decir, a los políticos. Hacerles pasar todo el día apuntando a mano quien viene, y comprobar su carnet de identidad. Y al final del día, mandarles a casa con un inequívoco sello en su frente especificando “caducado”.

Bien, esa noche, tras un día electoral en el que tuve que pasar una dura prueba para el único ojo que me queda, me fui a casa pensando aquello de “prueba superada y que me echen un galgo hasta que me vuelva a tocar, si me toca”, que tenía la esperanza que fuera cuanto más tarde mejor...

Y ahora resulta que el lendakari está sopesando el llevarnos a otras elecciones el 5 de Abril. Todavía no es seguro, pero… pasará.

Eso es como cuando se rumorea que el gobierno, así en general, está sopesando un nuevo impuesto y a quién se lo va a imponer. Estés donde estés, te pongas donde te pongas, y cómo te pongas, al final te va a tocar. Tienes muchas más probabilidades, como hubiera dicho mi madre, que el gallego ese de la ropa.

Lo dicho. Pareciera, y al final será verdad, que un político cuando no sabe que hacer, convoca elecciones. 

Esos lectores que vivís en Euskadi, y ahora se rumorea que también pudiera ocurrir en Galicia, y en el mismo día, id preparando la fecha del 5 de Abril para dedicarlo, y con vuestras mejores galas, al más que posible baile que vamos a tener con nuestro lendakari. Y lo peor de todo es que, ya sabiendo, nos dejaran compuestos y sin… baile?

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sábado, 8 de febrero de 2020

¿PARECES RARO, O LO ERES?



Ahora parece que eres raro, muy raro, si en ningún momento (y sé la historia, y hasta la histeria, de dónde viene) has gritado, eso que está de moda, que es “Estefaníaaaaaaaa”.

Y seguro que si a lo largo de tu vida acumulas otros muchos déficits de lo que un pijo “multilingüe” definiría como un “must”, o “tienes que tenerlo”, te convertirías en un raro a la enésima potencia. Pues, bien, porque este vecino del mundo cree que lo es.

Algunas veces el destino me ha venido así, y muchas cosas que han estado de moda no las he visto porque entonces no podía, por ejemplo, recurrir a internet y verlo más tarde. Y otras porque no he querido verlo, incluso, por higiene mental.

Tampoco he pasado mucho tiempo haciendo mi lista, sino más bien ha sido a bote pronto, que es como saltan a la vista las verdades de Perogrullo, e incluso las de este vecino del mundo.

Como recientemente se han cumplido 30 años de aquella serie rompedora, que trataba de lagartos invasores que entres sus hobbies estaba el comer ratones, mi lista comienza con ella, aunque previamente ya habían triunfado series como “Dallas” o “Falcon Crest”, de las que no vi ningún capitulo.

Lo dicho, y comenzando por ella, no vi ningún capitulo de “V”, ninguno de “Friends”, uno o dos capítulos de “Las chicas de oro”, que me parecieron, y es justo reconocerlo, muy divertidos. Pero de una naturalidad muy a la americana, o que creemos nosotros sería muy a la americana, y que en España, al menos entonces, haría aguas. Como ocurrió muchos años después con la adaptación a nuestro mundo de aquellas sencillas, pero muy elitistas señoras.

Tampoco vi ni en su estreno, y me sigo negando a verla, “La lista de Schindler”. Y me voy a explicar.

Nací en 1956, el año que se creó la Televisión Española, y que durante muchos años fue “la única”. Durante esos años fueron incontables las ocasiones que nos tuvimos que tragar, normalmente en capítulos de unos cuarenta y cinco minutos, y en horario de máxima audiencia, la historia de Europa en el Siglo XX. Y aunque lo vi muchas veces, hoy es el día en que no puedo soportar, por durísimas, esas imágenes de montones y montones de cadáveres.

Como hubiera dicho uno de los innumerables personajes de José Mota,gastar dinero para además sufrir, es tontería”.

Y ya para terminar esta lista express, y la que sinceramente considero más grave de no haber visto ningún capítulo, es “Los Simpson”, pero siempre han sido horarios raros para otro raro.

Ya sólo me queda escribir un libro titulado “Mi vida sin”. Previamente al libro, también me queda un pequeño detalle: “hacerme famoso al estilo de la Cadena Alegre para tener un terreno abonado por y para el estiercol”.

De todas maneras, este vecino del mundo si en algún momento hubiera tenido que gritar por un imposible, nunca hubiera sido por Estefanía, ni por su hermana Carolina. Porque donde estuviera Meg, mi Meg, que se quitaran, reinas, princesas, y sucedáneas.

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domingo, 2 de febrero de 2020

LA MARMOTA QUE NOS PERSIGUE



Me acabo de dar cuenta ahora mismo. Hoy es 2 de Febrero, el famoso día de la marmota. Y me visitan, así sin haber llamado antes, varios sentimientos contradictorios.

Ya han pasado un mes y un día, a modo de condena, de este año, y como hubiera dicho la madre que me parió, “sin haber vendido una escoba”.

A medida que te haces mayor, el tiempo en lugar de detenerse va cuesta abajo, y nunca mejor dicho, sin frenos.
Todavía parece que huele a fritanga de cualquiera de los ágapes navideños, pero ya estamos en febrero y seguro que si doblamos cualquier esquina, ya vemos en lontananza el color rojo de los corazones de San Valentín en cualquiera de sus formas y precios, siempre con un precio.

Sin embargo, volvamos a la idea del comienzo, el día de la marmota. Nos levantamos cada día y tenemos los mismos problemas, o nos crean los mismos problemas, o hablamos siempre de lo mismo. De una parte de los catalanes que siempre quieren hablar de “lo único”.  De las izquierdas, de las derechas, del centro, que nunca existió, pero que en época electoral todos los partidos están en ese lugar. De los equipos de fútbol. Que para que te hagan caso tiene que ser uno de los grandes, o que te están machacando todos los días en los medios de comunicación de que son grandes.

Ya nadie habla de los sueños pequeños, de los anhelos de cada uno, del perejil de cada día y de cada salsa.  Parece que todos tenemos que llevar un Ferran Adriá dentro, y nuestras ideas tienen que ser platos magistrales que dejen a los demás a la altura del betún. Porque es requisito indispensable dejar a los demás pequeños, siempre en diferente nivel.

Serán los años, los cumplidos y los que sé que no cumpliré, pero como el protagonista de aquella película, veo más factible, y además con ensueño dentro, aprender a tocar el piano, partiendo de cero, para una probable conquista a la que sé que veo todos los días y en las mismas circunstancias, que intentar cambiar al mundo, que en realidad es algo inabarcable y que nace y muere cada día, y del que, en realidad, además, solo oyes el eco, y no el origen de la opinión.

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viernes, 31 de enero de 2020

EL DÍA DEL CAIMÁN



Hoy es uno de esos días en que se puede cantar eso de “Se va el caimán, se va el caimán, se va para Barranquilla…  y además esa letra, tan peculiar, puede formar parte de cualquier editorial hablando sobre el Brexit. Y ese día, también hoy, ¡casualidades!, se ascendió a los cielos británicos, que para todo hay en la viña del señor, de lo contrario no hubieran ganado aquella votación que se suponía era un mero trámite para acallar a unos cuantos…

Y lo mismo que nosotros, perdimos Cuba y volvimos cantando, los británicos dejan el continente, también cantando en el Parlamento europeo, y se quedan con el contenido, de su isla, y me imagino que con todo lo que les dejen y les venga bien. Para todo aquel que le haya sentado mal estas últimas palabras, antes de cabrearse más, por favor que se dé una vuelta por el Museo Británico, e incluso por el British Museum, y se le bajará las pulsaciones con todo lo que puede encontrar allí acumulado, y que en su origen estaba en cualquier otro país.

¿Pena porque se vayan los británicos? Si ellos no lo sienten así, no va a ser un españolito cualquiera quien intente enmendarles la plana. El que no quiere, no sale en la foto, porque además con su negatividad a estar allí, seguro que la afea.

Nunca se debe olvidar el “caso Brexit” y los  polvos que trajeron estos barros, y todo lo que tiene que ver con cualquier otro supuesto derecho para hacer cualquier otra supuesta votación… Porque aunque lo prometas con la boca, e incluso con el trasero, pequeños, en plan personaje de José Mota, "para mañana”, al final llega “mañana”, y seguro que nos pilla, además, en un mal momento y tenemos mucho para planchar.

Ahora que se han cumplido además, setenta años de la liberación de Auschwitz, y aunque no tenga nada que ver con ello, sí hay que recordar el ayer. Quizás por aquello de que no hay nada nuevo bajo el sol, y aún así seguimos tropezando si no con la misma piedra, sí con piedras similares.

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lunes, 27 de enero de 2020

VISTO Y NO VISTO



Leo en una de mis columnas favoritas de los lunes, Begoña Ameztoy en “Plaza de Gipuzkoa” de “El Diario Vasco”, haciendo alusión, y me imagino que ilusión también, a la  ministra de igualdad, diciendo que “se acabó el heteropatriarcado. Dentro de poco los heteros al armario.

Este tipo de cosas, creo yo que se suelen decir para que te despiertes con susto, con una especie de ducha fría, para que todo lo que venga después sea, como aquella frase que se decía antes, “miel sobre hojuelas”.

Lo que está más que claro, clarinete, es que ya ni los armarios van a ser lo que eran, sino una especie de escaparate de lo que te estás perdiendo en la vida real por no escuchar a otras tendencias, las que están o hemos enviado a los armarios de invierno.

Mientras, en nuestra España, estamos en pleno espectáculo, ni de Goyas ni de armarios empotrados, sino en plena pista central del circo político, asistiendo a como el Ministro Ábalos, nos presenta su último espectáculo, esta vez de cambio de ropas al instante. Y nos da varias versiones del viaje de la número dos de Maduro.

Al final ocurrirá como en el comienzo de la Gala de los Goya de este año, en el que Jesús Vidal, componente del reparto de “Campeones”, premiado el año pasado como mejor actor revelación, todavía estaba en el escenario, dando las gracias a sus más, y menos, allegados.

Totalmente convencido de que el Señor Ábalos al llegar a su casa ni sabrá cuál es la versión verdadera, si la hay. Ya le pueden pasar la máquina de la verdad, que seguro que ésta explota.

Por lo demás, y por si no lo habíais notado, algo está muy mal en nuestro país cuando las demás cadenas de televisión copian a Telecinco sus maneras, y entonación, de dar el cotilleo, incluido el pleno “Corazón” de Televisión Española que hace tiempo que cambió las luces de neón del gran espectáculo de nuestra vida, por el  "brigi brigi" del mercadillo más cercano.

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domingo, 26 de enero de 2020

LA NIÑA DE OJOS COLOR MAR


Acaba de terminar la ceremonia de entrega de los Goya 2020. Antes de nada decir que ni voy a hacer una recopilación de los premios, ni comentar si estoy de acuerdo con ellos, entre otras cosas porque no he visto todas las películas en competición. 
Tampoco tenía previsto hacer un post sobre el tema hoy. Lo que ocurre es que este vecino del mundo es mucho de estómago, de tripas. Y mis tripas me fuerzan a hablar antes, incluso, de ir a dormir.

Hace un rato he puesto un tweet con el que se puede resumir entre otras cosas el sentimiento que me invade:
#Goya2020 La belleza siempre me ha hecho llorar, y ahora estoy llorando a mares. El homenaje a Marisol con esa canción en la voz de Amaia Romero es impagable.

Hoy la Academia del Cine ha galardonado a Marisol, a Pepa Flores como ella quiere que le llamen, con el premio de honor de los Goya 2020. Se sabía que lo iban a recoger sus hijas y que Amaia Romero iba a cantar. 
En su momento, estando en la Academia de O.T., y conectados en directo casi todo el día,  Amaia siempre decía que ella cantaba por Marisol, porque de pequeña se sabía todas sus canciones y quería hacer lo mismo que ella.

Lo que ocurre es que la mayoría de la gente no se esperaba esa elección de canción, sino más bien al estilo "Estando contigo me siento feliz". Nos ha cambiado el chip que tenemos de una Marisol con canciones alegres y pegadizas, por una canción, que claramente además su título era el homenaje, "Canción de Marisol", que curiosamente, en cambio, muy pocos  la relacionarían, aunque se hizo por y para ella, y que nos habla de una niña que por las noches al mirar a una estrella se acuerda de un viejo capitán que ya no volverá… y lo más bonito, y comienzo de la canción, "tiene los ojos azules de tanto mirar al mar".

El año pasado en la misma gala nos sorprendió una Rosalía (https://www.youtube.com/watch?v=32d1bq-kG5c) cantando a capella acompañada de un coro. 
Esta vez, Amaia, prácticamente en penumbra, como aquella,y acompañada solo por una guitarra, ha dejado con un nudo en la garganta a las propias hijas de la cantante malagueña, y este vecino del mundo añadiría que a todo el que estaba viendo la retransmisión en directo, y ama la belleza hecha arte. O dicho de otro modo, Rosalía decidió el año pasado "Me quedo contigo", y Amaia también.

Este vecino del mundo estaba convencido de que Marisol, en la más pura tradición “Greta Garbo” no iba a recoger el premio por aquello de “genio y figura hasta la sepultura”, y que sus razones siguen siendo las mismas que en su momento la alejaron de una profesión que le trajo malos recuerdos de su utilización como niña prodigio.

Siempre he sido simpatizante de Amaia Romero, pero me gustaría que esta especie de homenaje a la niña de ojos color mar, no se convirtiera en una bola de nieve cada vez más grande que sepultara sus, en principio, buenas intenciones, con sus seguidores volviéndose locos con otra “amayitis” salida de madre. 

Las carreras largas y bien asentadas se hacen poco a poco, y no "perreando" unos días y otros saliendo en las portadas con el novio, o novia, de turno.

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jueves, 23 de enero de 2020

LA VIDA ON LINE...


Hoy viendo una serie en el portátil he oído una frase, el guionista en su momento escribió unas palabras, de esas que hacen pensar, como en "El crack cero", lo último de Garci, y que diferencian además la vida real de una película. 
Uno no va “on line”, como se dice ahora, diciendo frases redondas, que parece que llevan incluso flash incorporado para que no pasen desapercibidas, como en el capítulo de "El embarcadero. Segunda temporada" que he visto hoy: “Ponerle nombre a un deseo es como domesticarlo”. Y no sé por qué pero me he imaginado una moto, de esas de gran cilindrada, con vitola.

Es curioso, porque no me gustan ni las motos ni los puros, de hecho ni fumo. Bien pensado quizás sea un poco fetichista, representando un deseo, un recuerdo, en algo material. Pero de eso a que mi mente, mi subconsciente, o todo ello, resuma mi visión del deseo como velocidad, humo y marcas comerciales, dista mucho, al menos, de la visión que tengo de mí mismo.

Ahora vienen a mi mente recuerdos de la primera vez que me vi en una película de aquellas, que ya, los millennials por ejemplo nunca habrán oído hablar, de las cámaras “Super 8”. 
No es solo que no me reconociera en aquella figura delgada y desgarbada de un joven de unos catorce años, sino posteriormente, y oyéndome en una “casete”, llegué a la conclusión de que si me cruzara en la calle conmigo mismo y además, para más inri, me hiciera una pregunta, no es que no me reconociera, sino que  además mi cara no me iba a sonar de nada. 
Muy probablemente, además, me cayera mal. Normalmente caigo mal en las primeras impresiones. Quizás tenga que ver algo con mi timidez, que además cada vez que la comento, la gente, a las primeras de cambio, no me cree. Con lo cual ha llegado un momento en que ni te fijas, ni te fías, de las primeras reacciones de los otros, lo cual, en el fondo, es bastante triste e injusto para todos.

Es lo que tienen las frases redondas de los guiones, que en cuanto las toqueteas un poco, donde antes tenías la redondez hecha perfección, en el peor de los casos ahora tienes un acordeón, y por supuesto, desafinado.

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martes, 21 de enero de 2020

EL MÁS DIFÍCIL TODAVÍA...



El verano suele conllevar su famosa canción, “la canción del verano”, pero esta semana pasada, y como hubiera dicho mi madre “y lo que te rondaré, morena”, estamos sufriendo el ya famoso “pin parental” , o en mi casa me tienen que firmar expresamente todas las clases a las que tengo que acudir sí o sí.

Y por las cosas que se están oyendo, si todo fuera cierto, ni a los sufridos alumnos les daría tiempo material, ni aquello sería una escuela sino como mínimo “El qué apostamos” o “El juego de la oca”.

Eso de que te enseñen a masturbarte me parece tan loco que solo una cabeza llena de ansiolíticos lo puede soportar. En mis tiempos al menos, y llámenme raro si quieren, uno ya traía lo de masturbarse de serie. Aunque seguro que para alguno de derechas, mi ADN debía de estar adulterado por algún ancestro vicioso de izquierdas.

En otro orden de cosas, ayer sobre las nueve y veinte de la noche estaba salseando en la televisión, "esta cadena sí, en ésta no", cuando dí con  la 1, y estaba nuestro señor presidente, Pedro Sánchez, hablando más que de todo un poco, de lo que a él le interesaba hablarnos, es obvio.

Por la manera que tiene de hablar, repitiendo las cosas, y haciendo las repeticiones cada vez más pequeñas hasta fijar claramente su objetivo, este vecino del mundo tenía la sensación, o bien de que nos iba a hipnotizar, o que iba a realizar un truco de magia de escena, de grandes ilusiones y aparataje, el más difícil todavía.

Llegué a pensar que en cualquier momento Pedro Sánchez se iba a desinflar en su asiento, quedando sólo las ropas y una peluca, cuando de pronto, la presentadora, Ana Blanco, se gira, sin ningún tipo de cambio de plano, y descubrimos que es el mismísimo Pedro Sánchez.

De todas maneras, seamos serios, con el año que hemos llevado en cuestión de votaciones varias, no es la primera vez en que nuestros políticos van transmutando de una personalidad a otra, de un discurso a otro, sin que nos dé, a nosotros, tiempo a parpadear, ni a ellos tan siquiera a ponerse rojos de una vergüenza que no conocen.

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domingo, 19 de enero de 2020

EL INTERÉS POR MI ANDRÉS...


¿Un sueño?
El poder decir algún día “mañana a las doce del mediodía estaré firmando ejemplares en la FNAC. Perdón, en la de Madrid no, en la de Donosti, y es que la tierra tira mucho..”. Porque además nosotros los vascos, lo de ser profeta en nuestra tierra, no lo llevamos nada bien. Quizás, por esa creencia de que más o menos todos somos iguales, y qué se habrá creído éste para dar enseñanzas...

Miro el calendario, el del ordenador, y me doy cuenta de que es, sencilla y llanamente, 19 de Enero,Víspera de San Sebastián, y ante esto no hay siquiera futura cita, en el mundo de los sueños, en la FNAC.

Por una vez que el donostiarra, esa es otra, se desmadra hay que hacer como con Curro Romero y una buena faena suya, formar parte de su cuadrilla y entrar en la historia, a la vez que llamas al notario para que levante acta.

Aunque sigue mal la cosa. Ni he escrito un libro, ni editado uno tan siquiera de fotografías, para presentarlo en la FNAC, ni estoy  ni estaré hoy en Donosti. Y no es por cuestión de agendas, que la tengo más libre que Andrés Pajares y Esteso juntos,

De todas maneras, cualquier día doy la campanada, imaginaria, y edito, por ofertas de auto-edición en internet no será, “El diario, o así, del vecino del mundo”. Material, hay, porque ya van para diez años de blog. Otra cosa será el interés por mi Andrés, jugando con el dicho. Porque cuando intentas ser gracioso y hay quien no te entiende, en el mejor de los casos, como mínimo, te catalogan como friqui. o que estás emitiendo por otra onda y no es la FM.

De todas maneras, y el tiempo te va enseñando a pensar en eso de que mañana será otro día, y concretamente en este caso, “el mismísimo día de San Sebastián”.

Habrá que salir con gafas de sol, para que no se me note que no tengo ojeras y que no he pasado la noche persiguiendo una tamborrada, porque ya lo de perseguir un sueño, hace mucho tiempo que zarparon todos…

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sábado, 18 de enero de 2020

LA OTRA NIÑA DE LA CURVA...



Lo bueno que tiene nuestro propio ordenador es que ya nos conoce, y en cuanto balbuceamos en Google, prácticamente una palabra, y a través de la experiencia, ya sabe lo que le queremos decir.

Hoy, "finde", he escrito “luz”, y ya Google automáticamente  me ha ofrecido Luz Sánchez-Mellado, “El País”, y es que San Google conoce mis filias, las fobias las vamos a obviar, y según te estás colocando las zapatillas, virtuales o no, ya tienes tu deseo en pantalla. 

En la visita a  Luz hoy, ha escrito, aunque su artículo es del día 16 de Enero, sobre mi particular niña de la curva politiquera, y Presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en su aventura, sin velo y cortapisas, en Arabia Saudí, reiterándose llamándola “macarra”, y dando por supuesto sus argumentos que seguro que a Díaz Ayuso no convencerán.

Y es que las personas que al mirar hacia donde tú estás, parecen ignorarte, mirando a través tuyo hacia el más allá, con una sonrisa en sus labios, siempre con una sonrisa, me dan mucho miedo. Y tanto ella, como el actual alcalde de Madrid, José Luis Martinez-Almeida, tienen la virtud, además, de apropiarse por obvio de lo ya conseguido por los anteriores en sus cargos, y lo demás, lo que hagan a partir de ahora, como lo hacen ellos, y porque ellos lo valen, siempre será lo mejor de lo mejor.

Díaz Ayuso es tan vidente, que tiene la capacidad, como ya lo demostró incluso antes de ser Presidenta, de ver la belleza de los atascos de madrugada en pleno centro de Madrid, e incluso de sentir orgullo porque esos atascos formaran parte de la identidad madrileña.

Lo dicho, da mucho miedo la otra niña de la curva, porque de eso, a promocionar, por ejemplo, un tour de las noches del homeless madrileño, sólo hay un paso.

Va un churro virtual, pero muy madrileño también, para brindar por este sábado, sabadete,  que aunque se ponga mal nos puede saber incluso a sexo por, en el peor de los casos, tener que hacer aquellas cosas que nos joden…

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viernes, 17 de enero de 2020

CONSPIRACIÓN A LA ESPAÑOLA



Aunque ocurra, cada vez es más difícil que el destino te cause una mala pasada.

Ayer estaba dando un paseo cuando un ruidito en la muñeca, mi "smartwatch", o reloj inteligente, me avisaba de que me había llegado un aviso al móvil. Y como si de un juego encadenado se tratara, para encontrar un tesoro, un mensaje me decía que al día siguiente, en el pueblo en el que estaba, y que estoy todavía, sufriría una diferencia, a la baja, de 9 grados.

¿Velan por nosotros? Yo no diría tanto, sino que nos espían, que no es lo mismo.

Siempre he oído eso de que a través de todos los dispositivos que tienes a tu alrededor van controlando tus actos, e incluido tus conversaciones, y como mínimo lo utilizan para "afinar" la publicidad con la que te quieren “rodear”.

Sea como fuere, hace unos días me ha ocurrido algo que como mínimo me ha reforzado más en esa teoría de la conspiración, que como mínimo me ha dado qué pensar.

Creo que fue el Día de los Reyes Magos, y fabulando sobre viajes fantásticos, estuvimos en casa hablando de Islas Galápagos, terreno perteneciente a Ecuador. Dos días después, llamenlo casualidad, recibí publicidad de una agencia de viajes que siempre me envía información, y que el único viaje que me ofertaba era, efectivamente, a Islas Galápagos.

Ya dije en casa, en tono de broma, que a partir de ahora tenemos que hablar de lo jodidos que andamos para llegar a final de mes, por si algún alma caritativa nos sorprende, y mucho, con algún cheque, que patrocinando algo, nos saca de pobres aunque sea cinco minutos.

Desde ese día, hace unos tres o cuatro, tengo la sensación de que estoy participando en algún programa de cámara oculta, y espero al menos, que no me ocurra aquella especie de leyenda urbana, o bulo, que se dijo en su momento sobre “Sorpresa, sorpresa”, Ricky Martin, la mermelada  y el perro.  Aunque bien pensado, y modernizando el hecho con personajes actuales, no me importaría que me invitaran, por ejemplo, a la entrega de los Oscar este año, para así poder celebrar junto a Antonio Banderas, ese premio que tanto se merece, y que muy lejano se antoja por un Joaquín Phoenix en estado de Joker

Ahora solo me queda leer este texto en alto, porque los espías electrónicos por ahora parece que saben escuchar, pero no leer.

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jueves, 16 de enero de 2020

"LA LECHE QUE TE HAN DAO"...


No sé a vosotros, pero a mí con las Navidades me pasa como con las vacaciones de verano, que han transcurrido pocos días, y la sensación que me queda es que ocurrió hace mucho tiempo. Lo otro, la eterna decepción de que nunca han sido como querías que fueran, ya no te hace sufrir porque llueve sobre mojado.

En inglés hay un dicho que viene a decir algo así como que “no llores por la leche derramada (o echada a perder)”. Al final viene a ser lo mismo que la decepción navideña año tras año, porque ya se sabe que con el uso llega el abuso y quién no ha echado agua a la leche para que cunda, y lo único que consigue es algo parecido al aguachirri. 

En cambio, ni la oposición en España ni los periodistas españoles parece que quieren que la realidad les estropee sus previsiones, o siguiendo con el símil, con la leche que les da de mamar. 

Los partidos que forman la oposición, se pasaron todo el tiempo pronosticando que los de PODEMOS no iban a casar con los del PSOE porque en seguida iban a comentar los chismes que se fraguaran en todo tipo de reuniones, incluyendo Consejos de ministros. Y en la primera o segunda comparecencia de Pablo Iglesias ante un medio de comunicación, en este caso el informativo de las nueve de la noche en Antena 3, como el Señor Iglesias ha respaldado todo lo que dice y hace el gobierno, ya es un vendido, bien sea al independentismo o al amo que le da de comer.

Hace tiempo que ante la perspectiva de  un informativo me decanto por ver o revisitar un buen monólogo, en una especie de auto-programación. Es lo bueno que tienen las nuevas tecnologías, ya que un informativo al final te va a dejar de mala leche, y en cambio con un buen monólogo, la última frase del chiste, el “punch line”, que dicen los entendidos de habla inglesa. te hará reír y no plantearte el qué hago aquí, si  solo hay más de lo mismo.

Por cierto, y ya para terminar, como hubiera dicho un moderno de hace cincuenta años, me acabo de dar un garbeo por Twitter, y analizado fríamente, es un dialogo de besugos, porque cada uno quiere que le escuche el de al lado, cuando él mismo pasa olímpicamente de los demás tras soltar su perorata.

Contentos podéis estar con que este vecino del mundo nunca os ha querido vender nada, sino solo dar un poco de compañía y si consigue que sea mutua, mejor que mejor.

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martes, 14 de enero de 2020

SÉMPER, EL ÚLTIMO ROMÁNTICO



Esta noche hemos tenido más vientos que mi cuñado esta pasada Nochebuena tras un rato de pimple desenfrenado. Por unos momentos me he sentido muy niño, repleto de miedo, con la sensación de que mi casa, mi cabaña del cuento, iba a salir volando como la de los cerditos por los soplidos del lobo de turno.

Y es que el miedo es uno de los mejores, y peores, medios para sufrir una especie de regresión al punto de partida, o del momento que dio origen a esa sensación rayando con la patología.

No sé si este mismo viento habrá sido el origen de la noticia con la que nos hemos levantado hoy, y en la que uno de nuestros vecinos en Donosti, Borja Semper, abandona la política, que siempre es mejor a que ésta te abandone a ti. Prueba evidente de que no se ven las cosas del querer, ni del poder, ni por supuesto del querer poder, desde Madrid, ni, como se decía en el argot teatral, desde provincias.

No conozco a Don Borja Semper, pero es de esas personas que siempre te dan sensación de buen temple, reflexión, mezcladas con cierta juventud. Es decir, bastante alejado de sus gerifaltes en Madrid, a los que procuras que no tengan cerca ni cerillas ni armas blancas aunque estén en una cocina, más que nada por la que puedan liar…

Siempre me ha parecido, y hablo desde una opinión simplemente personal, que el Señor Semper es un buen sucesor del malogrado Gregorio Ordoñez; es mejor estar rodeado de hombres buenos, y a ambos se les incluye, sin duda, en la misma categoría.

Quizás sea bueno para el arte, el de la escritura en su caso, que Borja Semper se centre en otros temas personales, porque siempre se ha hablado del “arte de la política”, pero en España tal como se están poniendo las cosas, ese arte, el que pueda tener todavía la política, está quedando a nivel de "Trileros.0".

Y a mí el Señor Sémper, quizás ya por su apellido, y por ese halo de galán romántico y un tanto bohemio, me hace gritar en un puro arrebato aquel: Sémper nos quedará París, quizás como el último romántico de la política actual. 

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lunes, 13 de enero de 2020

LA CHICA DE LA "CURVY"...


Hoy me he despertado, no debería ser lo normal, sobre las cinco de la mañana, y me he imaginado a más de un compañero y compañera “blogger” intentando pactar con el mundillo de las musas para ver si los pensamientos se traducen en material con un poco de fuste para ser usado.

Por aquello de que cada maestrillo tiene su librillo, más de uno se dirige a San Google para comprobar si hoy es el "día internacional de algo” y ese algo le puede ayudar a confeccionar su menú bloguero del día. Hoy al parecer, y es muy raro, no les ha dado tiempo a nombrar un asunto como “propietario” del día.
Este vecino del mundo, hasta ahora al menos, nunca se ha basado en ellos para su blog, pero imagino a muchos de mis compañeros y compañeras mirando ahora mismo hacia la Meca bloguera, si la hubiera, y postrados de rodillas pegarse unos cuantos juramentos.

Por cierto, ayer fue una de las comidillas de internet la noticia y correspondiente fotografía, naturalmente, de la nueva “curvy” internacional española, Lorena Durán, para Victoria´s Secret

Dos temas a destacar, el término, curvy, que desde hace un tiempo se han sacado de las “entretelas” para denominar a las modelos que tienen un poco de “chicha” (como hubiera dicho no mi abuela que si esta levanta la cabeza explota directamente, sino mi madre, ya que la diferencia en manera de pensar ha sido ayer mismo) debajo de su epidermis. Y si Lorena Durán es modelo para “tallas grandes”, como se decía hace apenas veinticuatro horas, más de uno y una, entre los que me incluyo, tendrá que comprarse la ropa donde fabrican las carpas de circo.

El problema no es la gente que no tiene, como hubiera dicho Gila, patas de gallo, pero sí un gallinero en cada ojo, sino todas esas almas cándidas que andan abandonando la pubertad y que quieren reivindicarse mediante la moda sin tener unas tallas de la antigua Pasarela Cibeles

Ya solo les queda a la empresa de "las alas" para terminar de limpiar su imagen, y poder seguir adelante con sus desfiles de final de año, que sus modelos se empoderen, protesten contra el negocio de las pieles, y hablen de los problemas que tienen todos los días, como las mujeres de carne y hueso. Lo que ocurre es que con lo que ganan las tops, muy tops, cualquier problema de la vida real se diluye como un azucarillo en una copita de anís.

Conviene no buscarle en este caso, mayor significado a la copa de anís, lo digo por los lectores que tienen alma de Sherlock Holmes, y están seguros además de que los gatos siempre tienen cinco patas. Lo que ocurre, y de ahí el auto-homenaje,  es que de joven, abandonando la pubertad, era la única copa que podía tolerar este vecino del mundo. Hasta que descubrió que las borracheras dulces son las peores, y fueron además las primeras “curvis” que descubrí y tracé, muy a mi pesar dicho sea de paso, y lo del "paso" nunca mejor dicho.

*FOTO: DE LA RED

domingo, 12 de enero de 2020

CARAS QUE SUENAN




Me ofrecen por internet, como elixir de vida y llave de la felicidad, ordenadores portátiles a muy buen precio. Pero donde se pone interesante el tema es en el tratamiento que le dan al, digamos, "acercamiento". Dicen mi nombre, sin apellido, y me dicen que me echan de menos. Que desde hace un tiempo notan mi ausencia.

¡Vamos! Que me suena más a desidia o cuernos por mi parte que la transacción pueda ser difícil por los precios que proponen. Al final, y al principio, la culpa siempre es nuestra, y nuestro sexo desde hace ya mucho tiempo, parece residir tristemente en nuestro bolsillo.

Entre otras cosas  también este viernes pasado tocaba la vuelta de “Tu cara me suena”, y siguiendo con las referencias sexuales, "la cosa", al menos por mi parte, resultó más mecánica que satisfactoria sentimentalmente.

Desde hace mucho tiempo, ellos, el programa, sabe cómo comportarse para resultar "perfecto en su planteamiento", con un poco de todo, cantantes profesionales que lo hacen muy bien, buscadores de vuelta a la notoriedad,  y humoristas que ya desde el principio les hacen poner la yugular como presuntas víctimas de "las puntuaciones más indeseables". Ya han salido a relucir, a las primeras de cambio, esa retahíla de besos e intentos de poner de moda más latiguillos forzados.

Por último, pero no por ello menos importante, y hubiera jurado no hablar del tema en mi post, estoy hasta el gorro de los que usan de “punching ball” a los Duques de Sussex, Enrique y Meghan, en cualquier tertulia que se precie, y especialmente como minutos de la basura, porque en realidad, y voy a ser lo más cortés posible. nos trae al pairo, o nos la bufa, los problemas que dicho sea de paso estamos seguros que es una pareja que lo tiene todo, y que estén un poco incómodos tampoco nos parece tan mal, por aquello de que en el pecado llevan la penitencia.

Me caía muy bien su madre, Lady Di, y el destino cometió una injusticia, como casi siempre, con ella; y los hijos, especialmente Enrique, por la edad que tenía, es más que probable que quedaran con secuelas, digamos que morales o sentimentales.

No se puede comenzar una historia de amor, que se lo digan al Príncipe Carlos, cuando ya estás enamorado de otra, y empleas a una jovencita de buena familia, como conejillo de indias…

Ahora dicen que Meghan Markle ha respondido con una espantada porque no estaba educada para ello. Lady Di tampoco lo estuvo. Pero hay un detalle que se intenta obviar, ella era británica, y la otra, la de ahora, no seamos fariseos, es “afroamericana”, y no necesita en su ADN  un té a las cinco de la tarde, ni aislarse de todo lo demás en su "mundo-isla".

*FOTO: DE LA RED

jueves, 9 de enero de 2020

IMPORTANDO, QUE ES GERUNDIO


No sé si el lenguaje es resultado de nuestra manera de ser, o al revés, pero en estos días inciertos en los que lo único cierto es la mala “milk” en todos  y de todos, echo de menos un poco de mano británica en lo que a relax se refiere, en ese cup of tea.
Vamos a tomar una taza de té, y con eso ya parece que hay una frontera en la que se te van a bajar las pulsaciones y las ganas de insultar al de enfrente.
Let´s take a cup of tea. Tomemos una taza de té, bien sea a las cinco de la tarde o a las tres del uno, dos y tres.
Ver las lágrimas, y no de cocodrilo precisamente, de un neosentimental Pablo Iglesias al comprobar que ya habían tocado pelo de la poltrona, y esa “enhorabuena” de un Pablo Casado hacia el nuevo “presi” mientras se la tenía que envainar, es tomarse un “cup of tea”, pero modelo botellón para celebración los unos y para entrar en calor los otros. Porque en España nunca hay los unos y los otros, sino unos contra otros.
Mientras tanto a otro que le hace falta una taza de té, pero a éste con jeringuilla en vena es al estadounidense del tupé y epidermis “roja” muy a su pesar. Hay personas que por su cargo no se deberían “encabronar”, con y sin perdón, y lo de Trump ya viene así de serie. He llegado a pensar, y no me bajo de la burra, de que Donald, y no el pato aunque casi siempre sea patoso, prefiere un buen tuit al amanecer que un polvorón nocturno o diurno. Es que él está más por amedrentar que por dar la mano,  por echar puentes más que por tenderlos.
Ya para terminar, y como la actualidad es el mejor de los maestros, estos días la gente joven ya habrá aprendido una expresión que estimo estaba en desuso, que es “me importa un comino”.  Personalmente prefiero importar un buen té, y ver todo y a todos desde la orilla, que es donde me pongo y me ponen los que deciden.
Por favor, otra taza de té, que la primera se me ha quedado tan fría como la falta de deseos...
*FOTO: DE LA RED